Un informe de la organización Christian Aid que identificó los diez acontecimientos climáticos más devastadores del año destacó entre ellos a la bajante histórica del Río Paraná.
La organización advirtió que este tipo de fenómenos puede agravarse si no se actúa en consecuencia.
Un informe de la organización Christian Aid que identificó los diez acontecimientos climáticos más devastadores del año destacó entre ellos a la bajante histórica del Río Paraná.
La enumeración del nuevo informe “Counting the cost 2021: A year of climate breakdow” registró huracanes en Estados Unidos, China e India; inundaciones en Australia, Europa y Canadá, así como cinco que han tenido un impacto humano devastador, tal fue el caso de la sequía en África y América Latina, con la bajante histórica del Río Paraná, y las inundaciones en Sudán del Sur.
Los diez sucesos más caros desde el punto de vista financiero costaron todos más de 1.500 millones de dólares de daños, con el huracán Ida en Estados Unidos encabezando la lista con 65.000 millones de dólares. Las inundaciones en Europa ocuparon el segundo lugar, con 43.000 millones de dólares.
A menos que el mundo actúe rápidamente para reducir las emisiones, es probable que este tipo de catástrofes se agrave, insiste el informe. Steve Bowen, meteorólogo y director de Catastrophe Insight de la aseguradora Aon, señaló que se espera que en 2021 sea la sexta vez que las catástrofes naturales mundiales superen el umbral de los 100.000 millones de dólares de pérdidas aseguradas. Las seis han ocurrido desde 2011 y la de 2021 será la cuarta en cinco años.
El río Paraná se encuentra actualmente en sus niveles más bajos de los últimos 77 años. El río, que se extiende a lo largo de más de 4.880 km a través de Brasil, Argentina y Paraguay, desempeña un papel fundamental en la región como fuente de energía hidroeléctrica y una ruta comercial muy importante.
Los bajos niveles están asociados a la reducción de las precipitaciones. Las precipitaciones en los cuatro estados que rodean la cima del Paraná han caído de una media diaria de 160 milímetros en los años 90 a sólo la mitad en la actualidad.
La sequía está teniendo un gran impacto en la región. Argentina depende del río para exportar el 80% de sus productos agrícolas, una importante fuente de ingresos para el país. Y la producción de electricidad en las represas de Yacyretá e Itaipú también se ha visto afectada por los bajos niveles de agua. Otros impactos son la reducción de las capturas de peces y la mayor frecuencia de los incendios forestales.
Los expertos sugirieron que tanto el cambio climático como la deforestación -que a su vez es una causa del cambio climático- podrían haber contribuido a la actual sequía. Un estudio publicado este año predice que el cambio climático intensificará las sequías en Sudamérica si no se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero.
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