La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica emitió una advertencia sobre una tormenta geomagnética que podría tener repercusiones en nuestro planeta.
Este fenómeno podría provocar la aparición de auroras boreales en diferentes regiones del planeta.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica emitió una advertencia sobre una tormenta geomagnética que podría tener repercusiones en nuestro planeta.
El fenómeno fue clasificado con una intensidad de nivel G2 y se anticipa que ocurrirá en los últimos días de noviembre. Este evento podría impactar los sistemas tecnológicos durante esos días.
El origen de este fenómeno está relacionado con una eyección de masa coronal (CME), que se asocia a una erupción de filamento solar ocurrida a finales de noviembre. Cuando la masa de partículas alcance la magnetósfera terrestre, provocará una perturbación geomagnética que alterará los campos eléctricos y magnéticos alrededor del planeta.
La NOAA, una institución estadounidense, comunicó este evento a través de las redes sociales y ha alertado sobre su magnitud y los efectos que podría tener en la Tierra durante esos días.
Aunque no constituyen un riesgo inmediato para las personas, las tormentas geomagnéticas pueden afectar a varios sistemas tecnológicos.
De acuerdo con la NOAA, los efectos de esta tormenta de nivel G2 podrían afectar a:
Sistemas eléctricos: en las regiones de altas latitudes, se podrían presentar alarmas de voltaje en las redes eléctricas. En situaciones de tormentas prolongadas, podrían ocurrir daños en los transformadores.
Operaciones espaciales: los satélites y naves espaciales podrían experimentar variaciones en su resistencia orbital, lo que requeriría ajustes en su orientación. También es posible que se detecten anomalías en el control terrestre de estos dispositivos.
Comunicaciones: la propagación de radio de alta frecuencia podría verse temporalmente interrumpida en áreas cercanas a los polos. En ciertos casos, las auroras boreales podrían ser visibles más cerca del ecuador.
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