Mirian del Pilar Monasterolo (M.P. N 3069) preside el Colegio de Farmacéuticos, 1era. Circunscripción. Asumió en junio de este año, en plena pandemia por Covid-19. En el marco de la fecha que se conmemora hoy, brindó una entrevista donde aborda varias cuestiones para reflexionar y deseó un feliz día a todos sus colegas, que sin lugar a dudas son, hoy y siempre, profesionales esenciales del ámbito de la salud.
-Año 2020 y una Pandemia en curso. ¿Qué decir de la importante tarea del farmacéutico en estos tiempos, que no se limita al expendio de medicamentos únicamente?
-Esta pandemia que estamos viviendo pone de manifiesto el relevante rol del Profesional Farmacéutico como miembro del equipo de salud, esencial y responsable de garantizar prácticas seguras de uso, manejo y suministro de medicamentos y productos médicos, garantizando la seguridad del paciente, del personal sanitario y la sostenibilidad del Sistema de Salud.
La Farmacia Comunitaria generalmente es el primer lugar al que acceden los pacientes. Esta posición estratégica fue puesta a disposición para sumar a la habitual tarea una labor informativa, ofreciendo y reforzando mensajes en ámbitos como la higiene de manos, la prevención, el distanciamiento físico, entre otros.
En relación con los medicamentos, además de establecer estrategias para evitar aglomeraciones en las farmacias, hubo que realizar esfuerzos para mantener las farmacias abastecidas para garantizar la prestación, evitando que los pacientes deban deambular en busca de sus medicamentos.
Es importante señalar también que hemos tenido que diseñar y cumplir con estrictos protocolos de seguridad, no sólo en favor de los pacientes sino, de manera especial, de los profesionales farmacéuticos y sus colaboradores Adaptamos nuestra Red no solo en lo sanitario, sino también en lo tecnológico.
-El lema establecido para este Día del Farmacéutico es “Transformando la Salud Global”. ¿Por qué, para qué y cómo?
-Al momento de hacer público el lema del presente año, el presidente de la Federación Internacional (FIP) Dominique Jordán, dijo (entre otras cosas) “… los farmacéuticos en todos los campos de la profesión, están jugando un papel central en la transformación de la salud de sus comunidades. Nuestro objetivo es mostrar cómo los farmacéuticos contribuyen a un mundo en el que todos se benefician del acceso a medicamentos y tecnologías de salud segura, efectiva, de calidad y asequible, así como de los servicios de atención farmacéutica”.
-¿Qué cualidades debe tener un buen farmacéutico/ a para ejercer la profesión?
-En el desarrollo de su labor habitual, el farmacéutico necesita conocimientos técnicos – científicos, por lo que debe involucrarse en un proceso de actualización permanente y además desarrollar habilidades e incorporar conocimientos en materia administrativo-contable.
Resulta de vital importancia sumar a lo anterior algunas habilidades complementarias, entre las cuales solamente voy a mencionar aquí un par de ellas:
Habilidades de comunicación, para interactuar con sus colaboradores, pacientes, médicos prescriptores y con muchos actores más con los que se relaciona a diario. Se trata de saber escuchar con atención; identificar necesidades; preguntar para entender; exponer mensajes con claridad; no prometer lo que no se puede dar; actuar con calma y una buena dosis de paciencia
Empatía, lo cual no es otra cosa que ponerse en el lugar del otro. Por lo general, los farmacéuticos desempeñan varias funciones y hay momentos en que las actividades son abrumadoras. Dentro de su rutina no pocas veces se encuentran con pacientes enojados, cansados a los que debe comprender y ayudar.
Compromiso, reserva, confiabilidad, solidaridad….entre otros.
-¿Qué aprendizajes, reflexiones, logros, cosas para mejorar... va dejando esta pandemia en el sector?
-Considero que la pandemia ha logrado revalorizar la función social del farmacéutico. A partir de ello, parece lógico procurar que la sociedad en general y las autoridades gubernamentales en particular, tomen conciencia que la farmacia es un servicio público indispensable y que, como tal, se debe regular su ejercicio en todo el territorio nacional, aplicando exclusivamente un criterio sanitario.
