Se analiza un informe reservado que da cuenta de los detalles del cumplimiento de los aislamientos en las localidades y servirá como insumo para decidir un eventual aumento en el cupo de 600 plazas en los vuelos internacionales a partir del viernes. El tema de los “varados”, una palabra resistida en la Casa Rosada, causa preocupación en el Gobierno, que evalúa relajar la resolución mientras espera la llegada masiva de nuevas dosis de vacunas contra el coronavirus.
Desde que detectó un fuerte incumplimiento, la Dirección de Migraciones, que depende del Ministerio del Interior, a cargo de Eduardo “Wado” de Pedro, monitorea día a día el comportamiento de las personas que se encuentran obligadas a aislarse por el hecho de haber estado en el exterior y reingresado al país. La semana pasada, su directora, Florencia Carignano, visitó Santa Fe y algunas localidades bonaerenses para seguir de cerca algunos operativos. Fue una señal a todas las provincias, donde también se instruyó a las delegaciones locales de la Dirección nacional a que pusieran en marcha seguimientos más estrictos.
Desde la Casa de Gobierno también se exigió que se informe de forma exhaustiva sobre el respeto a las normas sanitarias de parte los recién llegados. El resultado es un registro con porcentajes minuciosos de cumplimientos e incumplimientos, relevados por cada jurisdicción, junto a Migraciones y Seguridad, con detalle por municipio -en el caso de la Provincia- y por barrio -en la Ciudad de Buenos Aires-.
Tenés que leerVuelos: el Gobierno convocó a las empresas de transporte aéreo por las restriccionesLas últimas cifras mostraron una suba en el acatamiento. Si esos resultados se mantienen o mejoran, adelantan en la Casa Rosada, podrían derivar en un relajamiento de la medida que se impuso hace diez días y que tiene vencimiento el próximo viernes 9 de julio.
Desde el Gobierno adjudican la “mejora” en las cifras que reflejan el cumplimiento a un mayor compromiso de las provincias, tras la presión que ejerció la Nación sobre sus autoridades la semana pasada. También lo vinculan a la mayor intervención de las fuerzas de seguridad en los operativos de seguimiento de los pasajeros que ingresaron al país desde el exterior recientemente.
Los números variaron significativamente. De un 40 por ciento de incumplimiento en promedio se bajó a un 20 y en algunos casos hasta el 10. También el Ministerio de Salud analizaba este aspecto que podría modificar la decisión del Gobierno sobre los vuelos internacionales que dividió a la opinión pública entre aquellos que coinciden con la postura del oficialismo porque priorizan que no ingrese y circule la cepa Delta; y quienes la rechazan por considerarla una violación del derecho de regresar al país.
Si los números que se vienen registrando en el informe se mantienen, el Gobierno podría relajar la medida administrativa a partir del viernes y el cupo podría subir de 600 a 1000 o 1200 pasajeros por día, según se estima. De todas formas, fuentes del oficialismo indicaron que por lo menos durante la próxima semana no se volverá a la etapa anterior, de 2000 plazas por día.
De todas formas, se espera que antes de fin de año, con el avance del plan de vacunación, se pueda volver a los 4500 ingresos por día, e incluso llegar a normalizar los arribos, y permitir la llegada de turistas extranjeros. Hay cierto apuro en ese sentido: el turismo internacional es una de las apuestas del Gobierno para incentivar una reactivación económica en medio de la crisis.
Tenés que leerCafiero habló del DNU sobre vacunas Pfizer y de cómo seguirán los vuelos al exteriorEl Ministerio de Salud, que conduce Carla Vizzotti, es la cartera con la postura más dura respecto de los ingresos de argentinos del país. La curva aún está en una meseta de contagios es alta y temen un pico similar o peor al que se produjo hace tres semanas, cuando se superaron los 40.000 casos por día. Quieren retrasar el ingreso y la circulación comunitaria de la variante Delta del coronavirus lo más posible para evitar nuevas restricciones a la circulación.
La estrategia de fuerte limitación del ingreso de argentinos al país, creen en esa cartera, se prolongará, en principio, a lo largo de julio. Aunque podría variar la cantidad de pasajeros permitida. Miran con ansias el mes de agosto, cuando esperan la llegada de un caudal mayor de vacunas, en especial después de la modificación de la ley que permitiría la compra o recepción por donación -vía Estados Unidos o el mecanismo Covax de la ONU- de dosis de los laboratorios americanos como Pfizer, Moderna y Janssen.
La mayor preocupación del Gobierno es por la cepa Delta y el relajamiento de los cuidados de distanciamiento social. Pero desde el punto de vista político, hay registro del malestar que produjo la antipática medida en parte del sector privado, y de la fuerte repercusión que causó en la agenda pública. En especial cuando empezaron a trascender casos de argentinos que no habían viajado por turismo o que atravesaban complicaciones en el exterior por su imposibilidad de regresar. La decisión sobre la prolongación en el tiempo del cupo y los detalles sobre el alcance que tendrá a partir del viernes se conocerán entre hoy y mañana.