El hombre se preocupa en aclarar que se magnificaron sus dichos, que no quiso darle el sentido que se le dio. Hace poco, Juan Barbas declaró que "a veces mi cena es un mate cocido, lo hago para cuidar el mango". No es así. No está en la ruina. "Me pasa lo que le pasa a quiénes no pueden trabajar por esta pandemia. Yo estoy dirigiendo en la quinta de Almirante Brown, iba desde las 7 de la mañana hasta las 7 de la tarde al club, pero ahora no podemos trabajar", dice este hombre que llegó a la cima desde muy joven, cuando fue campeón del mundo en ese juvenil inolvidable de Menotti y Maradona en 1979, que ya jugaba por entonces en la primera de Racing y que luego estuvo diez años en Europa. Amigo de Walter Mamani y Mario Sciacqua, también de Rubén Rossi con el que compartió ese equipo de los sueños, Juan Alberto Barbas tiene una historia apasionante para contar, con momentos de gloria y otros de carencias, en el "sube y baja", como la vida misma. Y lo hizo en La Primera de Sol.
-¿Qué te genera que la gente se acuerde tanto de ese juvenil del 179?
-Nos pasan cosas que a veces no entiendo, es algo mágico, que pasado tanto tiempo se acuerden de nosotros y que la gente recite el equipo de memoria, es algo increíble.
-¿Cuándo se dieron cuenta de que eran campeones en Japón?
-Nosotros jugamos un partido muy difícil ante Uruguay, en semifinales, que era el único equipo que conocíamos porque lo habíamos enfrentado en el Sudamericano. Después de ese partido, el Flaco Menotti nos reúne y nos dice que habíamos cumplido... "Está en ustedes qué quieren ser en su vida... Pero, para mí, ustedes ya son campeones del mundo. Nunca ví un equipo que juegue tan bien al fútbol como ustedes", nos dijo después de esa semifinal... Y bueno, nosotros nos juntamos y dijimos: " Muchachos, llegamos hasta acá, tenemos que terminar de la mejor manera".
-¿Fue más bravo el de Uruguay que la final con los soviéticos?
-La final la íbamos perdiendo, pero sabíamos que teníamos un poder ofensivo muy bueno. Fue así, no nos desesperamos, vino el penal, después la jugada del Pelado Díaz y el gol de tiro libre de Diego... Hay cosas que no me acuerdo de ese día y los muchachos me las hacen recordar.
-¿No les llama la atención que Menotti ponga a esa selección del 79 por encima de la del 78?
-Hablando con Rubén Rossi, decíamos que el nuestro era un muy buen equipo con una gran figura como Diego. Los únicos que estábamos jugando en primera, éramos Diego y yo. Pero no había recelos, nada de envidia, eramos muy unidos. Cada uno sabía lo que tenía que hacer. El Flaco se divertía, en los entrenamientos nos "cebábamos" a puro toque y cada vez que hacíamos una buena práctica, nos decía que se iba con la panza llena por ver tan buen fútbol... Pero él se la jugó con nosotros.
-Porque después de haber salido campeón, en el 78, muchos le dijeron que estaba loco en venir a dirigirnos... En el fondo, sabía que tenía potencial.
-¿Qué pasó con la del 82?, porque a priori, parecía mejor que la del 78...
-A un gran equipo, el de los campeones del mundo de 1978, se sumaron el Pelado Díaz, Calderón, Diego y yo... Estuvimos como dos meses concentrados, íbamos con toda la fe y con todas las ganas... ¡No fuimos a pasear como muchos dijeron!... A Diego le pegaron mucho contra Bélgica en el partido inaugural... Y después, nos tocaron dos grandes equipos en la fase final como Brasil e Italia, que fue campeón... Brasil era extraordinario, pero en ese partido no nos cobran un penal y a Diego lo echan porque Batista me pega a mí, la jugada sigue y Diego, al que lo molieron a patadas, le metió un planchazo... Y fijate lo que fue la marca de Gentile contra Italia, me hizo acordar a la que luego le hizo Reyna en Perú, antes del 86.
