Animales exóticos: situación, cuidados y legalidades en Santa Fe

Guacamayos, erizos, camaleones y serpientes, ¿pueden ser mascotas?

El médico veterinario Nicolás Scoppa, especialista en especies exóticas, brindó detalles sobre el cuidado y la situación legal en Argentina, donde sólo se permiten si son comprados en criaderos legales.

12-A-DSC_0693ED.jpg

Cuidados. El médico veterinario en el aviario La Jacinta, junto a los guacamayos.

Fotos: El Litoral

 

Ignacio Espinosa

iespinosa@ellitoral.com

En los últimos años, la tenencia de animales exóticos es cada vez más popular en los hogares de todo el mundo, y la Argentina -más específicamente Santa Fe- no es una excepción a este fenómeno. Los hay de todos los tipos y especies: mamíferos, reptiles, aves; algunos pequeños, como un erizo o un camaleón; y otros más grandes, como serpientes o guacamayos.

El médico veterinario Nicolás Scoppa (Mat. Nº 2.314) se especializa en estas especies exóticas y atiende a diario a centenares de animales que, por distintas circunstancias, terminan en su consultorio llamado “Bichos Raros”. Dialogó con El Litoral para explicar los alcances legales para la compra de estas especies, y los cuidados que deben recibir.

—¿Qué es un animal exótico?

—Un animal exótico comprende aquellas mascotas que, sin ser el perro o el gato, de alguna forma se fueron adaptando, por medio del hombre, para ser tenidos como animal de compañía a través de una crianza en cautiverio. Estos animales no provienen de nuestra fauna silvestre sino que vienen de otro país, donde no están en peligro de extinción y tienen una población estable.

Pueden ser aves, reptiles y mamíferos no convencionales. El más popular es el conejo. Luego, vienen los hamster, los erizos, el hurón, canarios, agapornis, las cotorritas australianas, los guacamayos, las serpientes no venenosas, camaleones y gecos, entre otros.

El mercado de exóticos en Argentina

—Siendo animales que habitan otros países, ¿cómo es el mercado en la Argentina?

—En el país hay mercado de exóticos porque hay criaderos habilitados; por ende, hay producciones locales. El animal debe presentar un papel, un chip, tatuaje o anillo que identifique que no se extrajo de la naturaleza sino que su crianza fue legal.

—¿Qué pasa con los animales silvestres autóctonos de Argentina que muchas veces son tenidos como mascotas?

—En Argentina hay muy pocos animales que se tomaron de la vida silvestre y se crían legalmente de forma artificial en cautiverio. Estos no cubren la demanda de mascotas. Hay criaderos habilitados de loros habladores y de cardenal amarillo, por ejemplo. Son especies en peligro de extinción, cuya crianza en cautiverio se permite pero se terminan exportando, por los elevados precios. En el país, el 90 % (de las personas) que tiene estos animales silvestres autóctonos los compró en el tráfico ilegal.

Hay que diferenciar el animal exótico del silvestre. Por ejemplo, la tortuga es silvestre y se encuentra en la fauna argentina, por lo que está protegida por leyes: es decir, que es ilegal su tenencia. En la Argentina no hay cautiverios, por lo que todas las tortugas mascotas de Argentina son ilegales.

Pasos para comprar un animal exótico

—Con este panorama de venta legal e ilegal, ¿cuáles serían los pasos para comprar un exótico?

—Primero, ir a un veterinario a preguntarle para obtener información sobre legalidades y características del animal. Saber la temperatura de la vivienda, las condiciones para tenerlo y las necesidades para darle un buen ambiente. Luego, en caso de que se pueda tener, comprarlo por la vía legal, aunque todavía falta mucho para que haya un fácil acceso. Por ejemplo, los erizos se dejaron de importar y es ilegal hacerlo, aunque nuevamente quieren abrirle el mercado para renovar la sangre (de ese tipo de animal exótico). En el país hay criaderos pero no suelen estar registrados.

—En Santa Fe, ¿dónde se podrían comprar?

—En Santa Fe, y por lo general en Argentina, estos animales se venden en tiendas de mascotas que muchas veces no tienen un veterinario experto. Lo hacen para comerciar y sabiendo lo básico. El vendedor debería ser un veterinario especializado y la mayoría no lo es. Por eso, el asesoramiento puede ser equivocado. Luego, cuando por ejemplo yo los atiendo, pasaron días, meses o años de su compra y me los traen enfermos. La mayoría de las veces, con el correcto asesoramiento, eso no hubiera pasado.

