-A tres meses de iniciada la gestión de Biden ¿Cuánto cambió Estados Unidos?
La reivindicación de la clase media y los sindicatos, la necesidad de terminar con la teoría del derrame y el pedido para liberar temporalmente las patentes de las vacunas mientras dure la pandemia, redireccionaron la política estadounidense después de 40 años de alianza con los sectores más conservadores y el capitalismo financiero.
-A tres meses de iniciada la gestión de Biden ¿Cuánto cambió Estados Unidos?
-La gestión de Biden demuestra dos niveles de preocupación muy significativos. Uno es el que está vinculado a la crisis doméstica y el otro es el de la competencia internacional por el liderazgo de los EEUU. Biden concluyó que no existe consolidación de liderazgo posible con semejante nivel de crisis domésticas. En ese marco, entiendo que el deterioro de la hegemonía norteamericana no puede explicarse de manera unicausal por el crecimiento de China o por el traslado del eje del poder de occidente a oriente. Obviamente es un dato sistémico y estructural muy importante, pero la aceleración del proceso de crisis de la hegemonía norteamericana tenía que ver con situaciones de tipo interna. A partir de la década del 80, Reagan, apoyado por Thatcher, propuso un cambio de orden internacional que involucró un cambio de modelo doméstico que catalizó el paso de un capitalismo productivo que había primado desde el final de la Segunda Guerra Mundial a un orden internacional que habilito muchísimas desregulaciones que terminó dando cabida a un mayor desarrollo del capitalismo financiero. Esta situación inició un proceso de desindustrialización interno, de recolocación de la producción industrial en otros lugares, de especulación financiera y fundamentalmente de una redistribución del ingreso que generó un fuerte proceso de concentración en detrimento de las clases medias.
-Ese proceso nunca fue interrumpido aún cuando gobernaron los demócratas.
-No. Cuando llega Clinton al poder, un presidente demócrata joven representante del progresismo, mantuvo la alianza con Wall Street, pero le agregó políticas para las minorías de migrantes, sexuales, afrodescendientes. La perspectiva de los años 90 era que EEUU había ganado la Guerra Fría y que ese modelo de globalización era indiscutido y preservaba el liderazgo y la hegemonía norteamericana, compartida escasamente con Europa y Japón. Tras los dos mandatos de Clinton, suceden dos acontecimientos: la discutida elección que lo lleva a Bush hijo al poder y los ataques terroristas de 2001, que someten la política interna y externa de EEUU a la lógica de la lucha contra el terrorismo y la seguridad nacional. De todas maneras, en su primera etapa de gobierno, Bush hijo designó como secretario del tesoro a Paul O'Neill, que tenía una visión de recuperar cierto protagonismo del Estado en la economía y trató de poner algún límite, pero Wall Street tenía una militancia muy activa en contra y fue reemplazado por John W. Snow y éste por el presidente de Goldman Sachs, Henry M. Paulson.
-El otro antecedente importante es la crisis financiera de 2008.
-Que desnuda toda la alteración en la distribución del ingreso y la desindustrialización. La intervención muy activa del Estado que hace Obama para salir de la crisis, que lo diferencia de los europeos, fueron esos planes de rescate de miles de millones de dólares que terminaron en su mayoría en el sector financiero. Obama sostuvo que lo hizo porque si no se asistía a los bancos hubiera sido mucho peor, pero para otros hubiese sido mejor que el Estado financiase a los ciudadanos extendiendo los plazos de las hipotecas para que pudieran pagarlas. Obama llegó con las expectativas de recomponer el vinculo de la sociedad con la política. Sus ocho años de gobierno terminaron manteniendo la primacía de las finanzas sobre las cuestiones productivas, fomentando los acuerdos de libre comercio por fuera de la OMC y no logró, mas allá de políticas puntuales, sacar al país de esa dinámicas. Esto conduce a que en la elección de 2016 el debate no sea entre demócratas y republicanos o entre derecha e izquierda, sino entre un candidato pro establishment y otro anti establishment.
-Fue una campaña electoral con eje en la antipolítica.
-O correctiva de la política. Quienes creían que la solución era la anti política votaron por Trump, que hizo campaña reivincándose como outsider, proteccionista, opositor al libre comercio, echándole la culpa de los problemas de EEUU a los chinos, los migrantes y asegurando que era factible un regreso a los mejores tiempos del pasado. La otra expresión que explica la situación actual se dio en 2016 y se repitió en 2020, es la de aquellos que reivindicando la política se identificaron con la propuesta de Bernie Sanders. El Partido Demócrata en las dos ultimas elecciones terminó sosteniendo una posición pro establishment, pero la agudización de la crisis en 2020 por el surgimiento de la pandemia y el impacto enorme que tuvo sobre la economía, la exaltación de la segregación racial, la consolidación de movimientos políticos y sociales como Black Lives Matter, son datos muy importantes. Esa dinámica, que muchos tomaron solo desde el punto de vista racial, empezó a mezclarse con otra de reclamos de clase ante semejante nivel de alteración de la distribución de la riqueza, donde el 1% mas rico tiene el 50 % de la riqueza del país.
