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Funcionarios municipales, junto a integrantes de entidades vinculadas al turismo, brindaron detalles sobre la cantidad de espectadores, ocupación hotelera e impacto en el sector gastronómico, entre otros indicadores.
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Calor, frío, viento, lluvia son algunos de los condimentos que tuvo la edición 2018 del Súper TC 2000 en el circuito callejero “Santa Fe Ciudad”, algo que ya se convirtió en una tradición de la capital provincial. Si bien todavía no se terminaron de hacer los “números finos”, el saldo del movimiento económico global fue de algo más de $ 100 millones, según la estimación oficial que confirmó el intendente José Corral, quien agregó que “las carreras fueron exitosas y muy vistosas desde lo deportivo. El callejero de Santa Fe estuvo nuevamente a la altura de las expectativas”.
En todo el fin de semana hubo unas 120.000 personas que participaron en las actividades. Los hoteles de la zona estuvieron completos, incluso en Paraná hubo una importante ocupación por esta fecha del Súper TC 2000. También vino a Santa Fe gente de Coronda, Rafaela, Gálvez, Reconquista y un gran número de rosarinos.
Como en cada edición, llegaron además fanáticos de Córdoba, Entre Ríos, San Juan, Tucumán, Mendoza, Jujuy, Santa Cruz y en mayor número de Buenos Aires. Según los datos del municipio, unos 3.500 turistas estuvieron en la ciudad por dos noches. También hay un porcentaje importante de gente que no pernocta pero que consume en los comercios y bares de la ciudad durante los tres días de pruebas y competencias.
El intendente aseguró que para Santa Fe, hacer el callejero es “una inversión”, porque “lo que invierte la ciudad es mucho menos de lo que queda, es una industria sin chimenea que ocupa a miles de personas”. Y destacó la ocupación de las “3.500 plazas hoteleras, que a su vez es gente que come en la ciudad, compran y cargan en las estaciones de servicio de acá”, por eso “hacer el callejero genera mucha actividad económica, que en momentos de dificultad económica, vale más”.
También señaló que la actividad se hizo “sólo con esfuerzo de la ciudad porque el gobierno de la provincia no colaboró con el auspicio de un solo peso, y tampoco tuvimos ayuda de Nación”.
“A pesar de la crisis, las dificultades, la lluvia, el callejero escribió un renglón más en su historia. Es una tradición para la ciudad, para los autos y para el deporte argentino. Por ende, podemos hablar de este balance positivo, de algo que siempre se hace trabajando en equipo”, concluyó Corral.
La visión de Abrazian
En una entrevista con El Litoral, Antonio Abrazian, presidente del Súper TC 2000, había anticipado que el movimiento económico de la carrera iba a estar cerca de los $ 100 millones. “Hay tres impactos económicos. El primero es el turístico; es decir, la gente que atrae el evento, más allá de la que vive en Santa Fe. El segundo es lo que genera la propia carrera y el tercero es el movimiento que implica el hecho de que miles de santafesinos se muevan dentro de su propia ciudad y consuman más que en un fin de semana normal”, explicó.
Además indicó que el movimiento de la categoría -pilotos, equipos, logística, etc.- supone traer unas 2.500 personas a la ciudad, sin contar la gente que durante un mes arma el circuito. Están en la ciudad un promedio de tres días y consumen unos 2.000 pesos por día, considerando alojamiento y comidas.
El movimiento turístico también es importante. “En el caso de Santa Fe estimamos que el 40 % de la gente que se acerca para la carrera no vive en la ciudad (unas 40.000 personas). Los que se quedan a dormir, porque algunos van y vienen en el día, consumen unos 3.000 pesos por día en alojamiento, comida y paseos, aproximadamente”, concluyó Abrazian.