Gabriel Rossini / [email protected]
Lifschitz ratificó su decisión de trabajar en la construcción de un tercer espacio político para las presidenciales de este año con distintas fuerzas políticas. Dijo que el 21 de febrero decidirá si es candidato en la provincia y que el único motivo que tiene para hacerlo sería el de integrar una legislatura que tenga la tarea de reformar la Constitución.
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El gobernador de la provincia, Miguel Lifschitz, prevé un 2019 muy complejo desde el punto de vista de la economía porque seguirá en recesión y en lo político porque habrá mucha incertidumbre, donde cree que “si la política no es capaz de construir una tercera alternativa que salga del debate de Cambiemos contra el kirchnerismo -que es un debate viejo que nos retrotrae al 2015 y que no aporta nada nuevo ni genera expectativas en la gente- vamos a un escenario muy complejo”.
Para el primer mandatario provincial, “un triunfo de Cristina sería volver a un kirchnerismo en una especie de remake de la década anterior, con el mismo equipo, las mismas ideas, las mismas propuestas; y si ocurre lo más probable en ese esquema de polarización que es un triunfo del presidente Macri, va a enfrentar una situación muy compleja de la economía, con una situación social complicada, vencimiento de la deuda para los años 2020 y 2021 que dejan al país en una situación muy difícil, muy condicionado por el acuerdo con el FMI, con el crédito político ya gastado los primeros cuatro años, con lo cual va a tener que dar respuestas inmediatas, no va a tener las expectativas y la paciencia ciudadana para esperar resultados y se va a encontrar con un país dividido por la polarización, quebrado por la mitad”.
-¿Se imagina un balotaje entre Cristina y Macri?
-Hoy es el peor de los escenarios. Para nosotros como fuerza alternativa, pero también para Argentina, porque aún pensando cualquiera de las dos posibilidades pondría al país en un riesgo grave de gobernabilidad a partir de 2020. Por eso es indispensable, y en eso estamos trabajando, construir una propuesta que salga de la polarización, que pueda generar un colchón de expectativas y adhesiones políticas de los dos lados, que pueda coser la grieta y tenga sustento político y social en una etapa que va a ser muy difícil.
-¿Cuantas chances hay de que esa alternativa pueda construirse? ¿Depende de la gente, de alguna persona en particular?
-Creo que la sociedad no solamente esta predispuesta, sino que hay un sector amplio que de diversas maneras lo está reclamando. Lo veo en casi todos los sectores, muy preocupados por el futuro. Las posibilidades de que políticamente se pueda concretar están pero falta bastante para que se pueda plasmar. Creo que para que esto tenga viabilidad primero hay que buscar un nombre. En los últimos tiempos apareció el de Roberto Lavagna. No digo que sea la única alternativa pero es una figura que reúne un conjunto de requisitos que lo pondrían en ese lugar. Es una persona con trayectoria, prestigio, que ha mostrado su capacidad para manejar una crisis muy profunda como la de 2001, que además es bien valorado tanto por el peronismo como por el radicalismo que lo llevó de candidato, tiene reconocimiento internacional, también por los empresarios y tiene buena relación con los gremios. Pareciera que es una persona, más allá de su edad, que puede expresar ese nuevo espacio político. Pero después hay que construirlo porque no alcanza solo con un candidato. Desde mi punto de vista ahí habría que sumar lo que hoy se llama el peronismo federal, a sectores del radicalismo, tendría que estar el progresismo. No alcanzaría con el peronismo federal solo.
-¿Cuanto tiempo es necesario para que esto se concrete?
-Los próximos 60 días son claves para su construcción.
-¿Todo el Frente Progresista santafesino piensa como usted?
-No me atrevería a afirmar que todos pero sí una amplia mayoría. El socialismo seguro. No lo he charlado en los últimos tiempos con el referente del PDP pero supongo que también adheriría, con el radicalismo que tengo diálogo también. Días pasados me preguntó un periodista que haríamos ante un eventual balotaje entre Cristina y Macri teniendo en cuenta que en 2015 votamos en blanco. Votar en blanco se puede una vez, no siempre. Si llegáramos a esa situación estaríamos en un aprieto muy difícil de resolver para nosotros y para mucha gente. Por eso con más razón voy a hacer todo lo posible para no llegar a esa situación.
-Usted habla de Lavagna. Urtubey ratificó que será candidato ¿Se puede sumar algún otro nombre? Por ejemplo Juan Schiaretti, si retiene la provincia y gana la municipalidad de la ciudad de Córdoba, como lo indican las encuestas.