-¿A vos te descubren porque ya jugabas en Primera?
-Fue el maestro Duchini, un gran buscador de talentos... Tengo una linda anécdota y la voy a contar: un día estaba cenando con él y me la contó. "¿Sabés cómo llegaste?. Fui a La Plata a comer con mi señora, pregunté qué partido había y me dijeron Gimnasia-Racing. Vamos a ver ese partido, dije. Y había un chiquito que jugaba de 4. Eras vos. Jugaste muy bien, entonces el lunes me fui a Afa, me fijé en la fecha de nacimiento y así fue que te citamos. Un partido me alcanzó", me contó.
-¿Es cierto que contás los "mangos" uno por uno?
-Yo estoy en Almirante Brown, dirigiendo la quinta. Y se hace difícil porque mi única entrada es el fútbol... Fue un poco fuera de contexto aquello, yo vivo del fútbol y estoy padeciendo este Covid como muchos que no pueden trabajar. Muchos me dicen: ¿por qué no hiciste algo paralelo?. Y yo lo único que sé es dirigir y jugar al fútbol. Estoy bien, no me desesperé, trato de cuidarme como todos...
-¿Cuánto tiempo jugaste en Europa?
-Diez años... Desde el 82 al 85 en Zaragoza, luego cinco años en Italia y después en Suiza... Ahí jugué en Locarno, que era de la B. Mi representante era Antonio Caliendo, el mismo de Passarella, Gallardo, Ortega... Me hizo una mala pasada. En el Lecce estaba cómodo y me ofrecen ir a Mónaco... Imagináte, yo quería jugar en la Champions... En Lecce lo traen a Alehnikov y, supuestamente, me iba para allá... Caliendo lo representaba a Baggio, lo convence para que vaya a Juventus, se va el portugués Barros a Mónaco y yo me quedo tecleando y sin club.
-Ahí me voy al Locarno... Un desastre... Todos trabajaban, había uno que laburaba en un banco, otro que era abogado, entrenábamos desde las 7 de la tarde hasta las 10 de la noche porque todos tenían otro laburo... Fue un desastre, poca gente en la cancha, todo el día sin hacer nada hasta ir al entrenamiento... Deprimente... Estaba con Gustavo Costas allá, éramos los únicos profesionales... De ahí me fui al Sion con Trossero y Clausen, salimos campeones del torneo suizo... Como después Locarno no pagaba, me volví a Buenos Aires y arreglé en Huracán, que estaba muy mal económicamente... Hacíamos paros todos los días... Y ahí salió lo de Alvarado...
-Al mes, Telemarket presenta quiebra, pero me quedé a jugar el torneo local... Y de ahí a All Boys, económicamente otro desastre... Ganaba 2.500 pesos por mes y me decían que pase por la sede a cobrar. ¿Sabés cuánto me daban? ¡50 pesos!...
-Volvé por un momento a lo de Alvarado. ¿Fuiste con el Flaco Menotti a ese proyecto?
-Estuvo el Flaco, pero fue engañado como fuimos engañados nosotros... A él le contaron primero, vio lo que era y al poco tiempo se fue y firmó con Boca... Nosotros no podíamos irnos, ya estábamos allá, estábamos en el baile... Yo llevé a mi familia, inscribí a mis hijas en el Colegio Marista y cuando Telemarket presenta quiebra no podía volverme, así que nos quedamos con Obdulio Trasante, el uruguayo, ¿te acordás?
-Jugamos la liga local... Un día, en el partido famoso de Aldosivi con Alvarado, cuando Camoranesi lo quiebra a Pizzo, estaba en el banco y el técnico me pide que entre... El foul de Camoranesi fue a un metro mío... ¡Ni loco entro!, le dije... Te lo juro que me asusté... Ví cómo le quedó la pierna al chico y me asusté... Me cambié y al otro día le dije a los dirigentes que rescindía... Habíamos ido con Germán Cáceres, el de Lanús, Musladini, Lo Tártaro, Rudman, un equipazo.
