Carrera en ascenso
Carrera en ascenso
Gisela Trucco será árbitro asistente internacional
La rafaelina es la primera mujer del interior del país nominada para actuar en el fútbol internacional.
Juan Carlos Scalzo
La hermana de Silvio Trucco —juez de la Superliga Argentina— se convirtió en octubre de 2007 también en la primera mujer que formó parte de una terna arbitral en Primera División y a partir de ahí no paró de estar presente en partidos de la élite del fútbol nacional.
Gisela ha marcado el camino de muchas mujeres que se volcaron al referato y su nombre es sinónimo de superación y de nunca bajar los brazos porque cuando arrancó en esta actividad la posibilidad de llegar a los primeros planos era una lucha contra la corriente, pero nunca aflojó, se ganó un lugar y se convirtió en un ejemplo a seguir por todas.
Ahora, y luego de mucho esfuerzo, señala muy segura que este es “su piso y no su techo” porque quiere llegar mucho más lejos y sueña con “estar en la final de un Mundial o de un Juego Olímpico”.
Fue el mismo Federico Beligoy, director nacional de arbitraje, quien le comunicó, el pasado lunes, que se habían recibido los certificados de la Federación Internacional del Fútbol Asociado (Fifa) con la aprobación del listado enviado desde la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), que la propuso como nueva jueza asistente, tal vez la noticia más esperada por Gisela para colgar en el arbolito en esta Navidad y cerrar el año de la mejor forma.
De una familia de árbitros, su padre —el pionero en esta profesión que los Trucco llevan en la sangre— es un reconocido hombre del referato en la Liga Rafaelina de Fútbol y desde que se acercó al mundo del arbitraje se propuso llegar bien lejos. Por ello, aunque la designación la sorprendió, sostiene que “es algo por lo que venía trabajando y esforzándome desde hace mucho tiempo” y sacar “chapa de internacional” era el gran objetivo para este 2019.
A pesar de haberse preparado para esto, la también “profe” de educación física vive esta etapa como un sueño, y no oculta que la emoción va acompañada de una movilizante expectativa por conocer otro nivel del fútbol y “vivir las cosas lindas que te regala esta profesión, al tiempo de representar a mi país”.
“Siento que valió la pena todo lo que tuve que dejar de lado, cada entrenamiento, toda la dedicación y el esfuerzo, cada cosa fue una lucha más ganada. Pero también hay mucha gente que me ayudó y ayuda a mejorar y me alienta, como mi entrenador Joaquín Ávila, el apoyo incondicional de mi familia y de mis amigos que siempre me bancaron y estuvieron en los momentos difíciles en los que me se me cruzaba por la cabeza que no iba a poder. También a la gente del arbitraje que confió en mí para darme esta oportunidad, a Claudio Tapia el presidente de AFA, a Federico Beligoy, y Sergio Pezzotta, un gran guía y referente del interior”, apuntó la flamante árbitro internacional salida de Rafaela, mientras un sinnúmero de recuerdos y anécdotas desfilan al repasar una trayectoria que no fue fácil y a la que todavía, nadie duda, le quedan capítulos y nuevos desafíos por agregar.