Télam El juez platense Raúl Dalto, quien días atrás revocó el beneficio de la libertad condicional a Ricardo Barreda, condenado a prisión perpetua por haber asesinado a su esposa, sus hijas y su suegra, explicó que era “muy riesgoso” que éste siguiera conviviendo con su actual pareja. “Era muy riesgoso sostener en el tiempo la situación del odontólogo y de su pareja, Berta André”, dijo el juez de ejecución penal, que debe controlar el cumplimiento de la pena de Barreda. El magistrado adoptó esa determinación luego de que los informes psicológicos y socioambientales revelaran que la convivencia ponía a la mujer y al condenado en “situación de peligro inminente”. Dalto precisó hoy a la prensa que “la situación de Barreda no podía esperar las pericias psicológicas de él” y explicó que la medida estará vigente hasta que Barreda “fije un nuevo domicilio”. Enfatizó que “la situación de peligro es inminente por la debilidad mental que padece Berta y el riesgo de que eso pueda provocar una reacción por parte de Barreda”. “En esta coyuntura Berta no puede hacerse cargo de la situación como lo hizo en 2008, por lo que no tengo otra alternativa que revocar la libertad condicional del odontólogo”, precisó. Apelación En tanto, el abogado de Barreda, Eduardo Gutiérrez, dijo que “se apeló el resolutorio del juez Dalto‘ porque se sintieron ‘agraviados” y se preguntó: “¿Había necesidad de detener a Barreda faltando dos días para Navidad dejando a Berta André a la deriva sin nadie que la cuide?”. Manifestó además que si Barreda no consigue un nuevo domicilio en el que pueda ser controlado por el Patronato de Liberados “no podrá recuperar su libertad” y detalló que “no se trata de un prófugo, por lo que debería habérsele dado la posibilidad de buscar un nuevo domicilio antes de ser detenido”. Barreda se encontraba en libertad condicional desde marzo de 2011, luego de ser condenado en 1995 a prisión perpetua por haber matado a escopetazos a su esposa Gladys McDonald (57), a su suegra, Elena Arreche (86), y a sus dos hijas Cecilia (26) y Adriana (24), en noviembre de 1992. En mayo de 2008, había salido de la Unidad Penitenciaria 9 de La Plata y lo beneficiaron con la prisión domiciliaria en el departamento de André, después de que la mujer se comprometiera a ocuparse de él. Sin embargo, en marzo de este año el juez consultó a Barreda sobre la posibilidad de cambiar de domicilio debido a que los informes elaborados por el Patronato de Liberados advertían sobre algunos problemas de convivencia con su pareja, según dijo a Télam una fuente judicial. El magistrado, que actúa en esta causa como juez de ejecución de pena, comenzó a tener mayores dudas acerca del tipo de convivencia entre Barreda y su pareja cuando un asistente social del Patronato le envió un informe el mes pasado en el que menciona problemas en el vínculo de la pareja. Ante esa situación, Dalto citó en una audiencia al psicólogo de Barreda, a la asistente social que elaboró el informe y al odontólogo y su mujer, tras lo cual dictó la resolución que revocó su libertad.