El Litoral
El secretario de Estado John Kerry estará presente en la Habana. Se convertirá además en el primer jefe de la diplomacia estadounidense que visita Cuba en 70 años.
El Litoral
Beatriz Juez e Isaac Risco - DPA
Nuevo hito para un acercamiento histórico entre dos viejos enemigos: el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, viajará este viernes a Cuba para reabrir oficialmente la embajada de Estados Unidos en la isla tras más de medio siglo de ruptura.
Con la visita, enmarcada en el deshielo diplomático iniciado hace casi ocho meses, Kerry se convertirá además en el primer jefe de la diplomacia estadounidense que visita Cuba en 70 años.
El último secretario de Estado que estuvo en la isla fue Edward Reilley Stettinius -en el cargo durante los gobiernos de Franklin Delano Roosevelt y Harry S. Truman-, en marzo de 1945.
Ambos países retomaron formalmente sus relaciones diplomáticas rotas en 1961 el pasado 20 de julio. Desde ese día ondea ya la bandera de Cuba en la embajada de la isla en Washington, izada en un acto solemne por el canciller cubano, Bruno Rodríguez.
Casi un mes después, Kerry tiene previsto hacer lo propio en el jardín exterior del edificio frente al emblemático Malecón habanero que albergó a la antigua embajada estadounidense hasta 1961.
La construcción de siete plantas funcionó en las últimas décadas como una "Sección de Intereses" norteamericana en la isla, similar a la que Cuba tuvo en Washington hasta el 20 de julio.
Kerry permanecerá en la isla solo unas horas, ya que hará un viaje de ida y vuelta el mismo día a Cuba. La agenda divulgada por la parte cubana incluye una reunión con su homólogo Rodríguez y una posterior conferencia de prensa.
"Es básicamente una visita protocolar, que se corresponde a lo que hizo el canciller Bruno Rodríguez aquí en Washington", explicó Michael Shifter, presidente del "think tank" Diálogo Interamericano.
El jefe de la diplomacia del gobierno de Barack Obama, sin embargo, deberá mantener durante su visita un equilibrio diplomático abogando por la defensa de los derechos humanos y las libertades políticas pero sin ofender a los cubanos, consideró el experto.
"No es una visita oficial para encontrarse con todos los sectores cubanos, pero, obviamente él quiere mandar un mensaje de que con la presencia de una embajada en La Habana, Estados Unidos va a mantener su política de tener una embajada abierta donde todos los sectores están bienvenidos, incluidos los disidentes", dijo Shifter a la agencia DPA.
Tomás Bilbao, director ejecutivo del Cuba Study Group, un grupo de lobby formado por cubano-estadounidenses que abogan por el fin del embargo norteamericano contra la isla, considera que lo importante es que Kerry "tenga la oportunidad de conocer los puntos de vista de la sociedad civil en Cuba".
Esos puntos de vista pueden ser "del sector privado que ahora representan un millón de personas en Cuba, o bien sea de personas involucradas en actividades de política en la sociedad civil", dijo Bilbao a DPA, pidiendo además un amplio abanico de interlocutores para esos posibles encuentros.
"No lo limitaría a un grupo específico de personas, sino a la sociedad civil en general: artistas, jóvenes, emprendedores, chefs", pidió.
La parte estadounidense no ha informado de posibles encuentros de Kerry con activistas opositores en Cuba, como han hecho algunos otros políticos norteamericanos al pasar por la isla, entre ellos en enero Roberta Jacobson, que lideró las negociaciones diplomáticas con el gobierno de Raúl Castro.
Algunos sectores de la disidencia cubana y políticos opuestos a la nueva política de Obama hacia la isla, han criticado el nuevo enfoque como una ‘traición‘ a la oposición cubana, tradicionalmente apoyada por Washington.
"Yo no creo que vaya a haber un cambio, probablemente sí una nueva dimensión de esa relación entre los Estados Unidos y la sociedad civil (cubana)!, consideró al respecto el disidente Manuel Cuesta Morúa, que saluda la política de Obama.
"Yo soy de los que creen que el proceso de normalización (de relaciones) es positivo para Cuba. Eso ayuda a todos los sectores", dijo el activista a dpa. Durante la Cumbre de las Américas celebrada en abril en Panamá, Cuesta Morúa fue recibido por Obama antes de su histórica reunión con Raúl Castro.
"Hasta ahora no nos han invitado a un encuentro con Kerry", comentó ahora Cuesta Morúa sobre una posible reunión con el secretario de Estado norteamericano en La Habana.
Aunque las antiguas Secciones de Intereses de Cuba y de Estados Unidos en La Habana ya son formalmente embajadas desde julio, ambas legaciones están aún a la espera del nombramiento de sus respectivos embajadores.
En Estados Unidos, la oposición republicana ya ha amenazado con bloquear las designación del futuro embajador en La Habana. El Senado, dominado por los republicanos, debe confirmar el nombramiento y eso podría llevar meses. La falta del confirmación, sin embargo, no tendría repercusión práctica en el funcionamiento del día a día de la embajada.
La pugna por Cuba también amenaza con trasladarse a la campaña por las elecciones presidenciales de 2016. Dos de los candidatos a las primarias republicanas son de origen cubano: Ted Cruz y Marco Rubio. Y Jeb Bush fue gobernador de Florida, bastión del exilio cubano.
Rubio ya ha dicho que se opondrá al nombramiento de un futuro embajador de Estados Unidos en La Habana hasta que el gobierno de Raúl Castro no realice una serie de reformas políticas y se hagan progresos en la isla en materia de derechos humanos.