Un aula de Santa Fe, convertida en "archivo" histórico para enseñar la guerra de Malvinas
Alumnos del Colegio Adoratrices analizaron un suplemento escolar que publicó El Litoral en 1982, donde se contaba la guerra en clave infantil. Esto sirvió para que los chicos aborden pedagógicamente el conflicto bélico cuatro décadas después, desde la perspectiva de la "historia reciente".
Guillermo Di Salvatore El Profe Mariano Rinaldi muestra el libro con los suplementos escolares del diario El Litoral, publicados en 1982. De fondo, alumnas y alumnos de su clase.
Es un aula diáfana, bien aireada gracias a los ventanales abiertos que dejan pasar la tibieza del primer otoño. Hay 32 chicas y chicos de 12 y 13 años del segundo año de la secundaria del Colegio San José Adoratrices, todos con el barbijo puesto, con sus carpetas perfectamente ordenadas, y en sus hojas impecables letras en manuscrito. De pronto, el docente pregunta a viva voz: "¿Cómo les fue con la actividad? ¿Eligieron las imágenes para analizar?". El "¡Sí!" Al unísono no se hizo demorar.
Sobre el escritorio había un proyector y en el centro un libro, puesto como si fuese un "incunable sagrado": ese libro era una compilación de suplementos escolares que el Diario El Litoral publicó e imprimió en 1982 y en los cuales se contaba, en clave infantil, la Guerra de Malvinas. En ese documento se podía ver la línea cronológica de los acontecimientos bélicos, actividades pedagógicas para realizar en casa, cartas de alumnos de ese entonces a los soldados argentinos, y mucho más.
Ese espacio áulico se había convertido en un "archivo" en sí mismo. Un arkhé, un colectivo historiográfico-investigativo con alumnos preadolescentes; una experiencia encaramada sobre los hombros del rastreo detectivesco de los registros del pasado, su ordenamiento y documentación, su análisis. Un trabajo de investigación histórica sobre un episodio trágico del país, planificado bajo las reglas de esa ciencia social, y realizado sobre un pasado que no sólo interpela sino que además se expone a una mirada actualizada desde los ojos de las nuevas generaciones.
Todo esto es parte de una novedosa propuesta pedagógica para enseñar la Guerra de Malvinas que lleva adelante Mariano Rinaldi, historiador y profesor de Historia. ¿En qué consiste? En tomar como disparador ese documento histórico -los suplementos infantiles- para invitar a los alumnos a entender y repensar el conflicto que marcó para siempre la historia argentina; en revisar cómo se narraban los sucesos de aquel entonces; y en analizar la guerra desde la perspectiva de la "historia reciente".
El proceso inicial
Primero, se hizo un recorte temporal de esos fascículos escolares del diario El Litoral; se tomaron aquellos que exclusivamente abordaron la guerra entre marzo, abril, mayo y junio de 1982. Luego vino la digitalización de esos archivos en papel, lo que permitió que estos se pudieran compartir, abrirse a toda el aula.
"Los chicos hicieron un trabajo de selección de información para luego pasar a una indagación sobre notas específicas publicadas en el suplemento escolar del diario. Esto nos dio pie para preguntarnos cómo se les mostraba a los niños de aquel entonces el conflicto bélico", explica Rinaldi en diálogo con este medio. En esta aventura pedagógica lo acompaña la docente Mariana Allignani.
Y en los sucesivos números del suplemento aparecen cosas muy interesantes para abordar en el aula. De hecho, la tapa del primer fascículo muestra un dibujo de las Islas con un niño parado sobre ellas, y con una bandera que reza: "Las Malvinas fueron son, fueron y serán argentinas", reforzando el principio de soberanía; obras de teatro para que las docentes de aquel entonces hagan en el aula; la flora y fauna en las islas, y "hasta hay cartas de alumnos de toda la provincia de Santa Fe que le escriben a los soldados, y respuestas de éstos. Es muy conmovedor", relata el profesor.
En los suplementos hay piezas muy entretenidas, como una entrevista imaginaria de un periodista de El Litoral a las propias islas: sí, a las Islas Malvinas, "personificadas". "¿Qué sentiste en el momento en que valientes soldados argentinos pusieron pie en tu suelo?", es una de las preguntas. Y las islas responden: "Me siento reintegrada a mi hogar (cuando se dio el desembarco argentino)". A extractos como ésos los fueron eligiendo los propios alumnos, y luego se hizo una puesta en común en el aula.
Guillermo Di Salvatore Mariana Allignani, Mariano Rinaldi y la directora María Susana Dalmaso.
Mariana Allignani, Mariano Rinaldi y la directora María Susana Dalmaso.Foto: Guillermo Di Salvatore
Historia reciente, relatos orales
Todo esto está hecho desde el hoy-aquí-ahora, pero aquí aparece la idea de "historia reciente", elemento clave pues apuntala la experiencia educativa. "Este concepto de historia reciente nace del ´83 en adelante, y surge a partir de los testimonios reales, de la historia viva que nunca termina, que se sigue construyendo. Antes, esa historia reciente no estaba consolidada. Y en la actualidad, con esta perspectiva, el conflicto bélico se puede trabajar de muchas otras maneras", expresa el docente.