-Esa dinámica se agudiza fundamentalmente porque los índices sociales empeoraron en los últimos 40 años.
-Trump no es la causa de los problemas sino la consecuencia. El tema es que en el poder empeora enormemente esa situación porque termina fomentando a los supremacistas blancos, apoyando a quienes defienden el uso de armas y reivindicando a los grupos de la derecha alternativa que son negacionistas violentos. Particularmente entiendo que Trump gana en los esquemas que existían en ese momento referidos a los populismos de derecha, como aquellas opciones, en términos de Chantal Mouffe, que atienden las demandas sociales dando respuestas de derecha; que pueden no gustarnos, pero que son legítimas.
-Da la impresión de que Biden ha decidido atender las demandas internas con medidas mas tradicionales, que por ahora son solo anuncios.
-No podemos decir que todo lo que Biden anunció frente a la Asamblea Legislativa se va a poder cumplir. Pero en términos de discurso es un punto de inflexión porque ganó la elección como un miembro del establishment, impulsado por Obama para que no gane Sanders. El discurso de Biden tiene mucho de las propuestas de Sanders de la campaña electoral, ante el contexto social en el que asumió la presidencia, en la necesidad de contener a la derecha violenta, de abordar la magnitud de la pandemia, de recuperar el crecimiento de la economía norteamericana, de atender el atraso de infraestructura que tiene en relación con otros países desarrollados y especialemente con China, la necesidad de mantener los desarrollos tecnológicos para liderar pero también darle agua potable a la gente.
-El discurso tiene algo de presidente de país subdesarrollado, en el sentido de atender una enorme demanda social que no estaba visibilizada.
-Creo que republicanos y demócratas no las plantearon antes porque siguieron con la lógica de la alianza con el sector financiero. Lo que dicen Biden es que al país lo fundaron los sindicatos que crearon a la clase media. Hay como una reivindicación de otras tradiciones, por eso hay tantas menciones al New Deal. Obviamente 1933 no es el mundo de hoy y por eso hay que ver cuanto se puede hacer. Lo que me parece importante es que Biden redirecciona el rumbo porque entiende que no hay posibilidad de mantener aunque sea coyunturalmente el liderazgo de los EEUU si no se atiende esa crisis domestica.
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-En este contexto, ¿la propuesta de liberar las patentes contra el Covid es el primer gesto hacia afuera de Biden?
-Es un primer gesto pero que responde a lecturas geopolíticas. Biden dijo que no iba tener una política externa de vacunas hasta tanto no tuviera un determinado nivel de vacunación en EEUU y calculan que para el mes que vienen van a tener inoculada a toda la población que quiera hacerlo, lo que le permitiría empezar a hacer uso de una estrategia que académicamente se denomina la "generación de bienes públicos globales" y que Trump se negó abiertamente a realizar. Es mas, no tuvo ninguna política cooperativa relevante y en ese contexto EEUU perdió terreno frente a la "diplomacia de los barbijos" de China y la estrategia de la Federación Rusa de ofrecer una de las vacunas más eficiente que circulan en la actualidad. Lo que busca Biden es reactivar la economía y para que eso ocurra necesita que la pandemia disminuya a nivel global. Para eso lo que propone es una limitación temporal de las patentes.
-¿Interpretás la liberalización de las patentes como una medida para recuperar algún tipo de liderazgo?
-Fue leído como que tiene una política mas sensible hacia el resto del mundo. Inclusive hay algunas redefiniciones que son de orden geopolítico como consolidar una alianza que viene desde la gestión de Bush hijo con la India ante la emergencia sanitaria en ese país porque ahí es mas importante que EEUU consolide su presencia ya que es un país muy grande, con muchos habitantes y que hace de contrapeso en Asia con el rol de las vacunas de la Federación Rusa y China.
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-Aunque no hubo aún indicios ¿cuál crees va a ser la política de EEUU para América Latina en general y Argentina en particular?