-Puede sumarse otro. Podríamos armar la fórmula SanCor o CorSan. Por eso digo que el de Lavagna es el nombre que suma más requisitos. Puede no ser el único, puede haber otras variantes. Creo que hay que intentarlo. Eventualmente unas primarias dentro de un espacio amplio.
-¿Hace mucho que no habla con el presidente?
-Bastante. Desde la última vez que vino a Santa Fe.
-¿Que comportamiento de la economía prevé para este año?
-La recesión económica tiene una dinámica acumulativa con lo cual la situación irá empeorando en los próximos meses porque las empresas se irán achicando. Caen las ventas, despiden trabajadores, las que tienen menos espaldas quiebran y cierran. Al mismo tiempo eso va impactando sobre otras actividades como una rueda que se va retroalimentando con lo cual los efectos sociales de la recesión irán agravándose con el correr del año. Por el otro lado, el impacto del aumento de las tarifas y de la inflación, que no se ha detenido, va a seguir erosionando el bolsillo del trabajador. Quizás en Santa Fe, por las características de la economía provincial lo podamos atemperar mejor que en otras provincias porque tenemos una economía muy diversificada, un sector agropecuario que viene muy bien y todo indica que este año vamos a tener una cosecha de soja extraordinaria. Quizás esto compense la caída de otras actividades.
-¿Está impactando en las cuentas fiscales de Santa Fe la recesión? ¿Creció la morosidad?
-Recién lo empezamos a notar el último trimestre del año pasado, aún bastante tenue. De todas maneras vamos a ver cuando tengamos los resultados de los primeros meses del año pero es probable que se vaya acentuando porque se va superponer con los aumentos de tarifas de los cuales la gente recién ahora empieza a tomar conciencia.
-¿Como palpa el clima social?
-El sector más vulnerable está relativamente tranquilo porque es el que recibe asistencia más directamente del Estado a través de la AUH, los planes de empleo, las políticas alimentarias y sociales de la Nación, las provincias y los municipios. Me parece que ahí la crisis no ha pegado como en 2001, cuando no existían estas políticas y los estados no estaban preparados para atender esa situación. Donde está pegando de manera muy severa es en los trabajadores, sectores de clase media, el que vive de un salario, que no está acostumbrada a recibir ayuda del Estado ni a pedirla y lo que hace es achicarse, no se va de vacaciones, no cambia el auto, no arregla la casa, vuelve a mandar a los chicos a la escuela pública. La reacción de ese sector es más imperceptible pero está y hay que ver como se expresa.
Inundaciones y seguridad, la campaña que viene
Con respecto al tema de las inundaciones, el gobernador sentía el viernes (cuando fue hecha la entrevista) algo de alivio después de un jueves muy difícil, porque había dejado de llover y el pronóstico para los próximos días preveía buen tiempo. “El impacto ha sido muy fuerte, sobre todo en los departamentos 9 de Julio y Vera”, dijo.
-Fue dos o tres veces al norte de la provincia ¿Que le ha dicho la gente?
-Los productores, que son los que más afectados desde el punto de visto económico, están preocupados por la asistencia, por la declaración de emergencia. Por supuesto reclaman obras, lo que siempre ocurre ante este tipo de situaciones. En realidad no hay grandes obras pendientes en el norte de Santa Fe. En todo caso hay que hacer adecuaciones, mantenimiento. Es una zona desde el punto de vista hídrico muy complicada, los Bajos Submeridionales tienen un régimen de lluvias muy particular, que alternan prolongadas épocas de sequía con abundantes lluvias. En este caso se vio agravada la situación por el aporte muy grande de agua, sobre todo desde Chaco y Santiago del Estero.
-¿Tiene información de que pueda pasar algo en el escurrimiento de agua por el río Salado?
-Por ahora no tenemos ninguna alerta. El agua esta escurriendo bien, rápido, sobre todo de las zonas urbanas. En las rurales se va demorar un poco más. Los cascos urbanos en general se han podido preservar bastante bien, no hemos tenido situaciones muy graves, más allá de que la gente a la que le ingresa el agua a la casa sufre. Creo que una vez que mejore el tiempo nos vamos a poder recuperar rápido, se han programado una serie de obras, sobre todo en mejoramiento de defensas. También está proyectada una obra más importante en el límite entre Santiago del Estero y Santa Fe, que la Nación se comprometió a financiar y que esperamos licitar en marzo, que es un canal que correría a la altura del límite interprovincial en una extensión de 100 kilómetros y permitiría evacuar el agua que viene de Santiago del Estero.
-¿Como es la relación con la Nación?
