El líder de la banda irlandesa U2, Paul Hewson (Bono), se reunió el miércoles por la tarde con el presidente Néstor Kirchner, a quien elogió por su gestión y compromiso con los derechos humanos, a través del apoyo a las Madres de Plaza de Mayo, y admitió que "uno siente que se está iniciando una nueva era para la Argentina y la región". "Ha hecho un trabajo importante. Ha hecho lo correcto, aunque estoy seguro que queda mucho por hacer, hay problemas complejos. Pero creo que tienen un hombre que puede dar esas respuestas complejas a ese trabajo", dijo Bono al dirigirse brevemente a los periodistas. Con pantalones y campera de jeans negros, sombrero blanco y los ya típicos anteojos, el líder de U2 visitó a Kirchner en el despacho presidencial, donde dialogaron durante casi una hora. La senadora Cristina Fernández también participó del encuentro. Pero muchos de los funcionarios que tienen su oficina en el Palacio de Gobierno tampoco se quisieron perder la oportunidad de conocer y fotografiarse con el músico, quien se destaca por su compromiso con los derechos humanos y las temas sociales. Fue por ello que se acercaron hasta el despacho presidencial, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; los secretarios General de la Presidencia, Oscar Parrilli, y de Inteligencia del Estado, Héctor Icazuriaga, y el vocero presidencial, Miguel Núñez. Traductor de por medio, Bono, Kirchner, la senadora Cristina Fernández y los funcionarios dialogaron durante una hora, y antes de irse intercambiaron regalos: el Presidente le entregó una bocha y un rebenque de Pato, el deporte típico argentino. En tanto que el músico le obsequió un libro infantil clásico irlandés, titulado "Pedro y el oso", que él editó y en el que incluyó caricaturas de su autoría. Las ganancias obtenidas por las ventas de este material son destinadas para el hospital de Dublín, contó una fuente del gobierno que participó del encuentro. Durante la charla, Bono destacó la negociación que encaró Kirchner por la deuda externa y le contó su labor mundial para que los países poderosos conozcan la situación por la que atraviesan los países más pobres. Según un funcionario que presenció el encuentro, el músico no ocultó su impresión por lo que está ocurriendo en la región y, además de la argentina, mencionó a los presidentes de Chile, Ricardo Lagos, y de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva. Pero también el músico irlandés quiso conocer como se gestó este proceso político, por lo que Kirchner hizo un rápido repaso histórico desde la dictadura militar hasta esta parte. Antes de sentarse por un momento en el sillón de Rivadavia, desde donde bromeó dando algunas órdenes -contaron las fuentes- Bono analizó con la senadora la situación migratoria en los países desarrollados y destacó el importante papel que están desempeñando las mujeres en la política de América del Sur. En un tramo del encuentro, Kirchner le mostró al visitante un escritorio que perteneció al general Juan Domingo Perón, ocasión que motivó un comentario de Bono, que tiene cierta experiencia política, sobre lo difícil que resulta para los extranjeros entender el fenómeno del peronismo. Luego llegó el turno de las fotos y un breve monólogo ante los periodistas, que se produjo en el Salón Sur de la Casa de Gobierno: Kirchner y la senadora -vestida con pollera y musculosa lila- flanquearon al músico. Sin mencionar palabra alguna, el Presidente le pasó el micrófono al líder de U2, quien se refirió a la gestión de Kirchner: "Hay un gran cambio; incluye a todos los sectores de la sociedad, a la izquierda, a la derecha y todo el espectro político", dijo. Como un reconocido militante por los derechos humanos, Bono no dejó pasar la oportunidad para elogiar la labor de Kirchner y destacó "el apoyo que le brinda a las Madres de Plaza de Mayo". "Uno siente que se esta iniciando una nueva era para la Argentina y la región", destacó el músico, quien agradeció el recibimiento que le brindaron en la Casa de Gobierno. El fútbol estuvo presente en el encuentro, ya que Bono ingresó al despacho presidencial cuanto todavía se disputaba el partido entre las selecciones de Argentina y Croacia, y el cantante irlandés se interesó por las expectativas locales para el próximo mundial de Alemania. "El mundo debe saber que la Argentina es tan apasionada por la música como por el fútbol", agregó Bono antes de mostrarse sorprendido por el afecto que recibe ante cada lugar que visita. Pero el fervor por la figura de Bono también se sintió en los pasillos de la Casa Rosada, ya que los empleados de las distintas oficinas corrieron hasta la ventana y puerta más cercana para tratar de conseguir, en vano, un autógrafo del músico. Al retirarse, Kirchner acompañó a Bono hasta la explanada de la calle Rivadavia, desde donde observó como el músico se acercó y saludó a un nutrido grupo de fanáticos que lo esperaba en el vallado de la calle Balcarce. El Litoral.com / Télam