Carlos Rodríguez, médico, experto y consultor en seguridad y salud laboral y ex ministro de Trabajo de la provincia (2007-2011) insiste desde hace años en el impacto que supone la tecnología para el mundo del trabajo y lo hace en cada documento y cada conferencia que lo tiene como protagonista. Fuente de consulta permanente en distintos ámbitos y también para esta nota, evaluó que “esto se nos vino encima y no acaba en el teletrabajo. Muchas actividades van a pasar a ser domiciliarias con todo lo que implica, también, que pueden ser una nueva fuente de trabajo ‘en negro’. Lo primero es garantizar que esto no ocurra porque, si no, vamos a aumentar la terrible cifra que tenemos”.
Rodríguez advierte que “esto no se resuelve colocando una computadora más o una menos menos para que el empleado se lleve a su casa. Es necesario que los directivos sepan gestionar en la distancia, ayudar y supervisar al personal, y todo eso debe ser consensuado. Y hay que darle una formación a los trabajadores que se aislan de los compañeros con el teletrabajo y de la comunidad con la cuarentena, porque son dos situaciones complejas las que se suman”. En este punto, señala que “hay que buscar fundamentalmente el contacto”.
En línea con los planteos que realiza la Organización Internacional del Trabajo -de la que fue consultor durante varios años- Rodríguez señala que “uno de los problemas frecuentes es que se desdibujan los límites de la vida personal, familiar y laboral. Hay gente que lo maneja muy bien pero esa sería una selección ‘darwinesca’: hay que dar las condiciones de trabajo para que todo el personal se pueda sentir más o menos bien”.
¿Qué recomienda? Mantener contacto en toda la línea jerárquica: “De abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo, con supervisores directos y, si hace falta, con los directivos. También con los compañeros de trabajo y, si es posible, tener un lugar propio donde los trabajadores puedan expresarse con comodidad”. Otro tema que tendrán que abordar las ART es el de la terapia, tanto individual como colectiva. “Lo de Covid-19 se resolvió pero la Argentina es uno de los países que no respalda legalmente los riesgos psicosociales. Es como si los trabajadores no tuvieran psiquis ni fueran seres sociales”. “Hay mucho para hacer en este terreno y algunos sindicatos están trabajando en este tema; pero lo primero es una norma nacional”.
La Organización Mundial del Trabajo emitió un informe con motivo del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, que se cumplió el 28 de abril, es decir, en plena pandemia. Uno de los temas que analiza allí es el teletrabajo y la protección de la salud mental de las personas que se desempeñan en sus tareas desde sus domicilios.
Así, para reducir riesgos y proteger la salud mental y el bienestar de estos trabajadores, se pueden adoptar varias medidas de SST. “El compromiso y el apoyo de los directivos (desde los altos cargos hasta los supervisores directos) son fundamentales para garantizar que esas medidas se apliquen y se lleven a la práctica. Dado el riesgo real de aislamiento social que se asocia con el teletrabajo a tiempo completo, debería hacerse todo lo posible para ayudar a los teletrabajadores a mantenerse en contacto con los supervisores, los compañeros de trabajo y la organización en su conjunto”.
Fuente: ilo.org
Establecer límites entre el trabajo remunerado y la vida personal puede ser particularmente difícil cuando se trabaja desde el domicilio. Especialmente para las mujeres, que siguen asumiendo las principales responsabilidades del trabajo no remunerado en el hogar, incluida la prestación de cuidados a los miembros de la familia y las tareas domésticas (OIT, 2019).