Joaquín Fidalgo
Ocurrió en las inmediaciones de la escuela n° 533, ubicada en la Manzana 7. El presunto agresor fue detenido y trasladado a sede policial. Fuerte operativo policial en el distrito costero.
Joaquín Fidalgo
Vanesa Castillo tenía 30 años y era madre soltera de una pequeña de 11. Residía en Santa Rosa de Calchines, localidad ubicada 40 kilómetros al norte de nuestra ciudad, y se desempeñaba como maestra en la Escuela Victoriano Montes del distrito costero de Alto Verde, en esta capital provincial. Desde hace tres años viajaba todas la mañanas para enseñar a sus alumnos. “No faltaba nunca”, aseguró una de sus compañeras. “Hace un año pudo comprarse una moto para no tener que levantarse a las 5 de la madrugada para tomar el colectivo”, acotó otra.
Además de ejercer la docencia, esta mujer estudiaba Profesorado de Historia. No paraba de luchar por una vida mejor para ella y su hija. Este jueves fue brutalmente asesinada cuando salía de su establecimiento educativo, en inmediaciones de la Manzana 7.
Su cuerpo maltrecho quedó tendido entre montículos de tierra levantados por obreros que realizan mejoras sobre la avenida principal Demetrio Gómez. Allí se desangró mientras esperaba la llegada de la ambulancia.
Las circunstancias del hecho recién están comenzando a ser investigadas. Por el momento, lo seguro es que Vanesa terminó su turno apenas después de las 12 de este jueves y salió por el portón con su moto. “Saludó y se fue. Era muy buena y muy atenta”, recordó la portera del establecimiento, que poco después escuchó sus gritos desesperados.
Según se desprende de distintos testimonios, cuando la maestra -que el año pasado tuvo a su cargo uno de los séptimos grados- avanzó unos metros fue sorprendida por el asesino, que se subió a la parte trasera de su vehículo y comenzó a apuñalarla por la espalda sin piedad con una filosa y larga “chuza” (arma blanca de fabricación casera).
La mujer cayó desplomada, mientras una de sus compañeras y un vecino espantaron a los gritos al criminal y lo persiguieron hasta su casa, ubicada a escasos metros de la escuela.
Este sujeto, luego identificado como Juan Ramón Cano, echó a su madre y se “atrincheró” en su pieza. Con el correr de los minutos, personal de Prefectura Naval y policías de distintas agrupaciones acorralaron al sospechoso. Los uniformados tuvieron que repartirse tareas para tratar de arrestar al prófugo y a la vez contener a una muchedumbre que se mostraba agresiva y con intenciones de vengar la muerte de la maestra. El presunto asesino se entregó una hora más tarde.
Cuando la ambulancia del servicio de emergencias llegó a la escena, el estado de Vanesa era crítico. El equipo médico trabajó en el lugar para tratar de mantenerla con vida y luego la trasladó de urgencia al Hospital Cullen, en medio de un impresionante despliegue de patrulleros que fueron abriendo paso por las calles de la ciudad. Todo fue en vano. La mujer murió antes de llegar. La autopsia reveló que había sido apuñalada una decena de veces.
“Injusticia”
“Hace tres años que trabajaba en la escuela. Primero hizo reemplazos, después fue interina... ahora iba a titularizar. Era nuestra amiga, nuestra compañera. Quería mucho a su escuela y a sus chicos. Es una injusticia muy grande lo que pasó. La ambulancia demoró media hora. Ella murió desangrada. Todos lo conocen al asesino, fue alumno de la escuela. Hacía dos días que había salido de la cárcel. Ahora no sé qué vamos a hacer. No están dadas las condiciones para trabajar”, se quejó una compañera de la víctima, en la sala de Guardia del Hospital Cullen, poco después de que las autoridades confirmaron la muerte de la mujer.
El caso está en manos de personal de la Policía de Investigaciones, bajo las órdenes del fiscal Andrés Marchi. Por el momento, la principal hipótesis apunta a la tentativa de robo, pero no se descartan otras posibilidades, más aún si se tiene en cuenta que la moto quedó tirada junto a la víctima, que además tenía todas sus pertenencias.
Reincidente
Cano -quien era conocido como “Chancho” o “Chacho”- tenía un arma blanca “tumbera” cuando fue aprehendido. Se presume que fue el arma utilizada en el crimen. Seguramente aprendió a fabricarla durante su estadía en la cárcel de Coronda. Este hombre fue condenado años atrás por numerosos delitos como robo, tentativa de homicidio, abuso sexual simple, amenazas, portación y abuso de arma de fuego. Se encontraba en libertad desde hace no mucho tiempo, luego de cumplir una pena de tres años de prisión.
Según aseguraron sus familiares, Cano era adicto a las drogas, por lo que muchas veces habían tratado de internarlo en distintos centros de ayuda. Todos los intentos fueron en vano.
Duelo
La Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafe) decretó una jornada de duelo provincial por el crimen de la maestra. “Nos falta una seño. Justicia por Vanesa”, es la consigna del gremio docente, que además reclama seguridad y más trabajo en las escuelas para enseñar el respeto por la vida y la prevención de la violencia.