Desde 2008, cada 29 de agosto se celebra en todo el mundo el Día del Gamer, una fecha en la que se reconoce la importancia del mundo de los videojuegos y de su comunidad que no para de crecer.
En Argentina hay más de 19 millones de jugadores, casi un 50 por ciento de la población, de acuerdo con la Asociación de Deportes Electrónicos y Electromecánicos Argentina.
Desde 2008, cada 29 de agosto se celebra en todo el mundo el Día del Gamer, una fecha en la que se reconoce la importancia del mundo de los videojuegos y de su comunidad que no para de crecer.
En la actualidad, existen poco más de 3 mil millones de jugadores en todo el mundo, según cifras de Statista. Si bien la mayor parte de videojugadores proviene de Asia, otras regiones como América Latina están impulsando su aumento.
Brasil es el país con la comunidad de gamers más grande en América Latina. De acuerdo con Newzoo, se estima que este 2021 cuente con 95 millones de aficionados a los videojuegos.
México es el segundo mercado con mayor peso en la región, con un número de gamers total de 72.3 millones al finalizar 2020, un aumento de 5.5 por ciento respecto al 2019, según un informe de The Competitive Intelligence Unit (CIU).
Mientras que en Argentina hay más de 19 millones de jugadores, casi un 50 por ciento de la población, de acuerdo con la Asociación de Deportes Electrónicos y Electromecánicos Argentina.
Niños, adolescentes y adultos… cada vez son más las personas que se suman a esta tendencia para redefinir el estereotipo del gamer, dejando atrás la idea de que es un simple hobbie y transformándolo en un estilo de vida, un trabajo, un medio de socialización y hasta un deporte.
Un estudio realizado por NewZoo indica que existen diversos motivos por los que una persona llega al mundo del gaming: algunos lo hacen por entretenimiento o para superarse y competir, mientras que otros juegan exclusivamente para relacionarse con sus amigos y conocidos. De hecho, la mitad de los jugadores de la generación Z afirma formar parte del mundo gamer como un medio para socializar.
Pero con la llegada de la pandemia por Covid-19, el confinamiento social y el avance de la era digital, muchas de las opciones de entretenimiento tradicionales dejaron de ser una opción para los consumidores, catalizando el éxito que tiene la industria de los videojuegos en la actualidad.
Aunque en el estricto sentido todos podemos ser gamers, ya que la palabra en sí engloba a todos los jugadores de videojuegos, hay un segmento de esta comunidad que ha llevado esta actividad un paso más allá al dedicarse de forma profesional al juego y recibir dinero por ello.
No es una sorpresa que cada vez más niños y adolescentes consideren el jugar videojuegos como una opción viable de carrera, cuando se trata de una industria que se ha beneficiado de la pandemia y que ahora genera mucho más dinero que el sector cinematográfico.
Se estima que el mercado global de videojuegos crecerá de 175 mil 800 millones de dólares en 2021 a más de 200 mil millones en 2024, según un informe de Newzoo. Esta cifra supera con creces a los 100 mil millones de dólares que alcanzó la cinematográfica en 2019.
Incluso grandes compañías de entretenimiento como Netflix han mencionado que consideran a los videojuegos –como Fortnite– la mayor amenaza para su negocio, tanto así que recientemente confirmó su incursión en el desarrollo de juegos móviles.
En esta industria existen muchas disciplinas vinculadas en la que una persona puede desempeñarse y percibir un ingreso monetario. La lista incluye desde gestión de eventos, desarrolladores, diseño, mercadotecnia, entre otras.
Pero existen dos perfiles laborales que se han vuelto bastante populares para pasar de jugar en una habitación al éxito profesional. Por un lado, están los profesionales que hacen los juegos y, por el otro, están los que se convierten en figuras reconocidas que consumen estos juegos e inspiran a otros gamers al compartir sus habilidades.
La transmisión en vivo mientras se juega se ha convertido en un trabajo de tiempo completo para muchas personas, con el que obtienen un cómodo ingreso mensual.
Los ingresos de los streamers provienen de publicidad, donaciones y suscriptores. Su sueldo varía dependiendo de las horas que transmita y del tamaño de su audiencia. Los más populares llegan a ganar desde 800 mil hasta más de un millón de dólares al año.
En esencia, es un creador de contenido digital que juega para entretener y muchas veces se convierte en un tipo de “influencer”, en el sentido de que se desempeña como el rostro de una comunidad específica.
La mayoría se dedica a transmitir en plataformas como Twitch, YouTube o Facebook Gaming para compartir conocimiento o tips sobre sus videojuegos favoritos, lanzamientos o temas diversos del momento. También colaboran con marcas para hacer publicidad sobre productos que pueden ser de interés para su público.
La clave de esta profesión es la constancia y el nivel de interacción con la audiencia. Es decir, que un streamer debe ser realmente bueno en un juego o, en su caso, tener una personalidad carismática. Lo ideal es que tenga las dos habilidades.