"Haber rescatado estas imágenes tan naturales es algo que no tiene precio"

Tras el hallazgo y difusión de una película de más de una hora de duración rodada íntegramente en Santa Fe en abril de 1928, El Litoral consultó al historiador Alejandro Damianovich, para enriquecer el material con su mirada desde una perspectiva histórica, y poner en valor así cada imagen que aparece.

Mientras se realizaban trabajos de restauración del edificio de la Basílica Nuestra Señora de Guadalupe, hace un tiempo atrás, fueron halladas en la sacristía las cintas fílmicas que retratan un hecho histórico de la ciudad: la Coronación Pontificia de la Imagen de la Virgen de Guadalupe, ocurrida el 22 de abril de 1928. Aquel evento multitudinario que revolucionó la ciudad había sido declarado de interés nacional, ya que participaron peregrinos de todas las provincias argentinas y de otros países latinoamericanos.

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Las seis latas de cintas de unos 11 minutos cada una (1.16 horas) rodadas por la reconocida cinematográfica argentina "Valle" -del italiano Federico Valle, que realizaba los noticieros de la época- fueron recuperadas y digitalizadas por Fernando Martín Peña, a pedido de las autoridades eclesiales. Allí pueden observarse las costumbres y tradiciones del pueblo santafesino, los medios de transporte de esa época, la estructura arquitectónica de la ciudad, el movimiento del puerto y personalidades como el gobernador Ricardo Aldao, el obispo Juan Agustín Boneo, el Padre Genesio y la mayoría de los obispos argentinos, entre otros detalles imperdibles para la historia y la cultura de la Provincia de Santa Fe.

-Damianovich, lo que muestran esas cintas es una ciudad distinta a la de hoy, con muchos signos y símbolos que describen otra época, pero además, en un acto religioso masivo que, quizá, no se podría repetir en la actualidad...

-Lo primero que hay que decir es que en ese momento de la historia la Iglesia estaba muy atacada, iba perdiendo terreno en la sociedad, con los embates del liberalismo, la modernidad, la secularización y las ideas de izquierda. Por ello es que en su defensa organizaba semejantes eventos y expresiones de poder, con la exhibición de sus arzobispos y obispos tratados como príncipes, con una gran reverencia. Ya en el siglo IXX la Iglesia pierde la enseñanza religiosa en las escuelas, hay cambios en los cementerios y surge el matrimonio civil. Todo ello va restando el poder organizador de la sociedad que tenía hasta entonces. Hay que recordar que si uno busca hoy los archivos de la Iglesia de los Mormones se encuentra con los registros de las personas previos a los registros civiles.

-Había un vínculo muy fuerte entre la Iglesia y el Estado, pero ¿allí comienzan las tensiones?

-En paralelo a esa pérdida de poder, existía un fuerte cuestionamiento ideológico. La Iglesia había construido un relato basado en una alianza estrecha con el Estado, que era una monarquía absoluta de origen divino. A medida que la modernidad va minando ese Estado y va construyendo sociedades democráticas, y las monarquías pasan a ser parlamentarias, la Iglesia se comienza a desorientar. Existen gran cantidad de encíclicas y documentos eclesiales que muestran este proceso, cuando la Iglesia todavía defiende el origen divino del poder, algo que hoy es anacrónico. Recién a fines del siglo IXX aparecen algunos signos de modernidad cuando la Iglesia detecta que ha quedado afuera de la realidad política, histórica y cultural, y comienza a generar algunos documentos rectificatorios. El primer Concilio Ecuménico, por ejemplo, fue muy conservador, al punto que declaró que las ideas del Papa eran infalibles; a diferencia del segundo, que fue transformador.

-Y en ese contexto se lleva a cabo semejante acto multitudinario...

