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Luego de dictar diversas conferencias en distintos puntos de la provincia, el pedagogo español fue reconocido “Visitante Destacado” en el Concejo Municipal. Pidió continuar las mejoras en educación y agradeció los gestos de cariño de todos los docentes.
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El pedagogo español, Miguel Ángel Santos Guerra, estuvo de visita en la provincia de Santa Fe. Durante la semana, recorrió distintos pueblos y ciudades, donde conversó con docentes a través de algunas conferencias. El último viernes, previo a la última disertación, fue reconocido por el Concejo Municipal como “Visitante Destacado”.
Previo a la distinción —impulsada por los concejales del Frente Progresista Cívico y Social—, Santos Guerra dialogó con los medios respecto a su visión de la docencia en la actualidad. En la ocasión, estuvo acompañado por la concejala Laura Mondino, quien dijo sentir “una inmensa alegría” por la visita del catedrático, y destacó que “asumimos como un gran desafío lo relacionado a la Educación, porque creemos que es la base para una mejora social en toda la provincia de Santa Fe”.
Por su parte, Santos Guerra agradeció a los concejales y mencionó estar “muy feliz”, por la distinción recibida. “Entiendo que no es hacia mi persona, sino a los profesionales que han dedicado su vida a trabajar con la mente y el corazón de los niños. Una tarea decisiva y hermosa, la más difícil que se le ha encomendado al ser humano a lo largo de la historia”, sostuvo.
De forma posterior, reunidos en la sala Zapata Gollán de la Municipalidad, tuvo lugar una amena charla de la que participaron funcionarios provinciales, concejales, representantes gremiales y docentes. Allí, durante poco más de una hora, Santos Guerra dialogó con los presentes y les pidió que afiancen las tareas sobre la “educación de los educadores”. A modo de retribución, el educador obsequió al Concejo Deliberante su último libro “Un ramo de flores para los docentes del mundo”.
Tarea “inmortal”
A través de un recorrido lleno de historias y reflexiones de diversos expertos, Santos Guerra analizó el trabajo de los maestros, así como los retos a los que se enfrentan en la actualidad.
“Considero a la historia de la humanidad como una larga carrera entre la educación y la catástrofe”, apuntó en una de sus múltiples reflexiones. A su vez, confesó que tiene “un gran aprecio por los docentes argentinos, porque recorren enormes distancias y dedican parte de sus ingresos a capacitarse para seguir aprendiendo y capacitarse”.
Asimismo, recordó una frase de Winston Churchill (“Me encanta aprender, pero me horroriza que me enseñen”) como mención sobre el peso que tiene en la educación las formas de enseñanza . Sobre ello, reflexionó que “es necesario no aburrir, comparar, ni humillar a los alumnos”. “Los niños y las niñas aprenden de aquellos profesores a los que aman. Enseñar no es una forma de ganarse la vida, es una forma de ganarse la vida de los otros. El profesional de la educación es inmortal, sigue vivo en los ojos de sus alumnos”.
Mejor educación
Al adentrarse en sus opiniones sobre el acto educativo, Santos Guerra marcó un claro límite respecto de sus objetivos: “Formar ciudadanos y ciudadanas capaces de construir sociedades mejores, más justas y habitables para todos. Y no formar meros súbditos, clientes para el mercado”.
De esta manera, el catedrático español se distanció de la idea tradicional sobre que las escuelas y las universidades son ámbitos de formación. “Me gustaría que en las escuelas se sostuviera algo que una vez leí en la Universidad de Guadalajara, en México: ‘Aquí no tenemos que formar los mejores del mundo, sino a los mejores para el mundo’”, ejemplificó sobre el rol pedagógico.
Sobre ese punto, agregó que “educación no es igual que instrucción”. “Si a los conocimientos los utilizásemos para dominar y explotar al prójimo, más nos valdría cerrar las escuelas. Fueron médicos muy bien preparados e ingenieros muy bien formados los profesionales que diseñaron las cámaras de gas en la segunda guerra mundial. Sabían muchísimo. Incluso se han hecho estudios sobre lo bien que ventilaban los hornos crematorios. Pero sus víctimas maldijeron el día en que aprendieron todo esto que les costó la vida”.
Un experto en la provincia
Santos Guerra ejerció la docencia en todos los niveles del sistema educativo español, desde la primaria hasta la educación superior, incluyendo clases de formación docente en España, Portugal y varios países de Hispanoamérica. En la Argentina dice que ya recorrió “130 ciudades con las conferencias”, publicó “16 de sus 77 libros, en el país”, y es “padrino de 9 escuelas, en 7 provincias diferentes”.
Si hay una constante de los encuentros que encabeza Santos Guerra es su afinidad con los maestros. A él se acercan desde distintos lugares para jerarquizarse en su tarea. Así fue el caso de los más de mil docentes de la provincia que asistieron a sus conferencias: 800 en San Javier, 400 en Armstrong y otros tantos aquí en la capital.
El delegado de la Región IV del Ministerio de Educación de Santa Fe, Juan Cruz Giménez, destacó la “gran noticia” que significa la presencia de Santos Guerra para la docencia provincial: “Santa Fe es un provincia diversa en sus realidades y es importante que todos los educadores disfruten de la presencia de un experto. Tuvimos la oportunidad de poder llegar hasta San Javier y fue emocionante ver cómo se acercaron profesores de todas partes a reflexionar junto a Miguel Ángel”.
En ese sentido, agregó: “La presencia de un maestro de la vida, como lo es Santos Guerra, marca el compromiso del gobierno provincial. Es muy necesario para seguir defendiendo la educación pública”.