En el tema hídrico excelente. Es una de las áreas con la que mejor hemos podido coordinar. Hemos avanzado en conformar los comités interjurisdiccionales. Ya tenemos tres con Córdoba y uno con Santiago del Estero y Chaco. A partir de allí se está planificando de manera integral, porque las cuencas no reconocen límites geográfico o políticos. Está el compromiso de Nación de financiar obras. De hecho ya lo está haciendo con algunas como la del Vila-Cululú con Córdoba, una obra importante de 400 millones de pesos, y hay otras que se están haciendo en las lagunas de Melincué y La Picaza en el sur.
-¿Le molesta que se haga política con este tema y el de la seguridad?
-Son clásicos de las campañas electorales. De todas maneras ambos son temas que todos reconocemos como complejos y sobre los que estoy muy conforme porque en el tema hídrico hemos avanzado mucho, más allá de que siempre hacen falta más cosas. Las obras que se hicieron en Coronda, Santa Fe, Rosario y muchísimas localidades han permitido que prácticamente no se inunden los cascos urbanos. Obviamente hay zonas productivas que aun están muy expuestas pero sabemos las obras que hay que hacer. Algunas están en marcha, otras en proceso de licitación.
-¿Como calificaría su gestión en el tema de seguridad? Porque ya hay candidatos que prometen más seguridad, por ejemplo.
-Va a ser el tema clásico de la campaña. También a nivel nacional probablemente se va instalar con fuerza. Cada uno lo usará desde su lugar. Pasa con las pistolas Taser. Se exagera desde el oficialismo lo que representan porque solo son un arma más y se exagera desde las organizaciones de los derechos humanos planteando como si fuera un despropósito que un policía las utilice. Creo que no es ni lo uno ni lo otro. Si está bien utilizada es una herramienta más y en todo caso es menos riesgoso que una pistola 9 milímetros. Tampoco es que con eso vamos a resolver los problemas de seguridad. En Santa Fe creo que la policía ha mejorado mucho pese a los problemas que tiene porque una institución de 22 mil hombres distribuidos por toda la provincia no se puede cambiar de un día para otro. Nunca ha tenido el nivel de equipamiento actual, la preparación con la que salen las nuevas camadas es de dos años y la presencia policial en las ciudades y las rutas ha tenido un cambio notable. No hay prácticamente quejas de que no haya policías en las calles o una respuesta rápida. Por supuesto que hay cosas que no se resolvieron bien y hay policías que hacen macanas. Si antes estábamos en 4 puntos ahora estamos en 6. Y hemos avanzado mucho también con la justicia. Hoy tenemos un nivel de esclarecimiento de delitos muy altos, de condenas muy importante. Históricamente un 60 por ciento de los detenidos en el servicio penitenciario eran procesados y el 40 condenados y ahora esa relación se invirtió. Eso habla de una justicia mucho mas eficiente. Estamos trabajando mucho desde el punto de vista social, enfocados en programas específicos para jóvenes y adolescentes en conflicto con la ley y en general los índices de delitos en la provincia y en las dos grandes ciudades han descendido notablemente, están dentro de la media nacional, incluso algunos por debajo. La excepción son los homicidios, especialmente los vinculados a ajustes de cuentas, disputas territoriales, venganzas. Pero se han disminuido las entraderas, están en niveles bajísimos los homicidios en ocasión de robo, no hay piratería del asfalto, no existen los secuestro extorsivos. Más allá de alguna mala prensa, los datos objetivos indican que hemos mejorado mucho.
-¿En el mismo contexto que el de las pistolas Taser está el de la baja de la edad de imputabilidad y la restricción de las leyes para inmigrantes?
-El tema de la baja en la edad de imputabilidad siempre se agita en las campañas electorales. Argentina tiene una ley penal juvenil de la época de la dictadura militar y por lo tanto debiéramos revisarla en una discusión serena, desapasionada, con mucho fundamento técnico, para tener un nuevo código y una nueva ley, que todos creemos y coincidimos que tiene que apuntar a la reinserción social, que no debe ser pensada desde el punto de vista punitivo pero que al mismo tiempo debe darle herramientas al estado para poder operar sobre los jóvenes en situación de conflicto con la ley, sobre todo en caso de violencia extrema, y poder administrar esa situación sin recurrir a medidas de prisión, pero si con medidas que permitan un tratamiento psicológico o educativo o lo que se requerido. Hay que hacer un debate mas amplio que no pasa por la edad. Además no es cierto que con eso vamos a resolver problemas reales de seguridad porque los casos de menores de 16 años que cometan delitos como homicidios o violaciones son muy excepcionales. No pasa por ahí la seguridad de la gente y creo que hay que abordarlo pero no en el contexto de una campaña electoral, cuando todo el mundo sabe que no va a haber acuerdo.
