Desde este martes los precios de los cigarrillos subirán un 7%, según informó la empresa British American Tobacco (BAT) a través de un comunicado. El incremento será equivalente al adoptado el 16 de noviembre por su competidora, Massalin Particulares.
En función de ello, los precios para los principales productos de la empresa serán: Lucky Strike Box 20 $ 163; Lucky Strike Convertible Box 20 $ 157; Rothmans KS 20 $ 125, y Rothmans Click KS 20 también $ 125, según informó Télam.
La compañía indicó que la medida no alcanza a los dos productos recientemente lanzados: el Rothmans Cigarrito KS 20 y el Rothmans XL Box 20, que permanecen en $ 75 y $ 125, respectivamente.
“Considerando la dinámica económica, el incremento trimestral previsto de los impuestos internos y la suba de costos, BAT Argentina implementará a partir del 24 de noviembre una actualización en el precio de sus cigarrillos del orden del 7% en promedio”, anunció la firma en un comunicado.
Por su parte, Massalin Particulares comunicó también sus precios actualizados bajo el nuevo incremento: Philip Morris Caps Box $ 157; Philip Morris Caps Box 12 $ 84; Chesterfield Remix Box $ 135; Chesterfield Red KS $ 130; L&M red by Marlboro KS $ 120; y L&M blue by Marlboro KS $ 120. La normativa vigente prohíbe que los precios oficiales de venta al público de los cigarrillos publicados por las empresas tabacaleras sean alterados en las etapas de comercialización subsiguientes, por lo que deberán ser respetados por todos los comerciantes minoristas en el territorio nacional.
Según las estadísticas que integran el Indice de Precios al Consumidor (IPC) correspondiente a octubre publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Censos, en los últimos doce meses los cigarrillos han aumentado su precio por encima de la inflación.
En las estadísticas desglosadas por regiones, el Indec informó el mes pasado que el IPC-GBA se incrementó un 35,7% en relación a octubre de 2019. En el mismo período, los productos tabacaleros aumentaron un 43%. En otras regiones del país se reflejaron situaciones similares, en las que los cigarrillos tuvieron incrementos mayores que los de la inflación general.
Durante los primeras semanas de la pandemia, la producción de tabaco fue suspendida por completo ya que naturalmente fue excluida de las actividades económicas esenciales. Ello llevó a que en abril la producción haya sido prácticamente nula, por lo que kioscos y distribuidores debieron manejarse con los stocks existentes. Por tal motivo, llegó a haber desabastecimiento de las principales marcas en algunas zonas del país, incluyendo a Buenos Aires y el conurbano.
Posteriormente, la producción de cigarrillos se normalizó. Así, mientras Massalin Particulares volvió a producir en su planta de Merlo, British American Tobacco (BAT) lo hizo en su establecimiento ubicado en Pilar.
Según las últimas cifras del Indec sobre utilización de la capacidad instalada de la industria, la elaboración de productos de tabaco está funcionando al 64% de su capacidad total. La cifra es similar a la de otros segmentos de la industria, cuyo uso promedio de la capacidad se ubica en el 60,8%.
Durante las semanas que duró el desabastecimiento mencionado, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) había decidido facilitar a las tabacaleras la importación de cigarrillos durante agosto y septiembre, con carácter “excepcional, para hacer frente a la escasez de ese producto que se observa en el mercado local”.
El organismo había informado que “en ese contexto excepcional, las empresas representativas del sector tabacalero han manifestado a esta Administración Federal inconvenientes en el desarrollo de la manufactura de sus productos”.