Florencia Arri
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Los automóvilistas estacionan sobre las ciclovías de calles Ituzaingó, Marcial Candioti y Gobernador Candioti.
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Lunes, 13 horas. Marcela regresaba del trabajo pedaleando por el carril para bicicletas de calle Ituzaingó. Vio de lejos a una mujer hablando en la vereda, apoyada sobre su auto, estacionado sobre el carril de bicicletas. Para poder pasarla, se salió del carril e ingresó en el carril rápido de autos. Como el semáforo estaba en rojo, volvió a la senda y se detuvo frente al auto de la señora.
“Estaba tomando agua cuando la señora comenzó a tocar bocina desesperada. Le expliqué que estaba en mi lugar porque ese carril es para bicis, que era ella la mal ubicada, pero todo lo que obtuve fueron gritos e insultos”, contó. En la esquina de Ituzaingó y Necochea la escena se repite con frecuencia: los automóviles muchas veces no respetan la bicisenda y estacionan sobre ella.
En horarios pico, como el mediodía, la concentración del tránsito hace difícil encontrar un espacio para estacionar y muchos optan por dejar el auto en la bicisenda. Y, al mismo tiempo, quienes se dirigen hacia o desde el trabajo a pedal utilizan la ciclovía y deben esquivar los autos mal estacionados sobre su carril e ingresar al carril izquierdo de la calle, donde los autos pasan con más velocidad.
“Si le sumamos que la rueda resbala al pisar los tapones de plástico amarillo que demarcan la senda es un verdadero peligro”, contó Hugo Cáceres Colovich a bordo de su bici en Marcial Candioti, en su camino de ida a trabajar.
Cansado de vivir situaciones similares a las que vivió Marcela, Hugo utiliza la cámara de su celular y le saca fotos a los autos que obstruyen la ciclovía que luego envía al municipio, con pedido de multa, a través del Facebook del intendente José Corral. “La gente piensa que poniendo balizas puede parar en cualquier lado y en realidad no cae en cuenta de que, más allá de la falta, pone a los ciclistas en riesgo”, expresó Cáceres Colovich.
Más allá de la multa
En una recorrida realizada al mediodía por las tres bicisendas del barrio Candioti Sud, las 12 cuadras por las que se extiende la ciclovía de Marcial Candioti y las 13 de Ituzaingó tenían autos estacionados sobre la vía. No así las 9 de Gobernador Candioti, una vía menos transitada por automóviles y bicicletas en la que sólo se hallaron autos en falta en forma excepcional.
En Ituzaingó al 1800 y 1700, padres de los alumnos de la Escuela Nº 6 Mariano Moreno y el Colegio La Salle colmaban la cuadra. “Suele haber inspector pero hoy no está, así que paré 10 minutos acá porque no puedo caminar varias cuadras con los chicos”, se excusó Julio A, con las manos apoyadas en el volante. “A mi señora ya le pusieron una multa por parar acá pero bueno, si no es acá no hay dónde dejar el auto”, explicó Carlos M., mientras subía a su hijo y su mochila al automóvil.
Los únicos autorizados a detenerse sobre la ciclovía en la puerta de la Escuela Moreno son los transportes escolares, y sólo en los 15 minutos previos y posteriores al horario de entrada y salida de los 500 alumnos que asisten al turno mañana: a las 8 y a las 12.15.
La directora de la Moreno, Analía Domínguez, reconoció que el carril de bicicletas sobre la fachada de la escuela es un problema. “No fuimos consultados por la implementación de la bicisenda, al principio fue difícil organizar a los transportistas pero el permiso excepcional nos ayudó bastante. De todos modos, para nosotros es un problema porque los chicos suben y bajan del lado de la calle, y los papás siguen estacionados, incluso ante los ojos de los inspectores”, expresó Domínguez.
La escuela elaboró un programa de educación vial que trabajan en forma transversal con todos los alumnos, durante el año lectivo, y que incluye el tema de las ciclovías. “Trabajamos con los chicos para que eduquen a sus padres, pero la situación se repite a diario”, agregó la directora.
Una situación similar se produce en la cuadra del 1700, donde abuelos y papás estacionan sobre la bicisenda para dejar o retirar a los alumnos del jardín de infantes del Colegio La Salle Jobson.
Control municipal
Al tanto de este tipo de situaciones, el municipio intenta ordenar el tránsito y hacer cumplir la exclusividad de bicicletas en las sendas mediante el control de inspectores, ya sea en bicicleta o de a pie. “De todos modos, no podemos tener un inspector en forma permanente: en estos días en que hay tantos cortes de tránsito en el microcentro por el plan de bacheo, por ejemplo”, explicó el secretario de Control, Ramiro Dall Aglio.
El funcionario destacó que se prioriza la presencia fija de inspectores en otras 25 escuelas con ingreso y egreso de alumnos crítico por situaciones de tránsito complejas y que no pueden cumplir a diario con la presencia en calle Ituzaingó. Marcial Candioti es más controlada porque está dentro de un circuito que realizan los inspectores a diario. Pero, más allá de las multas, la infracción es permanente.
“Estamos todas las veces que podemos y garantizamos el no estacionamiento sobre la ciclovía, pero en el momento en que se va el inspector se vuelve a llenar de autos”, reconoció Dall Aglio.
Ciclovía pendiente
La demarcación e implementación de las bicisendas de barrio Candioti Sud están reglamentadas por la Ordenanza N° 12.128. La norma también contempla una bicisenda en el cantero central de calle Vélez Sarsfield entre Gobernador Candioti y Bulevar Gálvez, que la Municipalidad contempla realizar el año que viene. Este tramo conecta los senderos de Ituzaingó y Gobernador Candioti con la bicisenda que nace en paralelo a Vélez Sarsfield hacia el norte de la ciudad, sobre el predio de la Estación Belgrano.