Redacción de El Litoral
Desde 2004 y en homenaje a ellas, el 22 de octubre fue instituido el Día Nacional por el Derecho a la Identidad por el Congreso de la Nación.
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Télam
Las Abuelas de Plaza de Mayo cumplen este domingo 40 años de la creación formal de la institución, aunque su lucha comenzó al poco tiempo de iniciada la dictadura cívico militar, cuando tomaron conocimiento de que los familiares de los desaparecidos descubrieron que muchos padres habían sido secuestrados junto a sus hijos y que habían nacido bebés durante el cautiverio de sus madres embarazadas. La conmemoración estará atravesada por el reclamo de justicia por Santiago Maldonado.
Desde 2004 y en homenaje a ellas, el 22 de octubre fue instituido el Día Nacional por el Derecho a la Identidad por el Congreso de la Nación. A los pocos meses de abril de 1977, mientras las madres que buscaban a sus hijos secuestrados y desaparecidos por el terrorismo de Estado comenzaron a encontrarse cada jueves en la Plaza de Mayo, dando inicio al movimiento Madres de Plaza de Mayo, en la ciudad de La Plata se reunían por primera vez Alicia “Licha” Zubasnabar de De la Cuadra y María Isabel “Chicha” Chorobik de Mariani.
Las historias de cada abuela con nietos desaparecidos se cruzaron junto con la información de que en Buenos Aires y en La Plata otras mujeres se reunían para buscar a seres queridos que habían sido arrancados de sus familias.
“El día que conocí a Alicia, ella estaba con un salto de cama rosado y ordenaba su casa. Empezamos a charlar y perdimos la noción del tiempo. Ese día empecé a descubrir lo que realmente estaba pasando y a entender que la búsqueda debía hacerse de otra manera, que no había un solo niño desaparecido sino por lo menos dos. Y si habían dos, ¿cuántos más podrían ser? Por primera vez tuve la horrorosa sensación de que no encontrábamos a los niños porque no nos los querían entregar” contó Mariani en una entrevista publicada en el libro Historia de los Organismos de Derechos Humanos publicado por la Comisión Provincial de la Memoria.
Ambas crearon “Abuelas Argentinas con Nietos Desaparecidos”, que luego se transformó en Abuelas de Plaza de Mayo. Su primera presidenta fue De La Cuadra, quien dejó el cargo en 1982 cuando cedió el puesto a “Chicha” Mariani, quien se separó de la entidad en 1989.
Las primeras
Las 12 primeras madres-abuelas comenzaron a participar de las rondas alrededor de la Pirámide de Mayo e iniciaron el camino de 40 años de búsqueda fueron Raquel Radio de Marizcurrena, Clara Jurado, María Eugenia Cassinelli de García Iruretagoyena, Haydée Vallino de Lemos, “Licha” de De la Cuadra, Leontina Puebla de Pérez, Beatriz Aicardi de Neuhaus, Eva Márquez de Castillo Barrios, “Chicha” Mariani, Vilma Delinda Sesarego de Gutiérrez y Mirta Acuña de Baravelle.
“Licha” de De la Cuadra falleció en 2008, a los 92 años, buscando a su nieta Ana Libertad identificada en 2010 como nieta número 115. Mariani continúa hoy, a los 93 años, buscando a su nieta Clara Anahí, secuestrada el 24 de noviembre de 1976 a los tres meses de vida cuando un grupo comando ingresó a la casa donde se encontraba asesinando a todas las personas adultas presentes, entre ellas su nuera Diana Teruggi, y llevándose con vida a su nieta.
Avances
La persistencia de la lucha de Abuelas, no solo en Argentina sino en el mundo, permitió que, en 1987, el Congreso aprobara la ley 23.511 que creó el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), único en el mundo, cuya función es la de conservar muestras de sangre de familiares de desaparecidos para efectuar la comparación genética con personas cuya identidad es dudosa.
En la misma línea de reclamos al Estado, las Abuelas lograron -en 1992- la creación de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi), organismo que funciona en el ámbito de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y que recibe denuncias, investiga y realiza el seguimiento de cada caso, tramita los análisis de ADN en el BNDG y brinda asesoramiento psicológico a los nietos restituidos.
Después de 35 años, quedó demostrada judicialmente la existencia de un plan sistemático de apropiación de niños que nacían en verdaderas maternidades clandestinas, cuyas madres eran despojadas de sus bebés y asesinadas después del parto y sus hijos entregados a familiares y allegados a los represores.
El primer fallo histórico ocurrió el 5 de julio de 2012, que condenó al dictador Jorge Rafael Videla a 50 años de reclusión - la máxima sanción prevista-, al ex marino Jorge “Tigre” Acosta, responsable operativo del centro clandestino que funcionó en la ESMA, a 30 años; y a 15 años de prisión al ex dictador Reynaldo Bignone, último presidente de facto.
Desde 1989, es titular de la entidad Estela de Carlotto, quien se acercó a Abuelas en 1978, tras el secuestro de su hija Laura, quien dio a luz a un niño en el centro clandestino “La Cacha” en la ciudad de La Plata y fue asesinada el 25 de agosto de 1978.
El 5 de agosto de 2014, la jueza federal María Romilda Servini de Cubría confirmó los resultados de los análisis de ADN que permitieron identificar al nieto de Carlotto, que se había acercado poco tiempo antes a Abuelas de Plaza de Mayo para realizarse los estudios de ADN.
Ignacio Montoya Carlotto nació el 26 de junio de 1978 en el Hospital Militar y fue anotado como hijo propio de un matrimonio que se encuentra procesado por el delito de apropiación.
124
Con 124 nietos identificados, las Abuelas de Plaza de Mayo siguen buscando a más de 350 hijos de desaparecidos y celebrarán el aniversario número 40 el próximo jueves, con un espectáculo en el Centro Cultural Kirchner.