Advierten que el "sapo gigante" no es peligroso y que es una especie autóctona
Un Dr. en Cs. Naturales de la UNL explicó a El Litoral que se trata de un “Rhinella Diptycha”, conocido como “rococó”. Si bien posee una sustancia venenosa sólo actúa a modo defensiva ante un depredador.
Gentileza La imagen del sapo que encontraron en Granadero Baigorria
Este domingo, el hallazgo en el sur de la provincia de Santa Fe de un “sapo gigante” supuestamente exótico y venenoso llegó a medios locales, provinciales e incluso nacionales (la noticia fue publicada por a La Nación, Clarín e Infobae). Pese a esas primeras informaciones, un especialista en la materia advirtió a El Litoral que no se trata de una especie peligrosa para los seres humanos.
Este lunes por la mañana, con la noticia ya viralizada, Rafael Lajmanovich (Dr. en Ciencias Naturales de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional del Litoral) explicó: “Lo que puedo asegurarle con un 99 por ciento de certeza es que se trata de la especie ‘Rhinella schneideri’ (la última sinonimia es ‘Diptycha’), conocido como ‘rococó’. Es una especie muy conocida que se distribuye en gran parte de Argentina y justamente esa zona de Granadero Baigorria y Rosario es el extremo sur de su distribución. Es decir, está dentro de su área normal con lo cual corrobora aún más que sea esta especie” (ver mapa).
En ese sentido, el especialista amplió: “La otra especie (‘Rhinella marina’) es exótica, hay en distintas partes del mundo, y en Sudamérica está distribuida en la zona norte de Brasil (ver mapa). Según la opinión del científico, es “imposible” que se haya sido encontrado en nuestra región; tal vez que la fotografía para una persona que no está acostumbrada a este tipo de especies pueda confundirla porque tienen cierta similitud, sobre todo por el género y el tamaño.
“El tamaño está dentro de lo normal del sapo ‘rococó’ nuestro. Tampoco es descabellado ese tamaño. En los últimos años cada vez son más raros de esas dimensiones. Esta especie está considerada en peligro y están en declinación sus poblaciones. Justamente estos sapos están amenazados porque la gente por temor los mata”, agregó Lajmanovich.
Al ser consultado sobre la peligrosidad del veneno, el Dr. en Ciencias Naturales fundamentó: “No es un veneno que el sapo pueda llegar a inyectar o tirarle a alguien. Ese veneno actúa en forma pasiva cuando un depredador lo muerde; por ejemplo un perro. La peligrosidad al ser humano es nula. Una persona tendría que agarrar al sapo y morderlo, algo realmente imposible. Es una defensa pasiva que tiene, que no tiene ningún peligro”.
Por último, Lajmanovich señaló que este tipo de sapo es “sumamente útil como todo los anfibios porque son controladores de plagas. Mucha gente que conoce los tiene en los jardines para evitar usar insecticidas, porque se comen los insectos”. “La noticia tendría que haber sido al revés, habría que estar contento que ese animal esté ahí, porque quiere decir que si hay uno probablemente haya otros más, como una pequeña población. En vez de asustarse tendrían que festejar”, cerró.
Gentileza El Rhinella schneideri (la última sinonimia es Diptycha), una especie autóctona de la región
El Rhinella schneideri (la última sinonimia es Diptycha), una especie autóctona de la región. Foto: Gentileza Laboratorio de Ecotoxicoogia FBCB
Características
El anfibio en cuestión, como explicó el especialista entrevistado, se trata de un sapo que mide entre 15 cm o 17 cm en los machos y 18 o 25 cm en las hembras; con un peso máximo de hasta 2 kilogramos en los ejemplares más grandes.
La publicación de los bomberos que rescataron el sapo