Decenas de miles de personas participaron en la noche del viernes en la capital uruguaya de Montevideo de la Marcha de la Diversidad Sexual, en medio de recomendaciones de distanciamiento social y la utilización de máscaras por la pandemia de COVID-19.
La movilización es una de las convocatorias más populares que se realizan anualmente en Uruguay, que hasta el momento solo ha registrado 1.967 casos de coronavirus y un total de 47 fallecimientos por la enfermedad. La población del país sudamericano es de cerca de 3,5 millones de habitantes.
Bajo la consigna "Orgullo es Luchar", la movilización, que incluyó a personas disfrazadas, grandes banderas multicolores de la comunidad LGTBQ+ y este año tapabocas, atravesó el centro de Montevideo y finalizó frente a la sede del Congreso nacional.
Asistir a esta movilización "es una forma de defender las conquistas, para que no nos quiten nuestros derechos", dijo a Reuters Mariela, de 19 años, que no quiso revelar su apellido. Mariela participó junto a su pareja Daniela, de 21 años, y un grupo de militantes.
Uruguay aprobó en los últimos años bajo una serie de gobiernos de centroizquierda una agenda de derechos que incluyó el matrimonio igualitario, la adopción de niños por parejas homosexuales y la operación de cambio de sexo entre las prestaciones del sistema de salud.
Sin embargo, este año la marcha se produjo seis meses después de la asunción del actual presidente de centroderecha Luis Lacalle Pou quien se ha mostrado en contra del aborto y cuyo Gobierno prevé realizar una serie de recortes presupuestarios.
"Marchamos contra un Gobierno que defiende una agenda 'pro-vida'. Nosotros decimos 'ni un paso atrás'", dijo en una lectura de una proclama uno de los organizadores al final de la movilización.