Antonio Bonfatti ya no habla de límites a la hora de pensar construcciones políticas para el futuro inmediato en la provincia. "Podemos ampliar el Frente Progresista pero el límite es el macrismo", decía años atrás el ex gobernador. En la actual coyuntura, el principal desafío de la oposición parece ser el de lograr un gran frente que ensamble las piezas de las dos principales alianzas: el Frente Progresista y Juntos por el Cambio. Los primeros en convencerse fueron los radicales que migraron rápidamente, pero el Socialismo siempre fue esquivo. ¿Hasta ahora? Por lo pronto, Bonfatti ya no habla de quiénes no deberían estar. No hace nombres, porque entiende que más que de una cuestión de "sellos partidarios", se trata de reclutar a hombres y mujeres valiosos, más allá de sus pertenencias políticas. En diálogo con el Litoral, aclaró que sí debe ser una condición sine qua non, que todos coincidan en una serie de ejes temáticos. "La pandemia nos ha retraído a muchos", dijo el ex mandatario, a propósito de un par de años en los que se mantuvo al margen de la escena pública. "Y ahora lo que estoy expresando no difiere en nada de lo que he trabajado y tratado de construir, siempre. Esto es, la necesidad de reconocer la gravedad por la que atraviesa el país y la provincia con un 44% de pobreza. Entre todos, tenemos que sacarla adelante. La grieta no conduce a nada. Al contrario, profundiza las cosas. De una vez por todas, tenemos que tratar de coincidir en algunas grandes líneas y que perduren en el tiempo; las famosas políticas de estado. Allí me van a encontrar; haciendo ese trabajo", planteó.
- Habla de 'coincidir'… ¿Cuál es su postura respecto de un Frente de Frentes en Santa Fe?¿Imagina un espacio en el que convivan Juntos por el Cambio y el Frente Progresista, por ejemplo?
- Mire, imagino un frente en el que podamos coincidir en los grandes lineamientos empezando por cuál es el rol del estado. Hablo de un estado que no lo veo empresario, pero sí que ataque a desigualdades y desequilibrios que genera el mercado. También, definir cuál es el sistema de salud que queremos y la educación; cómo ciencia y tecnología van de la mano de la producción; cómo abordar el tema del derecho al agua, la energía al servicio de la producción y este flagelo de la inseguridad que nos tiene que encontrar a todos juntos. Coincidir en ese proyecto; yo no le pongo nombres porque creo que hay que construirlo desde la positiva y salir de esa grieta. Tenemos que convocar a todos, partidarios o no partidarios, a ponernos de acuerdo en qué Santa Fe queremos. Obviamente, con valores y cosas que podamos sostener en el tiempo.
- Imaginemos que se ponen de acuerdo en esos grandes ejes que acaba de enunciar ¿es posible, allí, una coalición que sume al Pro con el Socialismo, por ejemplo?
- Que sume a todos los que coincidan con ello, sin poner nombres y apellido. Reitero, partidarios y no partidarios, porque hay que coincidir en el proyecto; cada uno fijará su posición y habría allí un parte aguas.
- Tiempo atrás, había límites que se planteaban desde lo ideológico para que el Socialismo compartiese, por ejemplo, un espacio con el PRO. ¿Hoy esos límites se diluyeron?¿Se postergan algunas diferencias?
- Lo ideológico siempre está presente. También hago una diferencia entre la Nación donde se planifican cosas de la macroeconomía, y aquellas necesidades de los santafesinos que son mucho más palpables en términos de lo que vive un ciudadano, como es darle agua potable o seguridad, o que el sistema de salud y las escuelas funcionen como corresponde. Si coincidimos en estas cosas, yo quiero construir por la positiva y no poner un límite. Hoy también hay cosas que están desdibujadas porque no están claras cuáles son las pertenencias de cada uno. Creo que en este sentido hay grandes cambios que se van dando y que hay que tenerlos en cuenta.
- En algún momento usted dijo 'el límite es el Pro. ¿Hoy ya prefiere no hablar en esos términos?
- Prefiero hablar en términos positivos de todos aquellos que coincidamos en tener un proyecto para Santa Fe.
- ¿Incluso piensa en algún dirigente o votante justicialista que pueda también sumarse?
- Si entendemos cuáles son los principios básicos, todos los que quieran sumarse desde algún partido político o por fuera de él, podemos trabajar juntos por la provincia.
- ¿Pablo Javkin puede liderar la búsqueda de esos acuerdos que menciona?
- Pablo Javkin está haciendo una buena gestión como intendente de Rosario, pero yo no quiero hablar de nombres porque si no, nos equivocamos. Ponemos el carro delante del caballo.
- Carlos Fascendini dijo que Bonfatti podía facilitar la construcción de un frente de frentes y que ya era tiempo de dejar atrás algunas diferencias. ¿Coincide?
- Le agradezco la referencia pero somos muchos los que podemos seguir desde el llano intentando construir una alternativa que perdure en el tiempo.
- ¿Hay una posición homogénea en el PS respecto de qué hacer con el frente de frentes?
- La línea política la define siempre el congreso partidario; lo que estoy planteando es la definición histórica del Partido Socialista.
- ¿Imagina un frente nuevo que ya no se llame Frente Progresista ni Juntos por el cambio?¿Tiene que surgir algo nuevo en Santa Fe?
- Sí, por supuesto. Yo no le pongo nombres; puede llamarse Frente Progresista o de otro modo. El nombre es lo de menos; lo importante son las coincidencias en los grandes trazos.
- ¿Qué opina sobre la gestión provincial?
- Lo que dijimos desde el primer día; no hay ni proyecto ni propuestas ni capacidad de gestión porque no hay cuadros técnicos y políticos capacitados. Se han agravado las cosas con las que hicieron tanta bandera; la paz y el orden no fueron tales. Estamos peor que antes. No se toma el toro por las astas y eso que hay un alineamiento con el gobierno nacional. Recuerdo cuando el presidente del Partido Justicialista intentó en nuestra gestión una intervención federal a la provincia. Cuán lejos estamos nosotros de plantear eso; no estamos para poner palos en la rueda. Es un fracaso en todas las áreas. Se retrocedió, no tengo ninguna duda. Hay falta de diálogo y convocatoria; hay un manejo semi autoritario que no es conducente.