Pero ese archivo de El Litoral, además, activó relatos que estaban en la memoria emotiva de familiares de los alumnos. De vuelta en el aula, una alumna relata en voz alta: "Mi papá me contó algo que recuerda de aquella época… Me dijo que era muy chico y jugaba con sus amigos a la guerra, simulando lo que pasaba en Malvinas". "Y mi papá me dijo que no podía jugar a la pelota con sus amigos porque en las canchas de fútbol estaban los tanques", confiesa otra. Esos relatos orales son una reactualización histórica y una parte valiosa de la actividad escolar.
Es decir, los papás y las mamás narraron lo que recordaban de aquel entonces: "Cómo vivieron la guerra, y además se acordaban del suplemento, de las lecturas que se realizaban -ese producto impreso era quizás el único lugar al que recurrir para entender y enseñar la guerra, pues no existían ni internet ni las redes sociales-. "Esos testimonios tan valiosos sirvieron para encadenar lo que trabajábamos en el aula", señala Rinaldi.
Guillermo Di Salvatore El compromiso asumido por los chicos y chicas en esta actividad fue asombroso. Estamos muy satisfechos y agradecidos , coincidieron Rinaldi y Allignani.
"El compromiso asumido por los chicos y chicas en esta actividad fue asombroso. Estamos muy satisfechos y agradecidos", coincidieron Rinaldi y Allignani.Foto: Guillermo Di Salvatore
El método
Durante las tres o cuatro primeras semanas, Rinaldi y Allignani trabajaron con los chicos sobre el método científico de la historia. Esto llevó a que los alumnos debieran tener en cuenta el contexto histórico de la guerra (la dictadura militar); la clasificación de documentos (de primer y segundo orden, por ejemplo) y los distintos tipos de fuentes: en el caso del suplemento, era un documento primario de prensa escrita. Y los recuerdos testimoniales de los familiares, que fueron brotando a medida que las clases avanzaban, constituyeron otro insumo valioso.
Con todo, "esto se ha convertido en una experiencia de investigación histórica realizada por chicos y chicas de apenas 12 y 13 años. Y cuánto se comprometieron en las actividades es impresionante. Es muy satisfactoria esta actividad pedagógica, y estamos muy contentos y agradecidos a la escuela y al diario El Litoral, que nos proveyó esta materia prima tan importante, sumado a la digitalización y colectivización de los documentos", enfatizan Rinaldi y Allignani.
"Habitualmente esto es un contenido de 4to., pero lo están realizando chicos de 2do. año. Entonces, fue todo un desafío para nosotros diseñarlo, planificarlo y llevarlo al aula. Pero el entusiasmo que pusieron los chicos fue hermoso, más aún con esto de que recuperaban testimonios de sus propias casas. Incluso una de las alumnas trajo una Biblia que fue llevada a la guerra por un ex combatiente. Los chicos se pusieron a pensar: 'Por qué lugares estuvo ese libro sagrado, y cómo se pudo haber aferrado a él ese soldado argentino en plena guerra', relata Allignani. Así se sigue construyendo historia viva.
Un cruce con Ucrania
-Y sobre el contexto actual de la invasión rusa a Ucrania, ¿puede trazarse un puente histórico con Malvinas, que sirva para explicar en un aula lo que implica una guerra?, preguntó El Litoral a la docente Mariana Allignani.
-Quizás nos ayudó para comprender un poquito más lo que pueden llegar a sentir esas personas que están en Ucrania, incluso los refugiados que debieron dejarlo todo y huir, por temor a los bombardeos. Lo "bajábamos" a cómo mandaban a nuestros soldados a la guerra de Malvinas en ese entonces, sin recursos.
No podríamos trazar muchos más paralelismos, pero sí hay algunos puntos en común desde el lado subjetivo, de las personas cuyas vidas están atravesadas por una situación de guerra. Eran contextos políticos muy diferentes; pero desde lo humano, aquella y ésta fueron guerras, en definitiva, con todo lo que eso implica.
Acompañamiento institucional
María Susana Dalmaso, directora del nivel secundario del Colegio San José Adoratrices, contó cómo fue el acompañamiento institucional a la actividad pedagógica de los jóvenes docentes de Historia. "Nos pareció muy interesante la propuesta, puesto que los alumnos son los protagonistas. Ellos pudieron buscar testimonios en sus propios familiares, y eso fue muy valioso".
"Acompañamos para que esta actividad educativa suceda. Es iniciación a la investigación histórica, y los hace chicos muy jovencitos. Lo que aprenden nuestros alumnos interviniendo en el aula no tiene comparación, está a años luz con aquellas estrategias pedagógicas en que sólo se lee y se recita de memoria", señaló Dalmaso.