El Tribunal Supremo de España aprobó este martes en forma unánime la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos y su traslado a un cementerio próximo a Madrid, en una decisión que pone fin a lo que muchos españoles consideraban una anomalía para la democracia de ese país.
La medida fue tomada en poco más de una hora por los magistrados Jorge Rodríguez Zapata, Celsa Pico, José Luis Requero, Pilar Teso, Segundo Menéndez y Pablo Lucas, a pesar de los deseos contrarios de la familia del dictador, informaron fuentes judiciales citadas por EFE.
Franco, quien gobernó con mano de hierro desde su triunfo en la Guerra Civil española en 1939 (con la ayuda del nazismo y del fascismo italiano) hasta su muerte en 1975, fue enterrado con gran pompa en la basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos.
Su tumba era considerada una excepción en países que pasaron de una dictadura a una democracia, dado que en la mayoría de esos casos no se conserva un mausoleo funerario como el del Valle de los Caídos.
El Tribunal Supremo avaló este martes el proyecto presentado por el gobierno del socialista Pedro Sánchez, ratificado por el Parlamento, para sacar a Franco de su tumba en el Valle de los Caídos y enterrarlo en el cementerio de El Pardo-Mingorrubio, en las afueras de Madrid.
La familia del generalísimo ya había adelantado su intención de presentar un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional si el Supremo le daba la razón al Ejecutivo de Sánchez que llegó a la Moncloa en junio de 2018.
Los nietos de Franco querían que, en caso de que se determinara su exhumación, fuera inhumado en la catedral de La Almudena, en el centro de Madrid.
Fuentes judiciales citadas por la agencia de noticias EFE indicaron que el alto Tribunal rechazó en su totalidad el recurso que los nietos del dictador habían presentado contra el acuerdo del gobierno del pasado 15 de marzo, que fijaba la exhumación para el pasado 10 de junio, fecha que debió posponerse.
El presidente del gobierno, el socialista Sánchez, calificó la decisión como "una gran victoria de la democracia española", en un mensaje en redes sociales en el que subrayó la "determinación" del Ejecutivo para reparar el sufrimiento de las víctimas del franquismo a través de "justicia, memoria y dignidad".
La vicepresidenta, Carmen Calvo, dijo que la exhumación se hará "cuanto antes" porque así lo avala la sentencia del Supremo y para alejarla lo más posible de la próxima campaña electoral de los comicios parlamentarios del 10 de noviembre.
El gobierno de Sánchez tomó la decisión de exhumar los restos del dictador en aplicación de la ley española de la Memoria Histórica, que prohíbe homenajear y exaltar la dictadura franquista (1939-1975).
La decisión del Ejecutivo establecía la inhumación en el cementerio de Mingorrubio-El Pardo, en las afueras de Madrid, donde está enterrada desde 1988 la esposa de Franco.
El fallo del Tribunal, que se hará público en los próximos días, rechaza también un pedido de la familia del dictador para que, en caso de autorizarse la exhumación -como ocurrió-, los restos fueran enterrados en la catedral de Madrid, donde la hija de Franco compró en 1987 una sepultura para varios cuerpos.
La posición del gobierno, que finalmente recibió el apoyo de los magistrados, rechazaba esa pretensión debido a motivos de seguridad, ya que consideraba que la posibilidad de que Franco reciba homenajes en pleno centro histórico de Madrid podría generar incidentes.
Franco siempre dijo que el Valle de los Caídos era un monumento para todos los que habían perecido luchando en la Guerra Civil (1936-1939), por lo que combatientes de ambos bandos fueron enterrados allí: 15.000 del nacional (el de Franco) y 18.000 del republicano.
Con información de Télam.