Enrique Cruz (h)
Arrancó mal, lo dio vuelta y cuando estaba para golear, se lo empataron. Ahí vino la expulsión de Brítez y con 10 lo fue a buscar y lo ganó. Unión jugó mejor y lo mereció.
Enrique Cruz (h)
(Enviado Especial a Paraná)
Hubo de todo en el partido. Hubo algo de “heroico”, porque cuando lo expulsaron a Brítez, el partido estaba empatado; pero también hubo justicia, porque más allá de los errores defensivos en las pelotas aéreas que llovieron sobre el área de Nereo, Unión fue más que Patronato y mereció el triunfo ante un rival que también buscó, pero que en el manejo de la pelota, sobre todo, se vio superado por un Unión que había arrancado mal el partido pero que luego se plantó e hizo figura a Bértoli en estos primeros 10 minutos arrolladores del segundo tiempo en el que debió liquidar el encuentro.
Unión estaba más cerca del 3 a 1 que Patronato del empate. Pero así como Patronato lo había “primereado” bien pero no pudo mantener casi nada esa ventaja inicial porque Unión se lo dio vuelta a los 20 minutos, cuando lo echaron a Brítez y con el 2-2, las dudas sobre el destino final del partido eran muy grandes y estaba abierto a cualquier posibilidad.
* 1) Fue un partido abierto, muy atractivo, intenso a pesar del calor y los dos jugaron a ganar porque necesitaban y querían ganar.
* 2) Unión sintió la ausencia de Gómez Andrade, sobre todo por su importancia en el juego aéreo defensivo. Al equipo le marcaron dos goles por la vía del cabezazo y tanto Brítez como Blasi no pudieron darle solidez al sector derecho de la defensa. Ahí, en ese callejón, estuvieron los principales problemas, sobre todo con el juego de Cáceres y las apariciones de Balboa.
* 3) Unión crece cuando se afirman los dos volantes centrales. Son clave e hicieron un buen partido. Acevedo mejoró en ese “famoso” primer pase; y lo de Mauro Pittón ya es una gratísima y concreta realidad: no para de correr, de meter y de jugar, apareciendo en cualquier sector de la cancha para sorprender.
* 4) Gamba y Soldano volvieron a ser “los de antes”. Chacarita los había anulado; y en River, Soldano falló en lo que un “9” no puede fallar: marcar goles cuando le sobran oportunidades. Gamba fue el reflejo de lo que es Unión: activo, participativo (estuvo en los tres goles), metedor; Soldano no perdonó en la primera jugada que tuvo, “cargando” lícitamente sobre Bértoli en una pelota que era más para perder que para ganar.
* 5) El partido podría haberse dado vuelta si es que Unión no creía en sus propias fuerzas y no reaccionaba de la manera en que reaccionó ante el segundo gol de Patronato y la expulsión de Brítez. En estos casos, los partidos casi siempre se terminan perdiendo. Y si esto ocurría —incluso con el empate mismo— iba a ser injusto porque en el manejo de la pelota, Unión fue más que Patronato.
Hay un sello, un ADN que distingue a este equipo de Madelón. Sin dudas, el funcionamiento está por encima de las individualidades. Podrán jugar bien o muy bien algunos y no tan bien otros, pero nadie ignora que hay una claridad conceptual en cuanto al libreto, con algunos ejecutantes que también saben aportar virtudes que al equipo le faltaban, como por ejemplo, la voz de mando y esa seguridad que viene de la mano de sus cualidades y la experiencia de un jugador como Bottinelli, que ha elevado el rendimiento de sus compañeros.
Unión es un equipo con variantes, que jamás renuncia a atacar por más que muchas veces lo haga de contragolpe (porque le conviene), que tiene dos jugadores muy importantes en el medio que recuperan y juegan como Mauro Pittón y Acevedo, más el momento de los dos delanteros, que han marcado muchos goles y que son una pieza fundamental en ese engranaje que supo trabajar el técnico para encontrarle un funcionamiento aceitado al equipo.
Conocedor de sus limitaciones, Unión potencia todo lo que tiene a su alcance. Y más allá de las quejas de Madelón —entendibles—, su equipo ha demostrado que está capacitado para el esfuerzo. La intensidad, el esfuerzo y el sacrificio no se negocian en este equipo. Eso queda muy claro.
“Fue un partido durísimo. Patronato se hace muy fuerte de local y nos costó; pero lo ganamos bien, tratando muy bien la pelota. En el segundo tiempo sentimos mucho el esfuerzo de los tres partidos seguidos, pero lo pudimos ganar. Una pena que no lo pudimos liquidar un rato antes, porque tuvimos las situaciones y sufrimos mucho en forma innecesaria, pero gracias a Dios lo ganamos. El festejo es porque mi hermano es tatuador, la seña de la nariz es por mi novia y las manos para arriba por mi vieja”.
Lucas Gamba
Delantero de Unión