Emerio Agretti | [email protected]
José Peretti sostiene que la principal causa de mortalidad materna no son los abortos clandestinos, sino la insuficiente atención obstétrica.
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El obstetra José Peretti abordó la cuestión a partir de una serie de datos vinculados al área de salud. “Al ser médico ginecólogo y obstetra vi que la fundamentación con la que se argumenta para despenalizar el aborto tiene por objeto la mortalidad materna.
En este sentido, presenté las Estadísticas Vitales Nacionales, que se encuentran al alcance de cualquiera y que se publican anualmente. Los datos correspondientes al año 2016 fueron los últimos y se muestra que hubo doscientas cuarenta y cinco muertes maternas, de las cuales cuarenta y tres eran relacionadas con abortos.
Pero no todas las cifras corresponden a casos de abortos clandestinos, sino que la metodología marca que muchas veces se da por abortos espontáneos, embarazos extra-uterinos y las producidas por la enfermedad del trofoblasto.
—¿Entiende que estos datos no se leen de manera correcta?
— Se parte de una idea errónea, que es pensar que hay una gran cantidad de muertes que se pueden evitar. En contraste con esas cifras, las muertes maternas por causas obtétricas directas -del mismo embarazo- son ciento treinta y cinco, triplicando la razón de las causas propias de la práctica del aborto.
En las mismas estadísticas se aprecia una desigualdad en la distribución del país en cuanto a muertes de causas obstétricas. En Formosa y Salta, las muertes son nueve veces mayores que en Capital Federal o Santa Fe.
—¿Usted plantea que el problema de fondo es otro?
—Hay un problema, que es que no se pudo disminuir la cantidad de muertes maternas. A partir de ahí, están quienes plantean que se podrán disminuir con la realización de abortos a voluntad. En mi caso, planteo que lo que se ve en los datos arroja que las muertes son mayores en cuanto a la atención insuficiente del parto, antes que abortos clandestinos.
Existen normas a las cuales el país adhiere que son las condiciones obstétricas y neonatales esenciales en favor de disminuir la mortalidad materna. Una serie de pautas que se deben cumplir como por ejemplo realizar procedimientos quirúrgicos, que tenga sangre segura, derivación oportuna a los lugares de mayor complejidad. Sólo el 38% de las maternidades cuenta con esas normas. Es decir que más del 60% no cumple con los condicionamientos básicos y esenciales.
Lamentablemente esto se traduce en que en Argentina no es lo mismo nacer en Salta que en Santa Fe, en Mendoza o en Rosario. Esa desigualdad a nivel de atención de salud también debería tutelar, una estrategia que debiera ser llevada adelante por los Estados.
— ¿Cuál es la situación en Santa Fe?
— En nuestra provincia durante el 2016 hubo nueve muertes maternas, de las cuales dos fueron relacionadas con patologías vinculadas al aborto; que no indican necesariamente que haya habido un aborto clandestino, y la mayoría sucedió en el norte de Santa Fe.
En el mismo período, en la provincia hubo ciento noventa muertes relacionadas con cáncer de cuello uterino. Esos datos tampoco son tomados para argumentos, siendo que hace sesenta años se sabe que esta enfermedad se previene con el exámen del Papanicolau, una estrategia de salud simple.
Los datos y estadísticas me parecen importantes porque arrojan números certeros y no cifras de fantasía. Dan un contexto para saber de qué estamos hablando cuando hablamos de muerte materna. Toda muerte, así sea una sola, vale. Pero todavía hay más muertes por cáncer de cuello uterino y accidente de tránsito de mujeres en edad reproductiva que las referidas a los abortos clandestinos.
— Usted apunta aquí al argumento de la protección de la salud de la mujer
— Es que la práctica de interrumpir un embarazo no está exenta de riesgo. Un embarazo que termina en aborto por decisión tiene hasta cinco veces más posibilidades de riesgo de muerte que si no se hiciera y continuara su rumbo. Esto es así porque todo lo que el médico usa en el procedimiento, tiene una tasa de complicación que no existe de antemano. Se vuelve una intervención innecesaria en una mujer a priori sana.
Si nosotros planteamos que no hay condiciones para hacer partos en casi el sesenta por ciento de los lugares donde se realizan, ¿qué nos asegura que sí los haya para que el aborto sea seguro?. ¿Tendrá el país la capacidad para realizar una gran cantidad de abortos seguros, teniendo en cuenta que no se tiene la capacidad para realizar partos con las condiciones mínimas que se requieren?
Última jornada
En la jornada de cierre fueron incluidos entre los expositores varios santafesinos. En contra de la despenalización, Carmen González, decana de la Facultad de Filosofía de la Ucsf y Guillermo Kerz, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Ucsf.
A favor, la gremialista Sonia Alesso y las periodistas Mariana Steckler y Sonia Tessa. También a favor, el ex ministro de Salud Ginés González García, el constitucionalista Ricardo Gil Lavedra, la investigadora Diana Maffía y la actriz Dolores Fonzi.