El avión accidentado en San Justo participó de la guerra de Malvinas
Se trata de la aeronave Aerostar 601P matrícula LV-MEE que fue puesta a disposición para operaciones de apoyo a la Fuerza Aérea Argentina. 40 años después, pertenece a una empresa privada.
La noticia de un avión accidentado en jurisdicción de San Justo llamó la atención de los habitantes de esa localidad santafesina y de la región. Se supo que la aeronave partió desde el aeropuerto de San Fernando (Buenos Aires) y llegaba a la “bota” con cuatro pasajeros provenientes de Estados Unidos que vinieron a estas tierras a cazar. Cuando se disponía a regresar, sufrió un desperfecto mecánico y precipitó en un descampado, en las afueras de la citada comuna.
Minutos más tarde, policía, bomberos y personal de emergencia llegaron al lugar, un predio a pocos metros del aeroclub de San Justo. Posteriormente, se conocieron las imágenes del avión, cuya matrícula visible en LV-MEE. Se trata de una aeronave modelo “ Ted Smith Aerostar 601P”.
[SUCESO] #Aviación Accidente con el avión Aerostar matrícula LV-MEE, en el Aeroclub San Justo (Santa Fe) a aprox. 18:45 UTC. Investiga Sede Rosario.
— Junta de Seguridad en el Transporte (@JSTsucesos) March 14, 2022
Precisamente, al indagar sobre el avión surge una historia llamativa, en consonancia con los 40 años de la Guerra de las Malvinas ya que participó del conflicto bélico formando parte del “Escuadrón Fénix”.
Cuatro años antes de la guerra con los británicos, Argentina protagonizó con Chile una escalada prebélica por el canal de Beagle. En ese contexto, la Fuerza Aérea Argentina ideó un plan para sumar pilotos, mecánicos y técnicos civiles como así también aeronaves no militares. Se lo llamó “Escuadrón Fénix” pero no se llegó a conformar.
En 1982, con la guerra desatada por Malvinas, la FAA retomó el viejo plan: convocar a civiles con conocimientos en aeronáutica para servir a la patria. En abril, se hizo la selección de pilotos, de aviones y la planificación. Para el 28 de ese mes, una treintena de aeronaves privadas partieron al sur del país.
De acuerdo al sitio especializado Pucara.org, “los pilotos civiles tomaron estado militar al ser incorporados a este escuadrón con el grado de Alférez y los tripulantes como Cabos”. Dentro de la larga lista se encontraba el LV-MEE que este lunes, 40 años después, se accidentó en San Justo.
Gentileza D.R
Foto: Gentileza
Por su parte, el Capitán Jorge Páez Allende, quien tuviera a su cargo el Escuadrón Fénix relató en el libro “Historia de la Fuerza Área Argentina” que “los treinta y cinco aviones cumplieron plenamente las expectativas, y en algunos casos superaron lo que se esperaba de ellos. Las tareas que realizaron fueron de gran utilidad. Además su sola presencia en el teatro de operaciones alentó positivamente la actitud de nuestros pilotos de combate. Esto ha quedado expresado en el informe posterior a la batalla que me ordenó elevar el jefe del Dpto Planes y Programas del COA, además del reconocimiento expresado por distintos autores argentinos y extranjeros”.
Las misiones
De acuerdo al mencionado portal, el Escuadrón Fénix, pese a estar conformado por aviadores civiles, cumplió una decena de tareas de apoyo consideradas de suma importancia para la estrategia argentina. Una de las más destacadas y heroicas fue realizar “maniobras de diversión” que consistía en simular ser aviones de combate para engañar y confundir al enemigo. “Fueron una verdadera pesadilla para el enemigo, causando un desgaste excesivo en las tripulaciones, manteniendo a raya al componente aéreo inglés. Obligaban a la permanencia de aviones interceptores enemigos en el aire ininterrumpidamente, debiendo ubicar Patrullas Aéreas de Combate o comúnmente llamadas PACs, en una mayor cantidad de posibles corredores de entrada”, explican en Pucará.
Al mismo tiempo, Fénix desarrolló misiones de exploración y reconocimiento; como así también sirvieron como guías para ubicar objetivos protegidos; recolectaban información sensible y además meteorológica.
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Foto: Gentileza
Por otra parte, el heroico escuadrón protagonizó el salvamento de tripulaciones derribadas, con inminente peligro de vida. Suministraron, además, material bélico a las distintas bases áreas que Argentina tenía operativas.
“Con un brillante desempeño y arriesgándolo todo en cada misión, los integrantes del “Escuadrón Fénix” que participaron en el conflicto del Atlántico Sur, un grupo corajudo de patriotas militares y civiles, cumplieron misiones con una particularidad, fueron combatientes que volaron en el frente de batalla sin portar armamento alguno, ni sistema de autodefensa o alerta de amenazas”, describe el citado artículo cuya autoría es Luis Alberto Briatore, Aviador militar de la Escuela de Aviación de la Fuerza Aérea Argentina.
LV-MEE
El “Ted Smith Aerostar 601P” ingresó al país en 1977, año en que fue fabricado en Estados Unidos. De acuerdo al blog especializado en la materia “Historias Individuales”, para el ‘78 fue matriculado como “LV-MEE” y cuatro años más tarde fue puesto a disposición de la FAA. Terminada la guerra, la aeronave tuvo distintos dueños, todos privados, hasta la actualidad.
Posteriormente, la empresa Piper Aircraft compró la firma de Smith. De esta manera, el Aerostar pasó a formar parte de una de las compañías de aviación más importantes del mundo con más de 160 modelos certificados.