Por Julio Mosle
El calor "produce un exceso de mortalidad" y afecta especialmente a poblaciones más vulnerables como adultos mayores, niños o personas con enfermedades crónicas.
Por Julio Mosle
La ola de calor que afectó el territorio europeo y causó temperaturas históricas en el Reino Unido y Francia e incendios que azotaron especialmente a España, entre otros países, "es un síntoma del cambio climático" que provocará fenómenos meteorológicos "cada vez más severos y recurrentes", según la doctora en ciencias de la Atmósfera Inés Camilloni, quien calificó la situación como "un peligro muy real y concreto".
"Las olas de calor como la que en estos días causó temperaturas récord en Inglaterra ya se habían dado en Europa en años anteriores, como una que afectó muy seriamente a Francia, y son fenómenos que se ven amplificados por el cambio climático pero en los que también otros factores entran en juego", dijo en diálogo con Télam la también docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA) e investigadora del Conicet en el Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera.
Camilloni sostuvo que el cambio climático generará eventos "cada vez más severos y recurrentes" y precisó que los científicos británicos que venían monitoreando distintos parámetros "ya habían advertido que este fenómeno se iba a producir".
El calor "produce un exceso de mortalidad" y afecta especialmente a poblaciones más vulnerables como adultos mayores, niños o personas con enfermedades crónicas, por lo que la docente insistió en el riesgo que implica el cambio climático como "un peligro muy real y concreto".
Por otro lado, señaló que este tipo de olas de calor "se dieron varias veces en Argentina" y dijo que "hay estudios de atribución de estos fenómenos que muestran que no podrían haber ocurrido si no se daban en este contexto de cambio climático".
"La ola de calor que afectó Buenos Aires y el centro del país durante enero pasado fue muy severa y es algo que va a seguir ocurriendo probablemente con mayor intensidad, aunque todavía no tenemos datos para hacer pronósticos sobre el próximo verano ya que la atmósfera es un sistema caótico", indicó.
Con respecto a como se gestan este tipo de olas de calor, Camilloni dijo que el mecanismo depende de cada región, ya que lo que el cambio climático provoca es la modificación de los patrones en la circulación del aire.
"La masa de aire cálida que está ahora sobre Europa proviene de África", detalló.
Camilloni recordó que "muchos países firmaron compromisos para reducir sus emisiones de gases con el objetivo de hacer descender el aumento de la temperatura global" pero remarcó que "si esas reducciones no se efectivizan va a ser muy difícil que los océanos y los bosques puedan absorber todo el carbono que estamos emitiendo a la atmósfera".
La investigadora consideró que aunque todavía no se puede pronosticar como va a ser el próximo verano en Argentina, en el contexto de cambio climático "es probable que veamos olas de calor", aunque "para hablar en términos más específicos hay que estar más cerca de la estación porque también hay fenómenos como 'El Niño' o 'La Niña' que modulan el clima".
En ese sentido, advirtió que "en la ciencia del clima se necesita esperar a que termine el evento para hacer lo que se conoce como estudio de atribución con el análisis de sus causas para entender como se gestó" en alusión a la situación que atraviesa por estos días Europa occidental.
El martes pasado, el Reino Unido batió un récord histórico de temperaturas al llegar a 40,2 grados en la zona del aeropuerto de Heathrow, en Londres, mientras la ola de calor que azotó a España durante dos semanas fue una de las más fuertes registradas en el país y provocó "más de 500 muertes", según informó el pasado miércoles el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de acuerdo a datos elaborados por un instituto de salud pública.
Francia también tuvo récords de temperaturas y el servicio de meteorología Météo-France declaró días atrás a la zona oeste del país en alerta roja indicando que se esperaba "un calor especialmente intenso, no una típica ola de calor de verano" con algunas zonas del suroeste que podrían vivir "un apocalipsis de calor" con hasta 44 grados.
La ola de calor se extendió también a Italia y 16 ciudades, entre ellas Roma, que decretaron ayer la alerta roja ante picos de temperatura de 40 grados y el aumento de los incendios.
Según el servicio de vigilancia especializado europeo Copernicus, 27.571 hectáreas fueron devoradas por las llamas en Italia en lo que va del 2022, frente a las 39.904 de Francia, las 199.651 de España, las 149.324 de Rumanía y las 48.106 de Portugal.
Los incendios forestales que azotaron a toda Europa en las últimas semanas afectaron una superficie mayor que la registrada en todo el año 2021, según Copernicus.
En los 27 países de la Unión Europea fueron arrasadas un total de 517.881 hectáreas desde el principio de año, de acuerdo a cálculos hechos hasta el 16 de julio.
Beatriz Hervella, portavoz de Aemet (la agencia meteorológica española), calificó a la ola de calor que duró del 9 al 18 de julio como "la de mayor anomalía" de temperatura registrada en el país desde el inicio de la serie histórica en 1975, mientras la Organización Meteorológica Mundial (OMM) señaló esta semana que "serán cada vez más frecuentes y continuarán al menos hasta 2060 independientemente del éxito o no a la hora de mitigar el cambio climático".