-Hay algunas áreas prioritarias que se han marcado. Hay una decisión de afrontar el problema migratorio en la frontera sur, de recuperar las políticas de cooperación con los países del triángulo norte en América Central que Trump abandonó para evitar esos flujos migratorios. No creo que en el ámbito de la seguridad asistamos a demasiados cambios. Me parece que hay algunas cuestiones que si bien no están pensadas específicamente para América Latina o Argentina, de manera indirecta repercuten sobre nuestro país. Por ejemplo, Biden tiene una posición respecto de la derecha alternativa. Por lo tanto, aunque no quiere decir que no vaya a haber vínculos ni se reconozca la importancia, no comulga en lo ideacional con Bolsonaro. Eso puede generar que Argentina sea percibida como un país que mas allá de sus inconvenientes, tiene una actitud mas calma, con un gobierno mas responsable en el manejo de la pandemia. Por otro lado, la idea de que la magnitud de la crisis, como dijo Biden en el Congreso, ponga como irrelevante la teoría del derrame, aunque lo estaba pensando para EEUU, en cierta manera legitima a los países en vías de desarrollo a reclamar políticas semejantes. Y por otro lado hay algunos temas de agenda en los que hay coincidencia como los referidos a atender la crisis ambiental, además de algunas expresiones oficiales de que EEUU de que acompañaría a Argentina en el proceso de renegociación de la deuda con el FMI.
-Uno de las cuestiones mas complejas en América Latina es como resolver la crisis de Venezuela.
-Biden mantuvo la problemática de Venezuela en el mismo nivel que tenia con Trump. Entiendo, y es solo una percepción, que el nuevo gobierno debe haber tomado nota que todas las estrategias utilizadas por Trump, por ejemplo la agudización de las sanciones económicas, el embargo de las cuentas de PDVSA, el reconocimiento de Guaido, la creación del grupo de Lima, no terminaron favoreciendo un proceso de negociación. Le dieron a algunos sectores de la oposición venezolana una alianza estructural con Washington pero no lograron sacar a Maduro del poder.
-Además no parece hoy ser prioridad.
-No lo se porque por el momento no hay grades prioridades en América Latina. Desde el punto de vista externo el tema de la democracia, los derechos humanos, es parte de una narrativa que EEUU tiene a nivel global y con Trump se derrumbó. Biden va a tratar de recuperarla pero puede utilizar otro tipo de mecanismos o apoyarse en algún otro tipo de estrategia o de grupos para la negociación. De todas maneras la irrupción de la pandemia combinada con las distintas dimensiones de las crisis como consecuencia del neoliberalismo en América Latina van conformando escenarios problemáticos que son previos a la pandemia y que ya no aparecen en los países de siempre sino que lo hacen en aquellos que se presentaban como modelos de EEUU como Chile y Colombia. Creo que Washington debe estar observando esta situación.
-¿Cambió Biden en estos primeros cien días de su gestión la relación con China?
-Por el momento los planteos son bastante tradicionales, no hay un cambio significativo. Durante la campaña electoral lo único marcadamente similar entre demócratas y republicanos era la identificación de China como la amenaza estratégica mas importante a los intereses y el liderazgo norteamericano y que ganase quien ganase iba a existir una política dura hacia China. Hay varios escenarios posibles respecto a como va a evolucionar la relación. Puede ser que haya áreas de cooperación y áreas de tensión, y ningún experto niega que no haya ninguna posibilidad de que en la lucha por el poder global para establecer un nuevo orden internacional, en algún momento no haya algún tipo de guerra entre esos países. Por el momento creo que eso es menos factible. También se especula con que EEUU, Europa y algunos países asiáticos, cuando vieron en el escenario de la pandemia el grado de dependencia que tenían de China para la provisión de insumos, decidieron empezar a elaborar planes de desacople para que determinadas producciones tuvieran circuitos nacionales y no internacionales. Creo que algo de eso se puede llegar a dar. Pero el nivel de complementariedad, de integración y de intercambio que hay entre la economía china y la estadounidenses es hoy tan significativo que no es fácil desacoplarlo. No es una decisión estatal solamente. Eso implica que cientos de fábricas de grandes empresas que tienen parte de su producción en China o que le venden una parte importante de su producción tengan que relocalizarse, lo que no es fácil ni es una decisión que muchos estén dispuestos a tomar cuando China además ofrece un mercado de 1300 millones de personas. Y por otro lado creo que hay otros ejes de competencia muy significativos en torno a la dimensión de los desarrollos tecnológicos como internet, 5G, inteligencia artificial, dominio del espacio porque saben que son atributos de poder típicos de quien consolide su liderazgo y eso se trasunta en discusiones geopolíticas. Ahí va a haber disputas que se van a dar no solo entre EEUU y Chino sino sobre las decisiones del resto de los países.