-En esta época (1928) la Iglesia estaba a la defensiva. Por ello, semejante manifestación es la expresión de un poder que ya estaba en decadencia pero que todavía tenía mucho peso. La moral cristiana todavía tenía mucho peso: el valor de la virginidad, el lugar de sometimiento que ocupaba la mujer, los noviazgos super controlados, el cine controlado por la Iglesia. Ese peso eclesial se ve en la película, por ejemplo, cuando se observa la cantidad enorme de seminaristas que colman el patio del Seminario de Guadalupe, o en el desfile de la jerarquía eclesiástica, con la presencia de obispos de todo el país, que realza el acontecimiento. Más allá de esto, también hay que decir que la Iglesia siempre estuvo sujeta a los cambios sociales y culturales. Es decir que se reinventa y ahora creo que es más auténtica y coherente con sus fines.

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"Yo alcancé a viajar en tranvía por lo que hoy es el Centro Gallego, en el que la vía estaba sobre un terraplén y a los costados había zanjas y lagunas, y de noche se escuchaban las ranas"

-¿Cómo se transformó aquella Iglesia en la de hoy?

-La confrontación con el laicismo llevó a la Iglesia a conformar asociaciones católicas como el Círculo de Obreros Católicos, la Asociación San Luis Gonzaga y el Centro de Estudios Sociales León XIII. La presencia de estas organizaciones van preparando el terreno para la aparición más tarde de la Acción Católica, en 1931, es decir, tres años más tarde de este acontecimiento de Guadalupe. La Acción Católica surge como una reacción social de la Iglesia ante los acontecimientos. Era una institución fuertemente militante contra el laicismo, el liberalismo y las izquierdas. Aparte, en la provincia había una situación determinante: la sanción de la Constitución Provincial de 1921, que fue laica y ni menciona la palabra Dios, ni se pone como condición lo religioso para jurar cargos. Esa Constitución había sido patrocinada por el partido Demócrata Progresista (PDP), que era laico y no admitía ningún tipo de relación entre Iglesia y Estado. Pero fue vetada por el gobernador (Enrique) Mosca (UCR). Luego el PDP logra llegar al gobierno (con la gobernación de Luciano Molinas) e instaura esta Constitución, pese que dura poco tiempo, porque la provincia fue intervenida. Se la llamaba "Constitución atea" y el mismo (Hipólito) Irigoyen había reaccionado ante el marcado laicismo de la Constitución.

-¿Se podría realizar semejante acto popular hoy?

-Si se compara aquella celebración de Coronación de la Virgen de Guadalupe con actuales manifestaciones de fe, como pueden ser la de San Nicolás, o expresiones más populares como la de San Expedito, hay que decir que a nivel social persiste una necesidad de acudir a la Virgen y a los santos, o al Gauchito Gil, pero la Iglesia no es ni la sombra de lo que fue en aquellos tiempos en los que ya venía en decadencia.

Aquella Santa Fe

Según el comisario de la época, aquel día en Guadalupe hubo "no menos de 100 mil personas", en una Santa Fe con 92 mil habitantes (censo de 1927). Hubo que pedir horarios especiales de trenes, llegó gente en barcos, hubo una peregrinación de mexicanos y otra desde Buenos Aires. Hubo no menos de 5 mil autos, de los cuales 3.200 llegaron desde el sur. El problema fue el alojamiento de la gente. Estaba todo ocupado, por lo que hubo que abrir colegios y casas de familia. Y el trayecto desde el centro de la ciudad hasta Guadalupe, que se hacía en unos 15 minutos, tardó más de dos horas.

"Llama la atención la vestimenta y el paisaje de los santafesinos de aquella primera mitad del siglo XX, una imagen que no teníamos y que nos sirve para aproximarnos a la época -dijo Damianovich-. Desde mi mirada, que es la de quien se apasiona en escudriñar el pasado, debo decir que llama la atención la moda de la gente, preferente de las mujeres, que por lo que se ve estaba muy estandarizada, con un modelito que tenía una cintura en las caderas, sombrerito redondo, zapatos y abanicos, con vestimenta que no parece ser de verano en un día de calor (22 de abril). Los hombres todos de traje y con sombrero, estandarizados, con un contraste que muestra las diferentes clases sociales en un día que convocó a todos y los entremezcló, pese a que en lo cotidiano había marcadas diferencias sociales".

-¿Qué otras imágenes lo asombraron?

