La historia del marino que conoció a Camila y fue juez de paz en Las Colonias
Tomás Lubary aparece como personaje secundario en la famosa historia. Transportó a Camila y a su amante, el padre Uladislao Gutiérrez, cuando huyeron de Buenos Aires bajo nombres falsos, meses antes de su fusilamiento. Más tarde, fue juez de Paz en San Carlos, San Agustín, Franck y Las Tunas. En el Museo de Luján se conserva la trenza de cabello que Camila le regaló a Lubary.
El romance prohibido que vivieron Camila O’Gorman y el cura Uladislao Gutiérrez en tiempos de Juan Manuel de Rosas es uno de los más conocidos de la Historia Argentina del siglo XIX. Sus ribetes románticos, su trágico desenlace y el contexto social en el que se desarrolló, engendraron biografías, novelas, obras teatrales y hasta una película dirigida por María Luisa Bemberg y protagonizada por Susú Pecoraro, que compitió por el Oscar de la Academia en 1984.
Archivo El Litoral Fusilamiento de Camila.
Fusilamiento de Camila.Foto: Archivo El Litoral
El flechazo entre la joven Camila y Uladislao se produjo en una de esas tertulias tan características en el Buenos Aires decimonónico cuando ella tenía apenas 18 años y él unos pocos más. Camila pertenecía a una familia muy conocida en la ciudad, él era párroco auxiliar de la iglesia Nuestra Señora del Socorro.
Archivo El Litoral Fragmento del libro de Julio Llanos que menciona a Lubary.
Fragmento del libro de Julio Llanos que menciona a Lubary.Foto: Gentileza Rubén Donnet
A finales de 1847 se fugaron para evitar que los separen. Querían llegar a Río de Janeiro, pero se quedaron en Goya, Corrientes, donde bajo los nombres falsos de Máximo Brandier y Valentina Desan, fundaron una escuela. En ese lugar vivían cuando, pocos meses después, fueron descubiertos y finalmente fusilados.
Lo que se conoce menos es el cruce que tuvieron estos acontecimientos con la vida de un hombre llamado Tomás Lubary, quien era propietario de una flotilla de barcazas y trasladó a los amantes desde San Fernando, Buenos Aires, en su goleta Río de Oro hasta la provincia de Corrientes, donde vivieron algún tiempo al amparo de nombres y profesiones falsos hasta que fueron denunciados por un religioso, descubiertos y finalmente sometidos a pena de muerte, pese a la amistad de Camila con Manuelita, la hija del propio Rosas.
El Litoral Una de las fuentes: el libro de Héctor Daniel De Arriba.
Una de las fuentes: el libro de Héctor Daniel De Arriba.Foto: Gentileza del autor
Lubary, años después de aquellos acontecimientos, tras la sanción de la Constitución Nacional Argentina y la organización de las colonias agrícolas, se radicó en San Carlos Centro donde ocupó el cargo de Juez de Paz. Más tarde hizo lo propio en San Agustín, Frank y Las Tunas.
El Litoral Otra fuente: el libro de Julio Llanos.
Otra fuente: el libro de Julio Llanos.Foto: Gentileza Rubén Donnet
Todos estos datos, están documentados en diversos libros escritos sobre la historia de Camila, entre ellos los que escribieron Julio Llanos (Camila O’Gorman 1883) y Héctor Daniel De Arriba (Presbítero Miguel Gannon ¿culpable o inocente?, publicado en 2013 por Editorial Dunken), este último centrado en la figura del religioso que reconoce o identifica a Camila y a su amante previo a su muerte.
El Litoral El collar de cabello que le regaló Camila a Tomás Lubary.
El collar de cabello que le regaló Camila a Tomás Lubary.Foto: Gentileza Héctor Daniel de Arriba
Las crónicas señalan que cuando los amantes decidieron huir de Buenos Aires, cambiaron sus nombres por los de Valentina Desán y Máximo Brandier. Y acudieron a Tomás L. (que era Lubary), quien los transportó en barco lejos de Buenos Aires, donde eran fugitivos. De hecho, existe un objeto que da cuenta de estos hechos: según comentó a este medio el escritor Héctor De Arriba, en el Museo de Luján se conserva la trenza fabricada con su cabello que le regaló la propia Camila O’Gorman a Lubary al regresar. Un sobrino de Tomás, Carlos Rodríguez Lubary, lo donó al mencionado museo en la década de 1930.
Tomás Lubary había nacido en las islas Canarias hacia 1822. A principios de la década de 1840 llegó a la provincia argentina de Entre Ríos, un tiempo después de que naufragara sobre las costas uruguayas el barco español en el cual viajaba. En los tiempos posteriores, trabajó en los campos de Justo José de Urquiza, donde generó los contactos que le posibilitaron adquirir una flotilla de barcazas en Corrientes. Entonces, empezó a trasladar madera desde el norte del litoral hasta los puertos del Río de La Plata.
Archivo El Litoral Otra imagen del sacrificio de Camila y Uladislao.
Otra imagen del sacrificio de Camila y Uladislao.Foto: Archivo El Litoral
Lubary participó de los enfrentamientos entre la Confederación y la provincia de Buenos Aires y durante la guerra de la Triple Alianza contra Paraguay, le expropiaron sus embarcaciones. Más tarde, fue indemnizado por esa situación y con ese capital compró terrenos en una zona próxima a San Carlos Centro. En el pueblo, montó un establecimiento para depósito y acopio de trigo y maíz.
Archivo El Litoral Retrato de Tomás Lubary.
Retrato de Tomás Lubary.Foto: Gentileza Rubén Donnet
Hombre público
En lo referido a su actividad pública, fue designado juez de paz en San Carlos 1868, cargo que retuvo por más de tres años. Lubary era católico y su perfil parecía el apropiado para la facción que controló el poder político en la provincia a partir de 1868.
El Litoral La calle en San Carlos que lleva el nombre de uno de los protagonistas de esta historia
La calle en San Carlos que lleva el nombre de uno de los protagonistas de esta historiaFoto: El Litoral
En 1871 fue comisionado para distribuir las tierras entre las familias indígenas de San Jerónimo del Sauce. En 1872, donó un terreno para la construcción de un edificio escolar y fue designado por el gobernador Simón de Iriondo integrante de la comisión escolar.
El 2 de mayo de 1872, Tomás Lubary dejó el cargo de Juez de Paz de San Carlos para pasar a desempeñar la misma función en la jurisdicción que comprendía a las colonias de San Agustín, Frank y Las Tunas. También formó parte de la comisión fundadora de Santo Tomé. Falleció el 19 de junio de 1878.