El Día del Granadero fue instituido para celebrarse todos los 16 de marzo debido a que ese día de 1812 el general San Martín creó, a pedido del Primer Triunvirato, el Regimiento de Granaderos a Caballo.
El Día del Granadero fue instituido para celebrarse todos los 16 de marzo debido a que ese día de 1812 el general San Martín creó, a pedido del Primer Triunvirato, el Regimiento de Granaderos a Caballo.
El Regimiento de Granaderos a Caballo "General San Martín" es una unidad del arma de caballería del Ejército y, además de escolta presidencial, cumple funciones protocolares, como por ejemplo izar todas las mañanas la bandera en la Plaza de Mayo.
Fue el General José de San Martín quién organizó, educó, disciplinó y condujo al mencionado regimiento en sus inicios. Dice Bartolomé Mitre “El primer escuadrón de granaderos a caballo fue la escuela rudimental en que se educó una generación de héroes. En este molde se basó un nuevo tipo de soldado animado de un nuevo espíritu, como hizo Cromwell en la revolución de Inglaterra, empezando por un regimiento para crear el tipo de un ejército y nervio de una situación. Bajo una disciplina austera que no anonadaba la energía individual y más bien la retemplaba, San Martín formó soldado por soldado, oficial por oficial, apasionándolos con el deber, y les inoculó ese fanatismo frío del coraje, que se considera invencible y es el secreto de vencer. Los medios sencillos y originales de que se valió para alcanzar este resultado, muestran que sabía gobernar con igual pulso y maestría espadas y voluntades”.
Desde el Combate de San Lorenzo hasta Ayacucho, el Regimiento fue protagonista de los escenarios en los que se luchó por la libertad. Los granaderos participaron en 110 acciones de guerra y conquistaron 22 condecoraciones.
Tras permanecer inactivo desde 1826, el Regimiento se recreó por medio de un decreto escrito por el general Pablo Riccheri y firmado por el presidente Julio Argentino Roca el 29 de mayo de 1903.
En 1907, siendo presidente Figueroa Alcorta, se determinó que el Regimiento fuese la escolta presidencial y se estableció el cuartel, construido especialmente para los granaderos, sobre la barranca del Plata, en el barrio porteño de Palermo.
El Regimiento está formado por cuatro escuadrones montados: Riobamba, Junín, San Lorenzo y Maypo. Son los que habitualmente se ven en los desfiles, escoltas y paradas militares. Se lucen en sus caballos alazanes y criollos, evocando a aquellos valientes que hace más de 200 años cruzaron los Andes para liberar a medio continente.
Los escuadrones a pie, Chacabuco y Ayacucho, tienen la misión de proporcionar seguridad a la máxima investidura del Poder Ejecutivo Nacional, tanto en la Casa de Gobierno como en la Residencia de Olivos. Además de esta misión, el Regimiento de Granaderos realiza actividades de ceremonial y protocolo del Estado.
Por su parte, la Fanfarria Militar Alto Perú va montada en caballos tordillos y se caracteriza por poseer instrumentos de viento fabricados en bronce, y grandes timbales transportados en caballos robustos.
Existe un Destacamento de Granaderos en la ciudad de Yapeyú, que custodia el solar natal del Libertador, y otro en San Lorenzo, ciudad de Santa Fe, donde tuvo lugar el bautismo de fuego del Regimiento.
Además, en el Museo Histórico Nacional, los granaderos tienen el honor de custodiar el sable del Padre de la Patria.
Después del Combate de San Lorenzo, por expresa disposición del general San Martín, al pasarse lista a la tropa, se nombraba a Juan Bautista Cabral. Cuando eso ocurría, el sargento más antiguo contestaba: “¡Presente! Murió en el Campo del Honor, pero vive en nuestros corazones, ¡Viva la Patria, granaderos!”. Actualmente, el jefe de Regimiento es quien hace la invocación.
Hoy en día, nuestros granaderos combinan la tradición y la modernidad: son soldados competentes y adiestrados para cumplir su rol en la defensa de la nación, y al mismo tiempo contribuyen, con su presencia histórica, a difundir el legado y los valores sanmartinianos, afianzando lazos comunitarios que permiten reconocerse en una identidad nacional común.
“De lo que mis granaderos son capaces sólo yo lo sé, quien los iguale habrá, quien los exceda no”. General José de San Martín.