El club Colón de Santa Fe retiró la imagen de la Virgen de Guadalupe de su estadio el pasado miércoles 7 de septiembre y hasta el momento no está claro dónde está y quién es el restaurador que la está reacondicionando.
Ante versiones que indicaban que la Virgen había sido destruída, la dirigencia sabalera había emitido un comunicado explicando que se la está restaurando. Pero luego hubo voces que se alzaron y que manifestaron haber sido testigos de la destrucción. Ante ésto, la Iglesia se reunió con los dirigentes de Colón y reclamó la aparición de la Virgen que, dicen, está siendo restaurada en Buenos Aires.
Ayer los jugadores sabaleros emitieron un segundo comunicado en el que reconocen el error de haberla retirado sin avisar a la Iglesia y pidieron disculpas públicas a la sociedad.
Pero esto no conformó a la Iglesia que hoy pide que apareza la imagen para despejar las dudas sobre su estado.
El Padre Axel Arguinchona, expresó que “faltan dos cosas importantes. Nos falta saber dónde está la Virgen y quién la está restaurando. Si bien uno la ve desde lejos, pareciera que la imagen de la virgen no tenía problemas graves. Está bien que los jugadores reconozcan la situación. Nadie está buscando cortar cabezas. Sólo queremos solucionar esta situación”, reclamó el sacerdote esta mañana por LT10.
Consultado sobre qué pasaría si la imagen hubiera sido destruido, el Padre Axel Arguinchona sostuvo que “esto sería la profanación de una imagen. Si ocurrió algo así, sería muy grave. Cuando uno tiene algo bendecido en su casa tiene que tener mucho cuidado. Pero en este caso, hubo una imagen entronizada que contó con un decreto del arzobispado y una ceremonia pública. Si hubiera ocurrido esto, hay que hacer una imagen nueva, una reparación pública y una celebración litúrgica especial”.
En el mismo sentido de lo expresado, el sacerdote agregó que “para quitar la imagen de la Virgen para restaurarla, el club debería haberle avisado a la Iglesia y pedir autorización”.
Finalmente, el Padre Axel Arguinchona dijo: “Muchas personas me paran en la calle y me trasmiten el dolor que sienten por lo que ocurrió. Hasta gente que no es católica comprendió la delicadeza de esta situación”.