-Y mientras había plata...
-Jugábamos el Regional, llegábamos con un micro de doble piso que no había muchos en ese momento, a los mejores hoteles...¡Ibamos a la cancha y los rivales llegaban en bicicleta y la dejaban atada a un poste!... ¿Sabés lo que era el partido después?, una guerra, un infierno... ¡La patada más baja te la ponían en la garganta!... Perdimos con Cipolletti y quedamos afuera...
-¿Estaban Rios Seoane y Macri en ese proyecto?
-Creo que no... No me acuerdo de ellos dos... Estaban Hugo Jinkis y el hermano de Mónica Cahen D'Anvers... Jinkis es el mismo que ahora está preso por el Fifa gate.
-¿Qué consejos le darías a los chicos de ahora?
-Que para ser un buen deportista, hay que entrenarse bien, descansar mucho y alimentarse bien... La vida ha cambiado, nosotros jugábamos a la pelota de la mañana a la noche, hoy son dispersos, andan con las computadoras, los celulares... Pocos quieren entrenar... Cuando le decís, te miran con mala cara... "¿Otra vez a entrenar?", te dicen...
-¿Faltan "8" como Barbas?
-Faltan enganches, faltan volantes, faltan marcadores de punta... ¿Sabés por qué?, porque abajo son más resultadistas que formadores... Cuando te equivocás en el qué querés de tu vida y si pensás en estar rápido dirigiendo en Primera y no te dedicas a la formación, se hace difícil... Yo vengo de una escuela vieja, me pongo en el medio, paro la práctica, me fijo en la recepción, el pase, el perfilamiento, no dejo pasar los errores... Hay otros que hacen 40 minutos, se paran a un costado con el celular y se la pasan mandando mensajes... Me enferma ver a técnicos haciendo eso. La única forma de corregir a un chico es parando la práctica. Cuando es más grande, es difícil de corregir.
-Cacho Giménez... Era sensacional... Yo traté de aprender. Hace poco, un chico Giménez que tuve en San Lorenzo me mandó un mensaje y me agradeció lo que le enseñé, ahora está en el exterior... Siempre digo que si a un equipo o jugador lo agarré en 5 puntos, lo tengo que dejar en 6 o 7. Si es así, algo hice. Si lo dejé en 3, fracasé... Pero bueno, en este país, algunos hacen el curso de DT para tener el carnet y entrar a la cancha.
-¿Qué te dio, qué te sacó y quién te falló en el fútbol?
-Me dio fama, jugué en la selección y no me arrepiento de nada. No me sacó nada, porque todo lo que hice lo tengo… ¿Quién me falló?... Una persona que no me llevó al Mundial del 86, porque hice las Eliminatorias, anduve muy bien, me lo merecía y por gustarme el estilo de fútbol de Menotti, no me llevó al Mundial.
-¿Por qué Bilardo lo hizo?
-Porque una vez, en un reportaje, me preguntaron qué estilo me gustaba, si el de Menotti o el de Bilardo... Y dije el de Menotti, porque lo había tenido más tiempo... El Flaco me había llevado al juvenil y después a la mayor y al Mundial de España... Pero bueno, le pasó a Gareca, a Trossero, a Russo… En el momento te duele, no pude ser doble campeón del mundo… Me quedo con lo que hice, mucha gente no entendió por qué me quedé afuera... Por lo menos lo llevó al Negro Enrique, que era un jugadorazo... No llevó a cualquiera.
"Walter Mamani es un genio, lo conocí en Bahía Blanca, trabajé en reserva en Olimpo cuando ellos, con Marito Sciacqua, estaban en Primera. Marito también, un tipo sensacional. Ellos me abrieron las puertas para que yo pudiera aprender. Es tremendo lo que saben y lo que me enseñaron. Les estoy muy agradecido y tengo el mejor recuerdo siempre de ellos. ¿Santa Fe?, fui varias veces a jugar... ¡Me encantan sus alfajores!" Juan Alberto Barbas, ex jugador, campeón del mundo juvenil en 1979