En la actualidad las tiendas de mascotas son perseguidas, escrachadas y clausuradas, porque muchas veces hay maltratos hacia los animales, que se exhiben en peceras o jaulas y son mal alimentados. Por eso, a veces se opta por un criadero, que quizás es más especializado, más familiar y el animal se cría con más amor y de una forma adecuada. La cuestión es que esos criaderos deberían estar registrados y autorizados. Muchas veces se opta por esta última opción, porque se puede apreciar el correcto cuidado del animal y suelen brindar un árbol genealógico o datos que indican su procedencia, aunque igualmente deberían ser autorizados y eso muchas veces no ocurre.

—¿Qué animal exótico se recomienda entonces para tener en Santa Fe?

—Santa Fe es una ciudad complicada, porque hay veranos calurosos e inviernos fríos y todo el año el clima es húmedo. Eso para muchas especies, que son tropicales, puede generar dificultades en la adaptación, por eso no es para cualquier persona tener un animal exótico.

La persona que decide tenerlo debe tener dinero para comprarlo, generar un recinto que proporcione las condiciones adecuadas, la temperatura, el espacio y sobre todo la alimentación. A veces hay que criar el alimento. Por ejemplo: una pitón necesita alimento a base de roedores o erizos que, a su vez, necesitan alimentarse con insectos. Ese alimento deberá ser criado por nosotros. Cualquier exótico se puede adaptar siempre y cuando nosotros tengamos la contemplación de la especie: cuidados, temperatura, humedad y necesidades del ambiente. Si eso lo trasladamos a la vida artificial, se pueden tener.

—Entonces, ¿se recomienda tenerlos?

—La gente tiene que saber que la mayoría no tiene una historia de la domesticación como tiene el perro y el gato. Hace poco que se empezaron a criar en cautiverio. Por eso, más que estar domesticado el animal tiene mansedumbre, una cierta tolerancia a la manipulación del hombre. No podemos pretender que un erizo, un hurón o un hamster se comporten igual que un perro y un gato. Son simpáticos, atractivos y raros pero no nos van a traer una pelotita si se la tiramos o no van a tener el juego del perro y gato.

A veces eso decepciona, sobre todo si la mascota fue pensada para un niño. Hay que elegir el animal apropiado porque muchas veces se los termina abandonando o regalando. Por otra parte, hay que saber que son animales frágiles y que en la mayoría de los casos no pueden sólo estar al cuidado de niños.

—¿Cuáles son los animales que más le traen?

—De mis clientes, un 40 ó 50 % me trae animales ilegales. El conejo es lo más popular, los cobayos y últimamente el erizo. Con respecto a las aves, me traen muchas cotorras verdes argentinas y loros habladores. También tortugas. Hay ciertas especies que son mucho más populares y la gente las ve con más posibilidades de tener que otras. El tema de aves y tortugas está naturalizado en la ciudad, la gente se acostumbró a verlos en casas.

—¿Y cuáles son los más raros que le tocó atender?

—Aves acuáticas y otras rapaces como garzas, patos, gallinetas y gaviotas; reptiles como camaleones, iguanas verdes, lagartos overos; mamíferos tuve que atender a algunos que fueron encontrados atropellados, como por ejemplo zorrinos; luego carpinchos, nutrias y liebres. También me traen hurones. A veces decidimos si el animal está en condiciones de ser liberado o si puede ser mascota vemos las condiciones para que el animal pueda vivir en una casa”.

12-B-DSC_0712ED.jpg

Jacinto. Este tipo de guacamayo azul tiene una belleza impactante.

“Cualquier animal exótico se puede adaptar, siempre y cuando nosotros tengamos la contemplación de la especie: cuidados, temperatura, humedad y necesidades del ambiente. Si eso lo trasladamos a la vida artificial, se pueden tener”, dice el especialista.

¿Una moda peligrosa?

—¿Se podría decir que tener un animal exótico como mascota es una moda peligrosa?

—Es una moda, hace tiempo que éstos se tienen y la gente encuentra una compañía en los exóticos. No lo veo mal. Hay una gran oferta hoy y la gente debe encontrar ahí su mascota y tenerla de manera correcta. El tema es si el hombre se conforma con las especies exóticas que hay criadas en cautiverios legales o si todo lo que ve en la naturaleza lo quiere domesticar y tener. A nivel mundial, el peligro es la visión del hombre de tener y dominar todo. No todos los animales son mascotas, algunos deberían permanecer en la naturaleza. Por eso existe también el tráfico, que a nivel mundial es el tercero después de armas y drogas.

12-C-DSC_0006 EDIT (1).jpg

Erizo. Es uno de los animales exóticos de moda.