Redacción de El Litoral
El rosarino tomó esa decisión en 1939, agobiado por las persecuciones que sufría tras denunciar un negociado en el Senado.
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Télam
Lisandro de la Torre, abogado, político y legislador de origen santafesino que fundó el Partido Demócrata Progresista, se quitaba la vida hace 80 años (un 5 de enero de 1939), agobiado por las persecuciones y el escarnio que padecía tras haber denunciado desde el Senado de la Nación el negociado de la exportación de carnes a Gran Bretaña.
De la Torre nació en Rosario en 1868 y, tras egresar del Colegio Nacional, se trasladó a Buenos Aires para cursar la carrera de Derecho, que terminó con apenas 20 años.
En 1890 se vinculó al grupo político de Leandro N. Alem y participó de la gestación de la Unión Cívica, que encabezó la fallida Revolución del Parque contra el gobierno de Miguel Juárez Celman. Ligado siempre a Alem, acompañó el surgimiento de la Unión Cívica Radical, que lideró desde Santa Fe, donde comandó las operaciones de la Revolución de 1893, un alzamiento contra el fraude electoral impuesto por el régimen conservador, que tampoco prosperó.
Tras el suicidio del líder del radicalismo, en 1896, De la Torre propuso una alianza con un sector que encabezaba Bartolomé Mitre, con la intención de evitar que Julio Argentino Roca llegara a la presidencia por segunda vez, algo que no pudo evitarse. Sus posturas aliancistas chocaron de plano con las posiciones del líder del radicalismo, Hipólito Yrigoyen, sobrino de Alem, con quien De la Torre llegó a batirse a duelo en un combate de esgrima tras un ríspido intercambio de acusaciones.
Tras alejarse de la UCR, vuelve en 1908 a Rosario donde crea el diario La República y, más tarde, propiciará la creación de la Liga del Sur, un partido que representaba a los departamentos más postergados de Santa Fe. En representación de esa fuerza política, será elegido diputado nacional en los comicios de 1912, que se producen en el marco de la denominada Ley Sáenz Peña, que habilitaba el voto universal, secreto y obligatorio para los hombres mayores de 18 años.
NACE EL PDP
Cuatro años más tarde, De la Torre se postula como candidato a presidente por el Partido Demócrata Progresista, que nació como un espacio político que se proponía como alternativa entre los conservadores y el radicalismo. Sin embargo, alcanzará el tercer lugar en las elecciones en las que Yrigoyen se consagrará como presidente mediante el sufragio universal.
Tras cumplir varios mandatos como legislador, De la Torre se retira de la vida política en 1926, y será tentado años más tarde para acompañar la asonada golpista que el general José Félix Uriburu encabezará contra Yrigoyen, algo que rechaza de plano al considerar que el militar creía que “el pueblo debía ser excluido de las decisiones”.
Un año más tarde, decide presentarse en las elecciones presidenciales del 8 de noviembre de 1931, convocadas por el régimen golpista de Uriburu. De la Torre encabeza, junto al socialista Nicolás Repeto, la fórmula de la Alianza Demócrata Socialista, que se enfrentó al binomio oficialista que formaron el general Agustín P. Justo y Julio A. Roca hijo, en unos comicios que estuvieron signados por el denominado “fraude patriótico”.
LA DENUNCIA Y EL ESCARNIO
Aceptó una banca en el Senado para representar a Santa Fe por el Partido Demócrata Progresista, y desde ese lugar se encargó de denunciar, en 1935, las irregularidades en la exportación de carnes al Reino Unido. De la Torre denunció la situación y acusó a los ministros Federico Pinedo (Hacienda) y Luis Duhau (Agricultura) de orquestar además una maniobra de evasión impositiva en favor del frigorífico Anglo, junto a otros negociados que favorecían a los intereses británicos en el país.
Los debates en la Cámara Alta generaban gran expectativa en la sociedad y la gente se agolpaba en el Congreso para conseguir lugares para presenciar las discusiones. Hasta que Ramón Valdez Cora, un ex comisario devenido en matón del Partido Conservador, asesinó en plena sesión al compañero de banca por Santa Fe de De la Torre, Enzo Bordabehere, un uruguayo nacionalizado argentino, quien se había interpuesto entre el agresor y el líder demoprogresista.
Pocos meses más tarde, el presidente Justo intervino Santa Fe, gobernada por el demócrata progresista Luciano Molinas, y esa situación contribuyó a minar el ánimo de De la Torre, quien decidió renunciar a su banca y refugiarse en su casa porteña de calle Esmeralda.
A poco de cumplir los 70 años, y cuando su tristeza era ostensible, comenzó a despedirse de sus amigos, y el 5 de enero se quitó la vida al dispararse en el corazón.
El partido que no alcanzó una relevancia nacional
El Partido Demócrata Progresista (PDP), fundado en 1914 por Lisandro de la Torre, fue un espacio valorado por la calidad de varios de sus cuadros políticos, pero que sin embargo nunca logró posicionarse en el plano nacional como una fuerza con peso específico al limitar su influencia al contexto de la provincia de Santa Fe.
Rafael Martínez Raymonda y Alberto Natale, ambos oriundos de Rosario, fueron dos de los dirigentes más importantes que tuvo este partido desde la recuperación de la democracia en 1983. Natale fue intendente de facto de Rosario durante la última dictadura, varias veces diputado nacional, convencional nacional constituyente durante la reforma de 1994 y candidato a vicepresidente en 1989, en un binomio que integró junto a Álvaro Alsogaray, como parte de una alianza entre su partido y la Ucedé.
Martínez Raymonda -fallecido en abril de 2017- también resultó elegido diputado nacional en varias oportunidades, fue embajador en Italia durante la última dictadura, candidato a vicepresidente en la fórmula con Francisco Manrique, en 1973, y se postuló a presidente en 1983 por su partido. Además, se desempeñó como titular del Ente Binacional de Yacyretá, durante la presidencia de Fernando De la Rúa.
Tras la década infame, el PDP se incorporó a la Unión Democrática, la coalición que intentó sin éxito derrotar a Juan Domingo Perón en las elecciones de 1946, y, luego, durante el gobierno del fundador del justicialismo cultivó un rol opositor. Tras la caída de Perón, en 1955, el PDP integró las juntas consultivas de la llamada Revolución Libertadora, y en 1963 apoyó la candidatura de Pedro Eugenio Aramburu en los comicios que consagraron a Arturo Illia como presidente, y en los que el peronismo estuvo proscrito.
En la actualidad, el PDP es parte de la coalición oficialista Cambiemos, y su figura más relevante es el ex legislador porteño Oscar Moscariello, que se desempeña como embajador de la Argentina en Portugal.