Satisfecho con la gestión
-Entra en el último año de gestión ¿Está conforme con lo que hizo? ¿Que le quedó pendiente?
-En materia de obras estoy muy conforme porque pude concretar todos los compromisos que asumí e hicimos más de lo que teníamos previsto inicialmente. Los otros días repasaba mi discurso de asunción en la Legislatura y creo que en todos los temas que plantee hemos avanzado. Algunos en un 100 por ciento, otros un 80, otros el 70 y otros el 50. Pero no hubo ninguno en el que no hicimos nada. De todas maneras soy muy autocrítico porque me hubiera gustado hacer más cosas y los tiempos son muy breves. Creo que la gente valora positivamente la gestión.
-¿Que cosas le quedaron pendientes en la provincia?
-Tenemos que avanzar más en el tema de seguridad, bajar los índices de homicidios. Creo que si ponemos eso en caja vamos a cerrar un ciclo positivo que no deja todo resuelto pero que va mostrar una evolución importante en el tema. Quiero dejar planteado y comprometido al próximo gobierno, que espero sea de nuestro sector político, en avanzar en los planes de infraestructura. Básicamente en los tema hídricos y viales, que son fundamentales para una provincia tan extensa y productiva como la nuestra.
-¿Va a participar de la campaña electoral provincial?
-Si. No se si como candidato. Como gobernador voy a estar acompañando a los candidatos.
-No resolvió aun si va a ser candidato en la provincia.
-Aún no.
-¿Cuando lo decidirá?
-El 20 o 21 de febrero. En alguna medida me entusiasma la legislatura provincial sobre todo por el tema de la reforma de la Constitución. Me gustaría ser parte de una Legislatura que concrete la reforma. Ese sería el tema que me motivaría para estar ahí, sino no me parece que tenga mucho sentido.
-Una vez que termine la gestión ¿Donde llevaría a sus nietas para mostrarles lo que hizo el abuelo?
-En Santa Fe los llevaría al Cemafe y al Hospital Iturraspe, que voy a inaugurar antes que termine el mandato, porque son dos grandes obras de infraestructura y a la Casa de los Gobernadores, que también va a ser una joyita de la arquitectura recuperada.
-¿Y si están en Rosario?
-El Museo del Deporte, que vamos a inaugurar en los próximos días y al Acuario.
El traslado del puerto de Santa Fe
-¿En que estado esta el traslado del puerto de Santa Fe?
-En el caso del traslado del Puerto teníamos muchas expectativas con la construcción del puente Santa Fe Paraná que iba a hacer la Nación porque además de resolver los problemas de conectividad generaba el acceso al nuevo puerto y lo hacía viable. Es muy difícil pensar en hacer una inversión en el nuevo puerto sino tiene la conexión vial para poder acceder, que cuesta mil millones de pesos. Ese pre-requisito de alguna manera inviabiliza la posibilidad de concretar el proyecto del nuevo puerto. Estaba el compromiso del gobierno nacional de incorporarlo como PPP este año. Vamos a ver si eso se cumple. Los que ya están adjudicados están como frenados. Este aún no fue licitado. Creo que este año no se va a poder encarar. Pero creo que el proyecto del puerto nuevo, que para nosotros es muy estratégico para Santa Fe, esta vinculado a que se ejecute esa obra. A partir de ahí podemos pensar en alguna concesión o algún tipo de asociación con un operador privado para encarar la obra propia del puerto.
-Por otro lado le dio impulso a la reactivación a la terminal de contenedores de Santa Fe...
-A mediados del año pasado, cuando cambiamos la conducción del Ente portuario, tomamos la decisión de apostar a la recuperación del puerto actual que mas allá de sus limitaciones tiene posibilidades de operar con graneles y contenedores y hay que potenciarlo. En eso estamos trabajando. Tenemos otro proyecto muy importante para nosotros que es la reconversión de la planta de la ex Fiat de Sauce Viejo que tuvo demoras pero este año creo que vamos a estar en condiciones de hacer la preventa de los lotes.
"Me he sentido muy cómodo en la ciudad de Santa Fe, muy bien acogido por los santafesinos. Paso muchos días en la ciudad, muchos fines de semana en una casa que alquilo en barrio Candioti. Me es muy grato estar en la ciudad, a la que aprendí a conocer, valorar, a sentirla y de verdad es una gran ciudad y una gran capital". Miguel Lifschitz, Gobernador