-La gran cantidad de automóviles Ford T, uno de los autos más vendidos de toda la historia. Y ello se daba a dos años de lo que sería la crisis del '30, que fue producida en gran medida por el "fordismo" (métodos de producción que hacían más intensiva la explotación de la fuerza de trabajo y permitió mantener relativamente bajos los salarios y acelerar el proceso de acumulación del capital).

-Y los medios de transporte público...

-Por supuesto, ¡los tranvías!, que circularon hasta la década del '60. Hay una imagen de la multitud avanzando por la zona del paso a nivel de Gral. Paz y Hernandarias, en la que se ven las barreras de fondo. Luego la cámara muestra un tranvía que dobla por Gral. Paz hacia avenida Galicia rumbo a Aristóbulo del Valle. Yo alcancé a recorrer ese trayecto, por lo que hoy es el Centro Gallego, en el que la vía estaba sobre un terraplén y a los costados había zanjas y lagunas, y de noche se escuchaban las ranas. Por Gral. Paz la vía estaba a un costado, mientras que por Galicia estaba en el centro, en lo que es hoy el cantero. Haber rescatado estas imágenes tan naturales es algo que no tiene precio.

-Nadie se quería quedar afuera de esta película...

-La reacción de la gente ante la presencia de la cámara es algo maravilloso, esos rostros de sorpresa, de gente que muy probablemente nunca habían estado frente a una cámara. Era algo novedoso, como cuando ahora asistimos a un acto y observamos sobrevolar un drone.

Por último, Damianovich también destacó el hecho de poder observar con imágenes en movimiento la presencia de personalidades destacadas (mencionadas más arriba). "Aparece el gobernador del momento, Ricardo Aldao, pero poco antes, en el mes de febrero, se habían celebrado los comicios y había ganado (Pedro) Gómez Cello -que era de otro sector del radicalismo-, quien todavía no había asumido el cargo", apuntó (asumió en mayo).

-¿Cuál era la idiosincrásica santafesina de aquella época?

-Era una sociedad muy marcada por la inmigración, con una gran mezcolanza. Y en este acto se ve a toda la "gringada" de Las Colonias que habían asistido, como lo hicieron en cada oportunidad que se celebró a la Virgen de Guadalupe. Casi todos los inmigrantes provenían de países católicos, como italianos, españoles y polacos, junto a otros migrantes como los judíos y los sirio libaneses. Esto marcó a la sociedad santafesina. Aunque todavía se observan en las imágenes algunos criollos, mestizos del viejo español y algo de sangre indígena, mocoví y toba -provenientes de las reducciones-, con su cultura de la costa. Todavía era una idiosincrásica muy conservadora, con roles signados por la moral cristiana, bien marcados para el hombre y la mujer.

-¿Cuándo comenzó a cambiar todo ello?

-La revolución cultural empieza en los '60 con la influencia internacional, con una verdadera revolución cultural: el Mayo Francés, la aparición de los hippies, The Beatles, la minifalda, la masificación del cine, los comienzos de la televisión. Allí comienzan a cuestionarse todas las estructuras culturales que ya estaban anquilosadas. Allí surge el cambio de conceptos respecto de los noviazgos, de la idea de pureza, y el despojo de la idea de la virginidad como un concepto vertebrador de la sociedad. Todos esos valores fueron emplazados por otros valores que tienen más que ver con la "virginidad mental".

-Por último, lo más moderno y transformador que se ve en el video es el gran movimiento que tenía el Puerto de Santa Fe...

-Así es, y en ese entonces nadie se imaginó que el Puerto estaba al borde del inicio de su decadencia. El año que mayor movimiento tuvo en su historia fue 1929. La crisis del '30 produce un colapso mundial que tuvo un fuerte impacto en nuestro sistema económico agro exportador. Todos los puertos del mundo comienzan a tener menor movimiento y se caen abruptamente las exportaciones, y el Puerto de Santa Fe comienza su lenta decadencia que se profundizará en los '60 y '70, cuando surgen otros problemas como el calado, la distancia al mar y los costos de la navegación.