El décimo disco de No Te Va Gustar arribó a todas las plataformas digitales el 7 de mayo. De la mano del cantante, guitarrista y compositor Emiliano Brancciari, El Litoral repasó la grabación en José Ignacio, la colaboración con Nicki Nicole, Ricardo Mollo y Anita Álvarez de Toledo, y las ganas de volver a los escenarios en primavera.
Gentileza Lu Lee Aire libre: la banda en las playas de José Ignacio, donde se aislaron a trabajar el álbum, entre asados, pool y anécdotas.
A comienzos de 2020, la gira “Otras Canciones 25 años” tenía todavía mucho recorrido por delante. Quedaban muchos escenarios que visitar, muchos públicos con los que reencontrarse y un cierre a la altura de lo que fue este proyecto. La idea de un nuevo disco ya aparecía en el horizonte de No Te Va Gustar, que preveía grabar en las circunstancias de siempre: entre tours, en algún lugar del mundo.
La pandemia alteró todos los planes, en un contexto de incertidumbre, que los retuvo en Uruguay. Por eso La banda optó por montar un estudio en la Estancia Vik, en la zona de José Ignacio, para grabar su décimo álbum en 20 días de convivencia full time. El proceso se completó entre Montevideo y Nueva York, siempre con Héctor Castillo en la producción. El álbum vio la luz a las 0 del 7 de mayo, a la vez que salía el disco en todas las plataformas digitales.
Desde Montevideo, el cantante, guitarrista y compositor Emiliano Brancciari habló con El Litoral de todo este proceso, de las colaboraciones con Nicki Nicole, Ricardo Mollo y Anita Álvarez de Toledo y mucho más.
Estancieros
-Se metieron a armar “Luz” antes de lo que planeaban, obligados por el contexto. ¿Ya estaban las canciones, al menos en estado embrionario, o hubo que apurar la composición?
-Ya había varias canciones, pero faltaba todo el otro grupo de temas para poder elegir, poder tener opciones. La idea era componer más entre gira y gira, y grabar entre gira y gira. Lo que pasó al generarse este parate de shows es que se me abrió una ventana gigante para dedicarme a componer. Entonces lo que iba a ser en ratitos terminó teniendo mucha más dedicación, más relax para hacer las cosas; y lo que iba a ser en dos períodos (íbamos a grabar medio disco en junio-julio y medio noviembre, que era lo que la gira nos permitía) terminó siendo todo en octubre y un pedacito de noviembre.
Entonces tuvimos un montón de tiempo, desde marzo o abril (cuando nos dimos cuenta de que no íbamos a poder tocar por bastante tiempo) para desarrollar las composiciones, que cada uno de los escuchará primero en su casa: yo les mandaba por mail las canciones, algunos de mis compañeros me devolvían cosas grabadas; hasta que nos pudimos juntar en mayo y ya empezar a bajar a tierra en la sala de ensayo la cantidad de temas que había. Al disco le hizo muy bien el cambio de plan.
-Armaron un estudio en la Estancia Vik de José Ignacio, un remanso de aislamiento. ¿Cómo fue trabajar en ese espacio disponible las 24 horas, junto con el productor Héctor Castillo?
-Fue sumamente positivo, el entorno era alucinante, todo verde, en el medio del campo, con el estudio para nosotros; y todo el tiempo con la convivencia entre nosotros, que estamos extrañando por qué desaparecieron las giras y desapareció la convivencia la que estamos acostumbrados. Entonces ese extrañarnos hizo que la energía en ese lugar fuera mágica. Disfrutábamos de todo: desde que nos levantábamos y desayunamos juntos; empezábamos a grabar; los almuerzos en una mesa larguísima con veintipico de personas que estaban trabajando ahí con nosotros. Después de cenar también nos quedábamos en una especie de living gigante con una mesa de pool, a charlar, escuchar música; realmente fue alucinante.
Encima los fines de semana venían nuestros hijos a visitarnos: eso hacía también que no que no que no extrañemos a nuestros seres queridos. Estábamos lo suficientemente asilados y lo suficientemente cerca.
-Nacho Benedetti capturó en el video de “No te imaginás” algo del espíritu de ese proceso, además de enfatizar la letra con las visitas y las llamadas de los chicos o las videollamadas cuando no estaban.
-Sí, tal cual. Uno de los domingos me acuerdo qué estaba con un compañero, con una copa de vino en la mano, porque habíamos hecho un asado; estaban todos los niños correteando por ahí por el parque y nosotros por entrar a grabar no sé si una guitarra, y le dije: “Nunca en la vida grabamos un disco de esta forma, con esta alegría, que nos pase esto; y no creo que vuelva a ocurrir, estas circunstancias son únicas”. Entonces dentro de tanta oscuridad e incertidumbre laboral (que sigue para nosotros) que nos ocurra eso es realmente luminoso: por eso también el disco se llama así.
