Tomás Rodríguez
El 21 de julio de 1953, hace casi 67 años, los diarios del mundo impactaron con la noticia de que el argentino Oscar Roberto Panno se adjudicara el aegundo Campeonato Mundial Juvenil de Ajedrez, disputado en la ciudad de Copenhague (Dinamarca). Fue el segundo latinoamericano, después de que Capablanca fuera campeón absoluto en el 21.
Tomás Rodríguez
Oscar Panno nació el 17 de marzo de 1935 en el barrio porteño de Saavedra, al igual que Alberto “Negro” López (bicampeón mundial de básquetbol en 1950 en el Luna Park y universitario en Dortmund, Alemania, en 1953), Hugo Porta (considerado el mejor apertura de rugby del universo), Rubén “Marqués” Sosa (uno de los mejores cabeceadores del fútbol argentino, de Platense, Racing y la selección nacional); el Prof. Norberto Victorio Zen, natural de Esperanza y al que la barriada lo adoptó para siempre, un verdadero Maestro en la formación deportiva, de educación y musical y el inolvidable Roberto “Polaco” Goyeneche (un apasionado vocalista de tango, embajador universal de la música popular argentina); entre otros.
El extraordinario ajedrecista argentino aprendió las jugadas básicas en la casa familiar de la calle Mariano Acha, donde su padre, Francisco Panno, de profesión mecánico y amante del juego ciencia como aficionado, sentaba al pequeño Oscar y a su hermano César ante el tablero, los días de lluvia, para que no se aburran.
También llegaba a su hogar la recordada revista de actualidad “Leoplán”, donde Roberto Grau publicaba semanalmente las columnas ajedrecísticas que terminarían por conformar su clásico Tratado General de Ajedrez.
Bolbochán
Más adelante, el destino reunió al pequeño Oscar con el maestro Julio Bolbochán, quien se desempeñaba como “profe” de ajedrez de River, cercano a su domicilio. Desde entonces se plasmó entre ambos una inmejorable relación alumno-docente.
En 1947, Panno jugó su primer torneo, el interno de cuarta división de la entidad millonaria. Un año después se consagró campeón del certamen infantil “Libertador Gral. San Martín”. En 1951 anticipó que su estrella brillaría más allá de las fronteras cuando obtuvo el subcampeonato en el selectivo para el Primer Certamen Mundial Juvenil, además del Torneo Nacional de segunda categoría.
Los éxitos
En 1952, un año antes de su espectacular conquista, participó en su primer Magistral en el que salió segundo y se impuso en el torneo Mayor de la Federación Argentina de Ajedrez y el nacional juvenil que lo clasificó para Copenhague.
En 1953 fue su gran temporada; en marzo obtuvo el Campeonato Argentino Sub 20; en mayo ganó el Magistral del Club Argentino (aventajando a un Gran Maestro, Hernan Pilnik y Maestros de la talla de Héctor Rossetto y Raúl Sanguinetti). Y en julio conquistó el II Campeonato Mundial para Menores de 20 años (Argentina lo lograría nuevamente con Carlos Bielicki en 1959 y Pablo Zarnicki en 1992) y fue coronado un día después, en el acto de entrega de premios, siendo tapa de los principales diarios del universo.
Una anécdota: debía jugarse la partida Jorgen Bent Larsen-Francesco Scafarelli, el primero no apareció, se quedó dormido en su habitación y, lógicamente, perdió el punto ante el italiano.
Subcampeón
Luego conformó el equipo olímpico de Argentina en Amsterdam en 1954 clasificándose subcampeón mundial y Panno es considerado el sexto mejor jugador del mundo de primera categoría y un año después escoltó al ucraniano David Bronstein y al ruso Paul Keres en el Internacional de Gotemburgo.
En marzo de 1954, se publica un libro de 47 páginas sobre los triunfos de Panno, fantástica figura del juego ciencia, en la edición de “Vidas Apasionantes”, escrito por Pedro Weber, con el título de Idolos Populares, que era la segunda de una serie dedicada a Edmundo Rivero (voz y emoción de Buenos Aires), Aníbal Troilo (el bandoneón del pueblo), Angel Amadeo Labruna (una moral al servicio del deporte) y Juan Manuel Fangio (campeón mundial de automovilismo en Fórmula Uno).
Llegó a alcanzar un Elo 2580 (el año pasado todavía mantenía 2438) fue considerado una de las grandes promesas del ajedrez de su época, entre sus derrotados aparecen figuras de primer nivel o que alcanzarían luego puestos descollantes en el juego como Bent Larsen Viktor Korchnoi, Boris Spassky, Erich Eliskases, Lazslo Szabo, Lev Polugaievsky, Henrique Mecking, etcétera.
Ingeniero civil
Durante una década, entre 1958 y 1968, Oscar Roberto Panno suspendió su carrera ajedrecista dedicándose a continuar con los estudios superiores en la Universidad de Buenos Aires hasta obtener el diploma de ingeniero civil, complaciendo el sueño de su padre.
Ese hombre octogenario, de figura aún robusta, escasa cabellera y platinada habla, en la actualidad enseña y reflexiona como un Maestro. En el deporte de los trebejos, a Oscar Panno, ingeniero civil de profesión y ex campeón mundial juvenil y gran maestro por talento y convicción le sobran pergaminos para decir y hacer lo que le dé las ganas.
El natural del barrio de Saavedra, de la actual Ciudad Autónoma de Buenos Aires, es el último bronce del ajedrez argentino, el más grande ajedrecista nacido en la República Argentina y poseedor de un palmarés, al que podrán imitar pero jamás superar.
Analista de Korchnoi
Además, Gran Maestro a los 20 años, integrante del notable equipo de analistas de Viktor Korchnoi en su duelo con Anatoly Karpov en Filipinas 1978; campeón de los zonales de Mar del Plata 1954 y Río de Janeiro 1957 y de los Magistrales de Palma de Mallorca 1971 y 1972, entre muchas conquistas más.