El Sahara es el desierto no polar más grande del mundo; cuenta con más de 9 400 000 km² de superficie y abarca la mayor parte de África del Norte.
El Sahara es el desierto no polar más grande del mundo; cuenta con más de 9 400 000 km² de superficie y abarca la mayor parte de África del Norte.
Un reciente estudio publicado en la revista Nature, arroja un hallazgo sorprendente: cientos de millones de árboles, no en forma de bosques sino solitarios.
Un grupo de investigadores logró contar uno a uno estos árboles en un área de 1,3 millones de kilómetros cuadrados en el noroeste de África.
La región abarca Argelia, Mauritania, Senegal y Mali, incluye partes del Sahara occidental y también del Sahel, el cinturón de sabana semi árida tropical al sur del desierto.
Según las estimaciones de los especialistas que participaron del proyecto, se contabilizaron unos 1.800 millones, cifra muy superior a la que esperaban.
El autor del estudio, Martin Brandt, de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca, dijo que si bien "la mayoría están en el Sahel, hay cientos de millones en el propio Sahara". "Se trata de un árbol por hectárea en promedio en el Sahara hiperárido. No suena mucho, pero creo que es más de lo que uno podría haber pensado", agregó.
También el investigador aclaró que el área investigada representa solo el 20% del Sahara y el Sahel, "por lo que el recuento total de árboles es mucho mayor".
El estudio
El grupo de científicos, que incluyó a expertos de la NASA en Estados Unidos, del Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS) en Francia y del Centro de Monitoreo Ecológico de Dakar, en Senegal, entre otros, pudo realizar el trabajo accediendo a imágenes satelitales de alta resolución que normalmente están reservados para usos militares o industriales.
Utilizaron más de 11.000 imágenes de la región investigada, registradas por cuatro satélites de la empresa privada Digital Globe, que pertenecen a la Agencia Nacional de Inteligencia de EE.UU., parte del Departamento de Defensa de ese país.
Para hallar los árboles, usaron un tipo de inteligencia artificial conocido como aprendizaje profundo, en el que se le enseña a una computadora a hacer algo. En este caso, a identificar árboles.
Para no confundir un árbol con un arbusto, los expertos decidieron solo contabilizar las copas con un área mayor de tres metros cuadrados.
No es una solución
Brandt señaló que este hallazgo no compensa el enorme problema de la deforestación, que tanto preocupa a los ecologistas y que se ha agravado en los últimos años con masivos incendios forestales en lugares como Grecia, Australia, Estados Unidos y América del Sur. "Los árboles de las zonas áridas siempre han estado ahí. Conocer su número y ubicación es importante, pero no es equivalente a que crezcan nuevos árboles", afirmó.