Daniela Cuturié tiene 32 años y actualmente reside en la ciudad de Santa Fe. Junto con su hermano, sobrevivió a la tragedia no natural más grande del país. Tiempo después, encontró a través de una carta la manera de expresar lo que sentía y cómo vivió ese momento.
Había una vez un grupo de siete amigos, entre ellos dos hermanos... Se acercaba fin de año y habían decidido festejarlo de una manera diferente... Su grupo preferido daba tres recitales seguidos. Primera noche... fue muy emocionante, todo era alegría y fiesta, nada importaba era sólo el grupo y ellos. Todo terminó y ellos volvieron a sus casas cansados de saltar y gritar. Segunda noche... empezó el show, nuevamente la euforia, la adrenalina y las ganas de saltar. Esa noche increíble ya se había terminado, otra noche para irse a dormir contentos. Tercera y última noche... esta vez los hermanos presentían que algo iba a pasar. Antes de comenzar el show se había pedido al público que no encendieran bengalas porque el lugar era demasiado chico y cerrado. Luego comenzó el show, la emoción que sentían era increíble, la despedida del año... la mejor de sus vidas. Pero toda esa alegría de repente terminó. Cuando el cantante daba el primer tema una persona prendió una candela, la cual incendió el techo... Los hermanos estaban juntos y no podían creer lo que estaban viendo. Entonces, en ese momento él abrazó a su hermana e intentó sacarla de ese caos. La luz se cortó y la puerta de emergencia estaba trabada. Cuando la abrieron ellos cayeron al piso con una montaña de gente arriba, era imposible salir pero él en medio del desastre le tomó la mano y la tranquilizó diciéndole que iban a salir. Ella ya no podía respirar aunque seguía luchando por él. En ese momento las corridas de la gente provocaron su separación. En la desesperación de no ver a su hermano se desmayó. Se despertó en la calle (rodeada de gente que la ayudaba a volver a vivir) y sólo preguntaba por su hermano. En medio del desastre él la encontró tirada en la calle, llena de hollín, mojada, asustada pero viva. Un patrullero de la policía la llevó al hospital, pero allí todo era como una escena de guerra...gente herida...gente muerta... El decidió llamar a su casa y avisar que estaban vivos, pero no obstante su familia salió a buscarlos. Esperaron la llegada de sus padres, fue la noche más triste de sus vidas. Lloraban sin consuelo. Al otro día ella decidió irse a su casa, necesitaba estar con sus amigos, su familia, su mamá. Los días fueron pasando y su felicidad no volvió ni volverá a ser la misma pero ella y su hermano están más unidos que nunca, porque lo que vivieron será inolvidable. Y más para mí, porque ELLA soy YO.