Ante las altas cifras tanto de contagios como de muertes por coronavirus que hay se registran actualmente en la provincia de Santa Fe, los servicios fúnebres de Rosario se encuentran trabajando al ciento por ciento. Según confió a Mirador Provincial, Omar García, integrante de la Cámara de Empresas de Servicios Fúnebres de la ciudad, la cantidad de fallecidos de este año “podría ser peor a la del 2020”.
En base a sus estadísticas, en tiempos pre-pandémicos se producían en la ciudad unos 800 decesos mensuales, lo que arrojaba un promedio de 9 mil fallecidos anuales. “Solamente en 2020, la cifra prácticamente se duplicó y se superaron las 15 mil muertes, mientras que en lo que va del 2021 los números son preocupantes”, indicó García, titular de la firma Giménez López Sepelios.
Ante una situación epidemiológica compleja, García señaló varias puntas irregulares que vienen atravesando en el sector. “Por un lado tenemos problemas por el cúmulo de gente fallecida y, por el otro, falta de prevención por parte de las autoridades municipales”, cuestionó.
El empresario y miembro de la cámara entiende que los funcionarios “sabían que se venía un panorama difícil y no pensaron en tener dispuestas nuevas sepulturas para los ciudadanos”, disparó García, y agregó: “Ahora estamos cubriendo al borde de nuestra capacidad, pero qué pasa si sigue aumentado: no vamos a tener más espacios”.
García señala que para tener una sepultura en Rosario -vía rentado por la Municipalidad- “hay que exhumar el cuerpo, limpiar y después realizar la entrega, lo que lleva un tiempo importante justamente porque no hay lugar”. “Estamos complicados de lugar”, aseveró.
El stop que hubo durante casi diez días “sirvió” porque se frenaron los fallecimientos “por fuera de la pandemia”, pero cuando se pone en marcha la actividad nuevamente “la demanda se dispara”, ya sea por accidentes de tránsito, víctimas de la inseguridad, entre otras razones.
Las cremaciones, que solamente se realizan en el cementerio La Piedad -Av. Provincias Unidas 2750- “están cremando durante dos o tres horas por día y las cenizas se están entregando con una semana de demora”, detalló García. Esto sucede, no sólo porque es el único que hay público -los privados están fuera de la ciudad-, sino por la “alta demanda”. “Lo normal es que las entregas se realicen en el día”.
La angustia del empresario fúnebre es que, desde su óptica, el Estado “debería tener alquilado un cementerio nuevo donde se pueda ir ocupando de a poco” para que aquellas personas de bajos recursos puedan tener un servicio “ideal”.
García contó que un sepelio completo, con todos los servicios, en su funeraria ronda los 55 mil pesos, lo cual es una suma que “no todos pueden afrontar”. Además, a estos costos hay que sumarle “gastos por el nicho, el crematorio, entre otros que van surgiendo”.
Rubén De Lorenzo es el presidente de la Cámara de Servicios Fúnebres de Rosario y en diálogo con Mirador Provincial admitió que están trabajando “al 100%”, aunque se mostró más tranquilo frente a un posible colapso porque entiende que están “con capacidad para aguantar”.
En El Salvador - Av. Ovidio Lagos 1840- como en La Piedad “estamos trabajando medio día y en burbujas”. Esto sucede porque “tenemos personal que no está vacunado todavía”, advirtió en un claro pedido a que se inocule a los trabajadores del sector.
Si bien “es cierto que hay poca tierra”, siempre “se busca la forma de resolver el problema”. “Estamos lejos del colapso”, afirmó, por eso lo que “más nos preocupa es el tema de la vacunación”, repitió De Lorenzo.
Mirador Provincial intentó contactarse con el secretario de Ambiente y Espacio Público de la Municipalidad, Diego Leone, pero no tuvo éxito.
El presidente de la Cámara expresó que actualmente están atravesando “el pico del año pasado”, que se dio entre los meses de octubre y noviembre. Se mostró esperanzado de que el sistema soporte un aumento de fallecimientos: “Podemos aguantar si aumenta el índice de mortandad”, cerró.