-Anita Álvarez de Toledo grabó los coros en varios temas. ¿Trabajó a distancia o estuvo en algún momento en la casa?
-Ella vive en Punta del Este desde hace un tiempo con su familia y nos conocemos desde hace años. Cuando estábamos ya en Montevideo haciendo unos retoques yo consideraba que en una de las canciones estaría buenísimo el timbre femenino, y quién mejor que ella, que es una fenómena. Le dijimos y obviamente se vino de Punta del Este a Montevideo a grabar: en principio iba a grabar una sola canción y después le fuimos diciendo “y probate en ésta” y ella re copada. La verdad muy bien dispuesta, con muchas ganas: iba a grabar en una sola y terminó grabando en cuatro. Es una divina y una profesional increíble.
-La mezcla se hizo en Montevideo y en Nueva York ¿Esa parte neoyorquina la hicieron a distancia o alguno pudo viajar?
-Decidimos no viajar. porque la cosa estaba bastante complicada. Entonces Héctor mezclaba desde Nueva York, mandaba, se escuchaba, se hacían las correcciones; el corregía eso que nosotros queríamos cambiar, mandaba de vuelta, capaz que había otras correcciones. Todo tema por tema íbamos terminando, por eso se hizo tan largo: empezamos a mezclar a fines de diciembre y terminamos en abril; era todo de a una canción y el ida y vuelta se hizo lento. En el medio una tormenta de nieve en Nueva York.
Cuando ya teníamos todo el disco mezclado lo que hicimos fue ir nosotros al estudio nuestro y él desde el estudio Nueva York, hacíamos las últimas correcciones estando todos ahí; eran pequeños detalles que veníamos escuchando desde hacía días. En dos jornadas de trabajo cerramos las mezclas y después ya sé masterizó. Fue mucho más lento pero llegamos al mismo resultado.
Convites
-Una de las cosas que se destacan en el disco de la colaboración con Nicki Nicole en “Venganza”. ¿Cómo se dio el vínculo con ella? La canción pedía una participación femenina, porque la letra tiene una primera persona de mujer.
-Es como decís: se necesitaba presencia femenina porque obviamente nosotros podemos involucrarnos en el tema, pero no podemos sentir el miedo que siente una mujer. Nos pusimos a escuchar varias artistas, de diferentes géneros, de varios países; hasta que dimos con Nicki y enseguida nos dimos cuenta de que esa era la voz que queríamos: era la forma de decir, era la juventud, el atrevimiento. Entonces cuando llegamos a ella no escuchamos a nadie más.
Le escribí directamente, me contestó enseguida. Me dijo que era un orgullo que la invitáramos, qué le gustaría estar a la altura, de la invitación, y vaya si lo hizo: escribió su parte, expresó justamente lo que la canción necesitaba, le dio otra visión, enriqueció el concepto. Nos mandó una maqueta que de primera ya nos erizó la piel. Le dijimos: “No cambies absolutamente nada de lo que escribiste”.
Después grabó de manera más profesional, nos mandó, ella me dijo “Vamos a hacer el video, ¿no?”. La verdad que es gente que trabaja de verdad y trabaja bien, por más juventud que tenga. Al poco tiempo ya estábamos organizando lo del videoclip, y la verdad que fue un placer enorme trabajar con ella: tiene una fuerza y un talento que son alucinantes.
-El video lo trabajaron con Israel Adrián Caetano y la participación de Claudio Rissi, en ese personaje de “rey machista”, en medio de esa estética de las pinturas.
-La parte estética es toda de Adrián, que nos sugirió a un artista argentino amigo suyo que se llama Juan Giribaldi, que es el autor de esas obras, esos cuadros, que digitalizamos y reprodujimos en la escenografía y en nuestra ropa.
La idea de que fuera Claudio fue mía, porque es amigo de la banda; nos conocemos desde hace un tiempo, y para mí era el personaje indicado para hacerlo. Obviamente que dijo que sí enseguida. por el cariño que nos tiene y por el apoyo a la causa.
Todo fluyó de manera muy natural: justo cuando nos contactamos con Caetano él se estaba viniendo a vivir a Uruguay otra vez, así que todo cuadraba. Después pudimos por suerte traer a Uruguay a Nicki y a Claudio para la filmación del video. Así que muy contentos con el resultado también.
-¿Cómo fue engancharlo a Ricardo Mollo para “Austro”?
