¿Cómo sería el mundo de los cultivos si los extractos de plantas seleccionadas los protegieran a manera de herbicidas? ¿Y cuánto mejoraría el control de malezas con tecnologías de resistencia a herbicidas introducidas en el cultivo mediante edición génica? Las respuestas a esas preguntas son productos que están desarrollando las dos primeras empresas bajo convenio con Aceleradora Litoral, firmados en la Bolsa de Comercio de Santa Fe.
“Este es un paso muy importante para Santa Fe, para la región y para el país”, sintetizó Ulises Mendoza, presidente de la entidad anfitriona. Aceleradora Litoral impulsa empresas de base científico-tecnológica, a partir de un acuerdo entre la Universidad Nacional del Litoral, Parque Tecnológico del Litoral Centro, Bolsa de Comercio de Santa Fe y Unión Industrial de Santa Fe.
Eduardo Matozo, gerente del PTLC, recordó los primeros pasos desde 2007 a partir del Foro para la Innovación. El objetivo estuvo planteado en la bioeconomía y el aprovechamiento de “lo que la Argentina tiene”, que necesita soporte para que la idea se haga inversión y producción.
Aceleradora Litoral se enfoca en empresas de origen o base en las ciencias, ya sea que provengan o no del sistema de ciencia y tecnología y cuya misión es ayudar a transformar avances científicos en productos o servicios. Lo que hace es vincular emprendedores científico-tecnológicos con el sector socioproductivo y el sector público. Es una clave de éxito como lo ha sido en Israel, según se encargó de recordar Ulises Mendoza.
Además Aceleradora Litoral fue seleccionada por el gobierno nacional en la Convocatoria Fondos de Aceleración como aceleradora de referencia en Argentina. Eso significa que por cada dólar que pone en apoyo de los emprendimientos, el gobierno nacional duplica esa inversión.
El Fideicomiso Litoral Venture es el encargado de administrar los fondos invertidos en la Aceleradora. Ya hay más de 60 empresas en proceso de selección y los gestores de la iniciativa siguen buscando fondos. La Bolsa local invirtió unos 75 mil dólares y el Banco Credicoop también realizó aportes. “Procuramos gestionar entre 20 y 30 millones de dólares”, señaló Daniel Scacchi, gerente general de la AL.
La ley de emprendedores es el marco en el que los aportantes -personas, empresas, instituciones- pueden encontrar los incentivos para sumarse en el emprendimiento. Al acto, además de los directivos mencionados, asistieron el rector de la UNL, Enrique Mammarella; Germán Bonino, gerente de la Aceleradora; su presidente Pedro Sánchez Izquierdo y Gustavo Vittori, directivo por la Bolsa en AL; el secretario general de la UNL, ingeniero Adrián Bolatti, y el secretario de Vinculación Tecnológica, Javier Lottersberg.
Una aceleradora de empresas es una entidad que otorga asistencia técnica y financiera a emprendimientos con potencial de crecimiento global y un alto grado de diferenciación e innovación.
Luciana Travaini fue la encargada de firmar por InbioAr uno de los convenios con Aceleradora Litoral. Su iniciativa apunta al mercado de los “biopesticidas”, que crecerá de 3,2 mil millones de dólares a 6,6 mil millones de dólares hacia 2022, y ante una creciente demanda de alimentos orgánicos. InbioAr transfiere tecnología prototipo a empresas que las comercializan. La empresa busca sistemáticamente, evalúa y selecciona extractos vegetales con efecto herbicida, como compuestos efectivos y seguros para el medio ambiente, promoviendo cosechas en suelo limpio. Compuestos naturales combinados y manejo integrado de malezas y plagas reducen la evolución de resistencias.
Bioheuris es otra de las empresas apoyada por AL. Carlos Pérez fue el encargado de la firma del convenio. La firma desarrolla control de malezas, basado en la “combinación de líneas de elite con tecnología de resistencia a herbicidas introducidas en el cultivo mediante edición genética”. Promete reducir costos y capturar ventas por medio del licenciamiento o venta de tecnología de semillas, mediante socios estratégicos o terceros.
Germoplasma competitivo, genes de resistencia y combinaciones de herbicida son la clave de su solución tecnológica. Sólo para soja y sorgo, el mercado global de tecnologías de resistencia a herbicidas puede estimarse en U$ S 1.500 millones anuales. El cliente final de su cadena es el productor, que adquiere la tecnología contenida en la “bolsa de semillas”.
Esquiar sobre nanoaditivos
La empresa Nairoby es la tercera apoyada por Aceleradora Litoral. Desarrolló una manera “simple y sustentable” para fabricar snowboards y esquíes a partir de un nuevo material compuesto con micro y nano aditivos. Proponen diferentes comportamientos mecánicos en cada área de la tabla que fabrican.
Con nuevo material y nuevo proceso productivo, se proponen irrumpir en un mercado que a nivel global junta 125 millones de esquiadores. Sólo en China pasaron de 10,3 a 17,5 millones de adeptos de 2014 a 2017. Mejoras en el comportamiento dinámico del equipo, pero también a la hora de embarcar en aviones, son parte de las ventajas comparativas que salen a un mercado que mueve U$ S 1.173 millones al año.
750 mil dólares invirtió Aceleradora Litoral en los tres primeros emprendimientos que respalda: el objetivo es acelerar el proceso de crecimiento y consolidación en el mercado de empresas, basadas en conocimientos de base tecnológica.