Por Josefina Renzulli
La orientación vocacional tiene por finalidad acompañar a un joven en un proceso de elección que será clave para su futuro.
Por Josefina Renzulli
Lic. en psicología . Mat. Prov. N° 1819.
La adolescencia constituye una etapa de la vida en la que se suceden una serie de cambios no sólo a nivel físico, sino también a nivel emocional, social y del desarrollo intelectual. Estos cambios sitúan a la persona ante una nueva forma de vivenciarse a si misma y al entorno que le rodea.
Al finalizar el colegio, los jóvenes se enfrentan a un verdadero desafío: elegir el futuro de acuerdo a su vocación. “¿Qué voy a hacer cuando termine el colegio? ¿Voy a estudiar o voy a trabajar? ¿Qué carrera voy a seguir?”... Esas son las preguntas más frecuentes que se plantean.
La finalización de la escuela secundaria los enfrenta a grandes cambios. Allí conocían sus reglas, sus compañeros, sus roles en los grupos, eran los más grandes. Todo ello les brindaba seguridad y sensación de dominio.
Todas las personas a medida que van creciendo, van tomando decisiones. Desde chicos ya se eligen, por ejemplo, los amigos, los deportes, las cosas que agradan y las que no.
La toma de decisiones puede resultar un proceso complejo. Una de las decisiones más importantes tiene que ver con la elección de un futuro profesional. La vocación es algo que comienza a construirse en los inicios de la vida individual, en el crisol de la familia.
Todos los adolescentes en algún momento se ven acorralados por una crisis personal que es propia de no saber acerca de su futuro. El futuro, que por definición es incierto, desconocido, nuevo.
Algunos deciden seguir la misma carrera que sus padres, sin detenerse a pensar si éste es realmente su deseo. Otras veces puede ocurrir que el joven, por falta de información, manifieste que “no le gusta ninguna carrera”. O por lo contrario, puede suceder que se interese por una gran cantidad de carreras, teniendo que elegir una de ellas, lo cual es una decisión difícil, porque elegir una, implica abandonar el resto. Y esto genera miedo e incertidumbre.
De igual forma surge la confusión por no saber si estudiar lo mismo que sus amigos; por imaginarse que pueden separarse de ellos, muchas veces desean estudiar lo mismo, para permanecer unidos.
La orientación vocacional tiene por finalidad acompañar al joven en este proceso de elección, entendiendo que cada persona es única; por lo cual, este proceso va a ser diferente en cada uno.
Se habla de proceso, ya que tiene una historia de inicio, un desarrollo y un cierre. Cierre que puede ser re-abierto. Como todo proceso, puede acelerarse, detenerse o prolongarse.
La búsqueda vocacional es una tarea personal, donde cada individuo debe reconocerse como protagonista. Para esto, se debe tener en cuenta el dinamismo único de cada personalidad, su estilo de elección e historia personal.
Para elegir una carrera, el joven debe conocerse, identificar sus habilidades, sus aptitudes, su personalidad, ver qué le entusiasma y qué lo motiva.
El apoyo de los padres y la posibilidad de poder despegar su propio deseo del de sus hijos es fundamental a la hora de ayudar a éstos a realizar una adecuada elección vocacional.