La fiscal María Laura Urquiza imputó este viernes a Alejadro Rafael J. (31) por una serie de estafas en las que uno de los damnificados es el cantante Nico Mattioli, hijo del “León”, cuya denuncia fue clave para la investigación. La audiencia estuvo a cargo del juez Gustavo Urdiales y contó con la presencia de los abogados defensores Claudio y Nicolás Torres Del Sel.
Alejandro J. habría timado al menos a 3 personas utilizando “nombres apócrifos y vínculos falsos” con empleados de fábricas automotrices, los que le darían acceso a precios “más accesibles”.
A través de estos engaños logró que los interesados le entregaran diferentes sumas de dinero, pero los ansiosos compradores no sólo no recibieron el automóvil prometido sino que dos de ellos fueron amenazados con frases como “acordate que sé dónde vivís y tenés chicos” y la exigencia de “que lo deje de joder porque lo iba a cagar a tiros”.
La fiscal imputó al hombre como coautor -ya que “trabajaba” con su pareja- de tres estafas y como autor de amenazas coactivas y amenazas simples, todo ello en concurso real entre sí. Tras ser solicitada por Urquiza, la audiencia de medidas cautelares tendrá lugar el próximo lunes 9 de marzo.
El imputado utilizó su nombre pero con un apellido falso cuando se presentó ante Nicolás Mattioli el 3 de noviembre de 2019. El músico se había acercado a una concesionaria santafesina con la idea de comprar un auto, y el impostor le ofreció un Volkswagen Vento. La conversación continuó ese mismo día a través de whatsapp y llamadas telefónicas hasta que se encontraron al día siguiente.
El estafador arribó a la casa que Mattioli tiene en Santo Tomé al mediodía, conduciendo un Audi A5 blanco y en compañía de su pareja. Con la entrega de setecientos dólares y ciento setenta y cinco mil pesos se concretó la operación. Pasó el tiempo pero el automóvil en cuestión no aparecía, por lo que ante el reclamo insistente del comprador, “Roggio” le entregó un Toyota Corolla que fue devuelto por no ser lo acordado. Luego de esto, Alejandro Rafael J. desapareció.
La denuncia de Nico Mattioli puso en marcha la investigación, y así aparecieron dos personas más que también fueron estafadas por el -ahora- imputado, casi tres años antes, en enero de 2017. Incluso, a uno de ellos le había solicitado “a modo de garantía” para la compra de un 0km una tarjeta de crédito de un shopping de Rosario, en la cual luego de unos meses había una deuda por $ 30.000. Entre los gastos, figuraban pagos de cuotas de una obra social a nombre de Alejandro Rafael J.
Las víctimas de 2017 tampoco recibieron lo acordado, y en aquellas ocasiones el estafador también los amenazó antes de desaparecer.