El secretario general de la Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea Argentina (Atilra), Héctor Ponce, sostuvo que la situación que vive la empresa Verónica, con plantas en Lehmann, Suardi y Classon, en el interior de esta provincia, donde solicitó ingresar a un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC), está relacionada con el manejo empresario y aclaró que el gremio “no permitirá” que le “hagan pagar a los trabajadores esa deficiencia”.
“Este no es un problema de una crisis devenida por factores externos. Acá hay un problema de gestión. Sabemos el momento que estamos viviendo. Queremos que nadie pierda su fuente laboral por inconductas de los responsables de manejar la empresa”, insistió el gremialista en declaraciones a los que tuvo acceso este diario.
Ante una consulta, Ponce amplió detalles sobre la situación de Verónica. “Es un caso muy particular. La presentación original (del PPC) que hace ante el Ministerio de Trabajo en Santa Fe, se ve claramente que lo que expresa son los riesgos propios del sector empresario. La crisis es disparada por el propio manejo de la empresa. Se hace alusión a altas tasas, incremento de impuestos, pero también disminución del precio internacional de la leche en polvo en 2015. Pero no se menciona que en años anteriores valía 5 mil dólares la tonelada. Ocurre que la empresa modificó su matriz productiva para volcarse exclusivamente a producir leche en polvo. Se olvidan que esa es una actividad fluctuante. Es más, llegó a valer 2.500 dólares la tonelada. Esos errores se los quiere hacer pagar a los trabajadores”, subrayó.
Para Ponce, “están buscando disminuir la carga salarial de los trabajadores, vía suspensiones o reducción de carga horaria. Quiero aclarar que siempre viene una segunda intencionalidad: los despidos”.
“También sostienen dijo el titular de Atilra- que un obstáculo es el convenio actual que suscribió con nosotros. Aclaro que este convenio es el mismo que le permitió a la empresa expandirse, crecer, desde el punto de vista industrial, empresarial y de los negocios que han hecho. Podríamos decir que a algunas les va bien y otras, como este caso, aducen que les va mal. En lugar de hacerse cargo de una mala gestión comienzan a querer financiarse con los trabajadores. Esta empresa ya venía financiándose con sus empleados, reteniendo los aportes a la mutual, a la obra social, con retenciones sindicales que no aportaban”, aseguró.
Finalmente, Ponce señaló que se llegó a esta situación de tener que solicitar el PPC por lo que calificó “una conducta perversa de quienes manejan la empresa. Eso es hoy porque cuando era conducida por los socios fundadores (de la familia Espiñeira) era diferente.
Como trascendió, la láctea Verónica con sede central en la localidad de Lehmann, próxima a Rafaela, en el corazón de la cuenca lechera santafesina, y dos plantas industriales más en Suardi (noroeste) y Classon (al sur), enfrenta un presente cargado de dificultades. Sólo procesa actualmente el 30 por ciento de su capacidad instalada, como consecuencia de la caída de ventas, sus trabajadores señalan por medio de las redes sociales que cobran su sueldo en cuotas desde hace varios meses e incluso la fábrica, dedicada a la producción de leche en polvo, funciona cada 15 días.
La láctea fundada en 1923, emplea, en forma directa, a unas 600 personas.