Luis Amsler
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En mayo, aquellas instituciones barriales que se encuentran funcionando recibieron por primera vez el Fondo de Asistencia Vecinal, con el objetivo de que puedan regularizar sus situaciones contables y legales.
En estos espacios, se efectúan talleres municipales y propios, desarrollan actividades en fechas especiales, e incluso el gobierno llega con servicios varios para la población. Además de todo lo nombrado, estos centros barriales se convirtieron en lugares de contención de los habitantes en contextos complicados.
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Desde siempre, las asociaciones vecinales han sido los espacios barriales donde los habitantes concurren por diversos motivos: problemáticas generales (seguridad, servicios y reclamos varios), diversión, deporte o simplemente para tomar unos mates y conocerse entre todos los vecinos. Sin embargo, con el correr de los años estos lugares de encuentro fueron perdiendo fuerza y hasta incluso por desinterés, indiferencia o desapego, las personas los fueron dejando de lado. Así, muchos de estos sitios pasaron de ser puntos activos de concurrencia, a una simple construcción olvidada. A pesar de esta realidad, en Santo Tomé se trabaja con intensidad para que estas instituciones vuelvan a posicionarse con la firmeza que alguna vez tuvieron. Y los logros en los últimos años ratifican esta afirmación.
De las 21 vecinales que actualmente existen en Santo Tomé, 14 se encuentran funcionando con sus comisiones directivas: Villa Luján, General Paz, Sarmiento, Villa Libertad, Oeste, Adelina Centro, San Martín, 7 de Marzo, Sargento Cabral, Dos Rutas, Simón de Iriondo, Chaparral, René Favaloro y Santo Tomás de Aquino. En tanto, las acéfalas hasta el momento son Adelina Este, San Ignacio de Loyola, Las Vegas, Centro y Estanislao López.
Por su parte, Adelina Oeste se encuentra atravesando su proceso de normalización, en donde ya terminó el plazo de afiliación (con más de 70 socios) y se está en la etapa de presentación de listas por parte de los grupos interesados en conducir los futuros pasos de la entidad barrial. Al igual que esta última, 12 de Septiembre también atraviesa una situación similar. Estos datos fueron aportados por la actual directora de Relaciones Institucionales de la Municipalidad de Santo Tomé, Elena Colzani, quien describió el presente de estas entidades y ponderó el trabajo que desde hace varios años lleva adelante esta área.
Fondo de Asistencia
“Estamos sumamente activos y trabajando por las vecinales de la ciudad, incluso lo que hoy estamos haciendo con Adelina Oeste ya lo hicimos con Villa Libertad, en donde normalizamos toda su situación y el mes pasado ya comenzó a trabajar la nueva comisión directiva”, precisó la funcionaria. Un ejemplo de la labor que hoy se desarrolla con las vecinales y la preocupación que existe para que éstas puedan desarrollar sus actividades, fue la concreción del primer desembolso del Fondo de Asistencia Vecinal. Se trata de un proyecto que fue aprobado por el Concejo a finales del año pasado que permite el otorgamiento de montos de dinero por parte del Municipio a aquellas entidades barriales que cumplan con los requisitos planteados en la resolución 3178 /16.
Aquí hay una cuestión a remarcar, según explicó Colzani. A excepción de la San Martín, todas las vecinales de la ciudad tenían problemas con los papeles necesarios para trabajar en regla, es decir balances contables, memoria y personería jurídica. Estos trámites son muy caros y demandan una erogación de fondos que hoy las instituciones no tienen. Dada la situación generalizada de la mayoría de las vecinales, desde el Municipio se optó por realizar las dos primeras entregas de dinero sin solicitar este requisito, a pesar de que la nombrada resolución plantea que para otorgar el FAV se debe poseer estos trámites al día. El objetivo es que con estas partidas se puedan poner en regla para funcionar como la ley demanda. “En mayo, le dimos a cada una $ 13.500 para comenzar con los trámites, y haremos la segunda entrega el próximo 20 de agosto; pero el tercer monto de dinero -que se entregaría en diciembre- no se otorgará a menos que presenten los papeles exigidos por la normativa”, explicó Colzani.
Trabajo permanente
En la actualidad, las asociaciones vecinales se convirtieron en puntos de encuentro permanente para los ciudadanos santotomesinos. En aquellas que hoy cuentan con su sede, se desarrollan actividades que son impulsadas por las propias entidades y otras que forman parte de los talleres barriales “Viví tu Barrio”, ofrecidos por la Municipalidad. Las que cuentan con su casa propia son Simón de Iriondo, Oeste, Libertad, Sargento Cabral, Sarmiento, Adelina Oeste, Villa Luján, 12 de Septiembre, San Martín, 7 de Marzo y General Paz. Cabe aclarar que Adelina Este también tiene sede, pero un incendio ocurrido tiempo atrás la dejó en pésimas condiciones, prácticamente inutilizable. En tanto, otras dos cuentan con terrenos a su nombre, con miras a construir sus establecimientos: Adelina Centro y René Favaloro.
En estos espacios, se llevan adelante festejos por fechas especiales, como el Día del Niño; reuniones por problemáticas coyunturales, como la inseguridad; la venta de garrafas sociales, que llega a casi todos los barrios y su comercialización se produce en estos sitios; y también todos los sábados la Oficina de Empleo municipal visita distintos puntos con el objetivo de informar a los vecinos sobre capacitaciones y opciones laborales existentes. Asimismo, desde hace unos 8 años se realizan en estos espacios las castraciones de perro y gatos, acciones que ahora se ven complementadas con las vacunaciones antirrábicas efectuadas todos los jueves. Hay otras que si bien no tienen sede, utilizan espacios municipales para trabajar, como el caso de Chaparral. En el Centro Comunitario del lugar, se realizan múltiples actividades destinadas a los vecinos de la jurisdicción.
Acefalías en la mira
Muchas vecinales actualmente se encuentran acéfalas, un fenómeno que se genera por la falta de entusiasmo y las dificultades que muchos tuvieron para llevar a cabo la conducción. Así lo explicó Elena Colzani, quien afirmó que a veces “esto sucedía porque no tenían ingresos, por lo que creemos que a partir de ahora, con el FAV, esto se va a revertir”. “En varios casos, las comisiones directivas empezaban con ganas, pero después se cayeron por muchos motivos, entre ellos el económico; hacían socios pero no podían cobrarles para que de esa forma puedan mantener activa la entidad, por lo que se desmoralizaban y terminaban abandonando todo”, comentó la directora de Relaciones Institucionales.
“Usualmente, las comisiones tienen entre 15 ó 20 personas, pero siempre terminaban trabajando unos pocos. Sin embargo, creo que esta ayuda financiera que comenzamos a dar a cada una de ellas, más las otras acciones que encaramos en conjunto con las vecinales y la Municipalidad, están cambiando todo esto y hoy los vecinos se sienten verdaderamente representados por estos espacios”, explicó.
“Considero que la gente no se da cuenta de lo útiles que son estas instituciones hasta que pasan cosas, como por ejemplo las inundaciones; cuando sucedió este fenómeno, los vecinos entendieron que pueden ir a preguntar o pedir ayuda, y eso da cuenta de un cambio de paradigma sobre este tema”, completó Colzani.