Las razones que sostienen esta afirmación son claras y concretas, a saber:
A través de ellas se permite al paciente el acceso democrático al medicamento, unánimemente considerado un bien social, en cada centro poblado del extenso territorio nacional.
Prestan un servicio que beneficia a la sociedad en general.
La farmacia es el único establecimiento habilitado para la venta de medicamentos, drogas y especialidades farmacéuticas.
Son un centro de salud de atención primaria, en el cual siempre se encuentra un profesional idóneo en la materia al servicio de la población en su conjunto.
Las farmacias, resultan ser el primer y más cercano contacto sanitario, al que acude la población en procura de asesoramiento y orientación.
Resultan ser un pilar fundamental para el uso racional del medicamento.
Realizan tareas de farmacovigilancia.
Dan sustento material al control de trazabilidad del medicamento dispuesto por las autoridades sanitarias.
Por todo lo dicho, podemos concluir que la sanción legislativa como” Servicio Público Impropio” de la actividad de la farmacia comunitaria resulta impostergable, ya que eso no es más que otorgarle reconocimiento legal a una innegable realidad.
- ¿Cuáles son los desafíos de esta comisión directiva del Colegio de Farmacéuticos para su gestión, que arrancó este año y se extenderá hasta 2023?
-El nuevo escenario del mercado de los medicamentos nos obliga como institución farmacéutica a profundizar ciertas transformaciones que venimos llevando adelante y, a la vez, a replantearnos estrategias políticas y comerciales que garanticen nuestra posición (subsistencia) en el mercado, y nuestro crecimiento cuantitativo y cualitativo, de ser posible.
La idea central es diseñar y trabajar en las distintas acciones políticas, operativas y comerciales entendiendo que, debemos actuar agregando valor a la prestación farmacéutica, para garantizar la subsistencia de la institución y sus representados.
Al presente tenemos una posición en el mercado que nos permite proyectarnos como una institución con potencial competitivo y estar a la vanguardia en materia de tecnología aplicada a la salud.
Por eso entendemos necesario establecer pautas de desarrollo en el corto y mediano plazo para promover, mejorar y/o crear nuevos acuerdos estratégicos que nos permitan implementar y/o consolidar nuestras herramientas tecnológicas y administrativas de gestión de convenios, especialmente las referidas a la prescripción electrónica.
Nuestro objetivo estratégico principal, en la realidad actual y en los tiempos por venir, está más vigente que nunca. Necesitamos trabajar asociativamente procurando:
- Mejorar el acceso al medicamento, por parte de toda la población.
- Colaborar con los financiadores para una mejor utilización de recursos cada vez más escasos
- Aportar a la sustentabilidad de nuestra red de farmacias, poniendo a su disposición la mayor cantidad de oportunidades de trabajo.
- Afianzar la labor y el sentido de haber constituido entidades representativas de los intereses de las farmacias, actuando de manera proactiva en la construcción de la diaria realidad del sector.
El Colegio de Farmacéuticos, 1era. Circunscripción, cuenta en la actualidad con más de 900 Farmacéuticos matriculados, distribuidos en 12 Departamentos de la Provincia de Santa Fe. Ellos son: La Capital, 9 de Julio, Castellanos, Garay, General Obligado, Las Colonias, San Cristóbal, San Justo, San Javier, San Jerónimo, San Martín y Vera.
La Red de Farmacias que abarca todo el territorio de la Primera Circunscripción está constituida por más de 660 Farmacias Privadas. Muchos de nuestros colegiados ejercen su profesión en el Ámbito Público (hospitales/Centros de salud), en Droguerías, Sanatorios y Clínicas, Centrales de Esterilización, Laboratorios y otros ámbitos de Investigación.
El Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Santa Fe fue creado, junto a los otros colegios del Arte de Curar, por Ley Nº 3.950, con el fin de propender al mejoramiento profesional, fomentando el espíritu de solidaridad entre los colegas, el resguardo de las actividades del arte de curar de su incumbencia y el máximo contralor moral en el ejercicio de la profesión farmacéutica. Sus estatutos fueron aprobados el 12 de febrero de 1952 por Decreto Nº 01388 (S.P. 347).