Los videos de los camiones que todavía se animaban a cruzar por la ruta nacional 11 ya totalmente cubierta de agua, así como las fotos que los vecinos subían a las redes conforme se acumulaba el líquido en las calles y amenazaba entrar a las viviendas, dan una magnitud del verdadero diluvio que soportó Nelson.
Este pueblo, ubicado a poco más de 40 kilómetros al norte de la capital provincial, sobre ruta nacional 11, soportó como pudo 260 milímetros de lluvia en cuatro horas, 100 de ellos caídos en sólo una hora.
Gentileza Horizonte Audiovisuales Canales, cunetas y desagües desbordados, alcantarillas corridas y caminos y calles destruidas: secuelas del diluvio.
Canales, cunetas y desagües desbordados, alcantarillas corridas y caminos y calles destruidas: secuelas del diluvio. Foto: Gentileza Horizonte Audiovisuales
Rápidamente, y por la cantidad de agua caída en tan poco tiempo, el canal que bordea a la localidad se vio desbordado y el agua entró al casco urbano, anegando casas, aunque felizmente no se produjeron situaciones de gravedad. Sólo hubo un vecino autoevacuado al que le entró agua en la vivienda. Y mucho trabajo de las cuadrillas de la comuna para asistir a los vecinos.
También la cercana Laguna Paiva, más al este, hacia donde inevitablemente escurren las aguas, tuvo dificultades con la lluvia torrencial que se abatió viernes y sábado.
Canal desbordado
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Héctor Leiva, presidente comunal de Nelson, explicó a Mirador que la situación está controlada y que con el correr de las horas, el agua fue bajando y retornado al canal de desagüe que rodea y protege a Nelson. No hubo negligencia ni descuidos, sólo mucha agua junta en poco tiempo. El canal se desbordó y el agua se metió en la planta urbana.
“Nelson está en una zona más baja que localidades vecinas -confió Leiva- y hacia aquí viene el agua de distritos como Manucho o Llambi Campbell. Y luego toda esa agua sigue hacia el este, hacia Laguna Paiva. El canal que nos protege y al que cuidamos y mantenemos siempre, se vio totalmente desbordado”.
Leiva señaló también que desde el primer momento el personal de la comuna estuvo trabajando de corrido, auxiliando a los vecinos más comprometidos y llevando bolsas y arena para evitar que el agua entre en los domicilios. También recibieron el llamado de autoridades provinciales y la visita un funcionario del área de Defensa Civil.
El presidente de la cercana localidad de Llambi Campbell, Adrián Tagliari, también se refirió a la gran lluvia que afectó a la zona, pero allí la situación no revestía gravedad, por cuanto el agua escurrió normalmente hacia sectores más bajos, fuera del caso urbano.
También el subsecretario de Municipios y Comunas, Carlos Kaufmann, señaló que, si bien el agua caída fue mucha, “felizmente no hubo que lamentar fuertes vientos que a veces complican aún más la situación. La provincia monitorea la situación y estamos atentos a lo que sucede”.
En el momento en que arreciaba la tormenta, las dos principales vías de comunicación estaban cortadas e intransitables: la ruta nacional 11, en una zona baja en que habitualmente se corta, entre Nelson e Iriondo. Y la ruta provincial 4, por un gran eucalipto que se cayó sobre la calzada en jurisdicción de Manucho. Recién ayer se restableció el tránsito sobre ruta 11.
El otro inconveniente tiene que ver con las secuelas. Leiva señaló que luego se evaluarán los daños, pero hubo muchos postes caídos (la luz estuvo cortada por varias horas), alcantarillas desplazadas o rotas, y corrido el ripio de los caminos naturales.