Por el río Coronda

Isla El Vado: ya se navega sin riesgo eléctrico bajo los cables de alta tensión

Transener construyó una antena de 88 metros para elevar la altura de los cables. La obra demandó más de un año. Y solucionó un problema que databa de 1983.

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Garantía. La nueva antena elevó los cables de 27 a 88 metros, asegurando la navegación en la zona.

Foto: Mauricio Garín

 

Nicolás Loyarte

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Por estos días la empresa transportadora de energía eléctrica Transener finalizó una obra millonaria que eleva la altura de los cables de alta tensión en el cruce de la isla El Vado, sobre el río Coronda. De esta forma, se dio solución a un impedimento de navegación que databa de 1983.

Este problema impedía la navegación segura por los ríos Santa Fe y el Salado, en la desembocadura de ambos, confluencia en la que nace el río Coronda. A su vez, el Coronda atraviesa aguas abajo las localidades de Santo Tomé, Sauce Viejo, Coronda, Puerto Aragón y Puerto Gaboto, hasta desembocar en el río Paraná.

La colocación de una estructura de 88 metros de altura para elevar los cables sobre el río demandó a Transener una inversión de más de $112,9 millones. Esto garantiza ahora la confiabilidad operativa de las Líneas de Alta Tensión en el cruce de la isla El Vado. La empresa informó que los trabajos finalizaron dentro de los plazos establecidos.

La obra

La obra se había iniciado el año pasado, luego de reiteradas gestiones ante el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) para la recomposición del cruce del río Coronda, que estaba afectado debido a la inundación y colisión de una barcaza en 1983. Las tareas consistieron en el reemplazo de la Estructura 718, de 27 metros de altura, por una nueva estructura de 88 metros, y el reemplazo del conductor por otro de alta conductividad, con lo cual se recuperó la capacidad plena de transporte eléctrico del corredor y se garantizaron las distancias eléctricas para la navegabilidad de la zona.

Además de las embarcaciones deportivas que navegan la zona, lo hacen también los buques que viajan hacia la usina eléctrica de Sauce Viejo. Y también es muy utilizado dicho paso por las embarcaciones que acompañan la tradicional maratón Santa Fe-Coronda. Estos trabajos “son parte del plan de inversiones que está realizando la compañía, que incluyeron también el reemplazo de conductores y adecuaciones en las estructuras 715 a 719”, informó Transener.

Por otra parte, la obra tiene una gran importancia para el sistema eléctrico. La Línea de 500 kV Gran Paraná-Santo Tomé junto con la Línea de 500 kV Gran Paraná-Salto Grande forman un corredor de 500 kV de 290 km. Este corredor une los corredores de 500 kV del río Uruguay y del río Paraná, contribuyendo a la evacuación de la energía generada por Yacyretá y Salto Grande.

La línea Gran Paraná-Santo Tomé es fundamental para la seguridad de abastecimiento de las demandas vinculadas a la Estación Transformadora de Gran Paraná (una porción de la provincia de Entre Ríos) y Santo Tomé (una porción de la provincia de Santa Fe). Ante la ocurrencia de fallas en alguno de los corredores de 500 kV mencionados, la línea restante brinda una alternativa de vinculación con el otro corredor, evitando afectaciones a la demanda de la zona.

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Transporte. La Línea de 500 kV Gran Paraná-Santo Tomé, junto con la Línea de 500 kV Gran Paraná-Salto Grande, forman un corredor de 500 kV de 290 km.

Foto: Gentileza Transener

Historia de un problema

En 1983, una crecida extraordinaria del río Paraná causó la inundación de las zonas cercanas al puerto de Santa Fe, quedando todas las fundaciones de la Línea Gran Paraná-Santo Tomé bajo cuatro metros de agua. En esas condiciones, una barcaza cerealera impactó contra la torre 717, provocando su colapso.

La empresa Agua y Energía Eléctrica, responsables en ese momento de la operación y mantenimiento del Sistema Argentino de Interconexión (SADI), resolvió no reponer el piquete 717 afectado, dejando el vano entre las estructuras 716 y 718, e instaló dos subconductores por fase entre los piquetes 715 y 719, reponiendo el servicio en 60 días. Esta modificación generó una limitación en la capacidad de transporte del corredor y la prohibición de navegabilidad de la zona.

A partir de 1993, con la creación de Transener, se realizaron en reiteradas ocasiones los pedidos al ENRE para la ejecución de una ampliación a los efectos de devolver la capacidad de transporte al corredor, aunque sólo se aprobaron obras que no resolvían el problema de fondo, sino que representaban una acción paliativa.

Finalmente, en 2016, a través de la Revisión Tarifaria Integral (RTI), Transener presentó nuevamente el proyecto como parte del Plan de Inversiones de la Compañía, a ejecutar en el quinquenio 2017/2021, el cual fue autorizado por el ENRE mediante Resolución Nº 66/2017 y ejecutó la obra desde el año pasado hasta estos días, en los que la terminó.