-Bueno, con Ricardo hay una admiración de muchísimos años, desde que la banda empezó tocando covers de Sumo y Divididos, entre otros. Hablé por teléfono, porque la canción nos pedía que fuera Ricardo el que participara; me dijo que sí, me preguntó cuando grabábamos. Yo justamente estaba en Buenos Aires porque había ido a buscar equipos para armar el estudio, como tengo la doble nacionalidad podía ir y venir en pandemia; así alquilamos equipamiento también en Buenos Aires, para que el estudio estuviera realmente completo. Le dije: “Mirá, empezamos a grabar en los primeros días de octubre”; me dijo: “Pará, porque yo tengo que ir a Uruguay por una cuestión familiar también el 15 de octubre”. “Ah, qué bueno, entonces grabás allá con nosotros”.
Y encima de eso hizo la cuarentena a ocho kilómetros de la estancia donde estábamos grabando. Así que terminó la cuarentena y cayó al estudio con su guitarra, con la canción totalmente aprendida de principio a fin, demostrando un respeto y una dedicación increíbles. Estuvo todo el día con nosotros: fue el “Mollo Day”, como le decíamos nosotros (risas). Estuvimos ahí conversando, contando anécdotas, grabando voces, guitarras, almorzando: la verdad que fue re lindo y otra cosa que también fluyó de manera súper natural, como todo en este disco.
Amor al arte
-Eligieron “La rama” para para mostrarla en streaming el día de lanzamiento del disco. ¿La eligieron porque es una muestra del sonido más directo y más esencial del grupo o por otra razón en particular?
-La elegimos por la fuerza que tiene la canción: queríamos darle fuerza a la salida, es el tema que abre el álbum, era una canción de la que no habíamos mostrado absolutamente nada en todo lo previo. Entonces queríamos sorprender desde ese lado. Es un disco que para nosotros tiene mucha fuerza, es muy importante; entonces queríamos salir con una canción con fuerza y elegimos esa.
-Antes incluso de que salga el disco había salido “Dejo atrás” que es como una canción más densa y oscura; el vídeo también: es un clip animado que hizo Santiago Vecino, con una estética que hace acordar a “Sin City” de Frank Miller. Es otra faceta de la banda, que se logró representar bien.
-Sí, nosotros ya sabíamos que íbamos a salir con “La rama” como primer corte luego de la salida del disco, como lanzamiento, y nos quedaba muy larga la espera entre “Venganza” y “La rama”; y también eran dos temas muy rockeros, muy potentes, y queríamos ir con algo el medio para matizar un poquitito esas dos canciones. Por eso elegimos una con un estribillo muy agradable y pegadizo, que la verdad fue muy bien recibida por la gente: tiene un poco de ese No Te va Gustar de siempre, entonces eso a la gente también le agrada.
Y el vídeo está buenísimo, por más que sea un video lyric nomás, que no tiene pretensiones de televisión, pero está hecho de verdad, con gran calidad y nos dejó re contentos, porque no esperábamos tanto de algo que terminó siendo una obra de arte.
-La idea es que fuera un lyric video, pero tiene un gran trabajo de animación.
-Es un video lyric hecho de verdad, como si fuera de una banda con millones de recursos. Y eso solamente se da por el trabajo humano, por todas las horas-hombre de Santiago y por la animación de Enano Maldito después; la verdad es que esa gente le puso amor real, con un presupuesto que no era de un videoclip. Para nosotros es una alegría enorme.
-Por ahí muchas cosas se logran en nuestros países gracias al entusiasmo o el combustible humano, no por los presupuestos de lo que a veces se disponen.
-Claro, sin duda: hay mucho del amor al arte que hace que las cosas funcionen y den un salto de calidad, sin tener los presupuestos que maneja otra gente. Hay que valorar todo lo que la gente hace por el arte.
Sueño de primavera
-Ahora el disco está en la calle andan mostrando lo dónde pueden; te vimos en “Perros de la calle” el programa de Andy Kusnetzoff, tocando con “la guitarra de Coco” qué le robaste a tu hijo. ¿Cómo sigue la presentación del disco? Ponele que la cuarentena estuvo buena porque tenías tiempo para encerrarte a componer y grabar, pero ahora lo tenés en la mano y hay que mostrárselo a la gente.
-Nuestra idea es que pase el invierno, que la gente en principio acá en Uruguay esté toda vacunada: si bien estamos pasando un momento muy malo a nivel número de contagios y muertes, al ser poca gente se está vacunado bastante rápido. Entonces lo que esperamos es que ya en primavera esté todo el mundo vacunado y organizar un show para fin de año con público, porque es una banda que no se ha acostumbrado al streaming: la verdad es que no nos llena, más allá de que sea una salida laboral posible. No disfrutamos el asunto, nos parece frío, no nos vuelve ese calor humano que necesitamos, que es gran parte de nuestra recompensa. Entonces la idea es a fin de año empezar a tocarlo ya con gente, ojalá ya pudiendo viajar un poco, por lo menos cruzar a la Argentina a hacer lo mismo. Y que el año que viene sea todo un poco más normal, por decirlo de alguna manera.