Sobre la COP 28: "El cambio tiene que ser cultural y va a llevar muchísimo tiempo"
Finalizó la reunión mundial sobre ecología y cambio climático en EAU. Si bien se alcanzaron acuerdos para reducir el calentamiento global, resta ahora ver si se cumplirán estos objetivos.
Sobre la COP 28: "El cambio tiene que ser cultural y va a llevar muchísimo tiempo"
Días atrás finalizó en Emiratos Árabes Unidos la COP 28, la 28ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Una reunión mundial que se realizó en un país que vive de sus exportaciones de combustibles fósiles. Es la 28ª de una serie de enclaves que buscan frenar el calentamiento global de la Tierra. Una tendencia que comenzó en la Revolución Industrial y que se acentuó de manera peligrosa en los últimos 45 años.
Se llegó a acuerdos internacionales para reducir la huella de carbono en el último día de reuniones. No obstante, resta saber si estos compromisos se podrán cumplir por parte de cada estado nacional. Algo que históricamente no se ha hecho en la gran mayoría de los países.
Valentina De Marco, encargada del área internacional de la RAMCC (Red Argentina de Municipios frente al Cambio Climático - entidad con sede en Rosario), habló sobre la cumbre y este tema crítico para cualquier nación.
-Históricamente este tipo de cumbres han sido no demasiado productivas en los hechos. Esta puede llegar a ser, aunque siempre un “pero”. ¿Cómo es la opinión de ustedes?
-Las cumbres conllevan mucho tiempo, esfuerzo, difusión, visibilidad y en definitiva, al momento de tomarse las últimas decisiones se generan muchas documentos, pero después no es muy concreto. La cumbre de este año en particular tuvo su lado positivo, por supuesto, como lo tienen todas. El principal es que ponen en agenda al cambio climático, que es el principal desafío que enfrenta la humanidad hoy en día. En las últimas conferencias empezó a tomar mucha más relevancia la adaptación al cambio climático. La gente está viéndose muy afectada. La naturaleza está muy impactada por las variaciones climáticas, la intensidad y la frecuencia de los fenómenos extremos. Entonces, se empezaron a coordinar nuevos fondos. Este año se logró un monto. Si bien esto es positivo, lo que falta como en todas las cumbres son mecanismos de control. Más detalle y claridad de cómo se va a implementar, quiénes lo van a controlar para que no quede solamente en una declaración.
-¿Que haya sido en un país eminentemente petrolero no es un contrasentido?
-Ese fue un tema bastante controversial porque justamente el sector de energía es el que tiene mayor representación en cuanto a emisiones de gases de efecto invernadero. No sé si exactamente fue negativo porque, al contrario, llevó a que las petroleras y el sector privado tengan que ponerlo en agenda a este tema. Fue bastante controversial. Hizo que se retrase un día la negociación final en la cual no se definía muy claramente si había que eliminar a los combustibles fósiles para poder lograr esta transición energética y la carbononeutralidad en el año 2050. Sí se logró poner en el dictamen final que se van a tener que reducir los combustibles fósiles.
-¿Esto va a seguir así? ¿El planeta va a llegar a un punto límite en el cual los gobiernos de los países más contaminantes tengan que verse totalmente obligados a virar? Lo que se ve es que en 2023 tecnológicamente ya está todo desarrollado para que se vaya a energías más limpias. No se va por poderes económicos, ¿o qué?
-Mi opinión personal es que esto tiene que ver con temas políticos. El cambio climático es algo que los resultados se van a ver recién en el largo plazo. Si invierten en proyectos en su gestión, no van a poder mostrar los resultados y lo están haciendo para las generaciones futuras. Es necesario tener conferencias como la COP que comprometan a los países a definir metas y medidas a largo plazo. Para el cambio climático tenemos que buscar metas al año 2030 y al año 2050.
En esta COP se habló mucho de los métodos de compensación y de créditos de carbono. Esto es algo positivo que busquemos la compensación de las emisiones de gases de efecto invernadero y los mercados de carbono. Sin embargo, hay que ser muy cuidadosos porque lo que tenemos que buscar es un cambio en los procesos, hasta cultural, en los cuales tanto el sector público como el sector privado cambien sus prácticas para reducir las emisiones. Es un cambio cultural principalmente.
Imagen ilustrativa.
-En Argentina, no se ve una política de estado. Tampoco ningún partido político ha tomado las cartas en el asunto de manera decidida. De hecho, Vaca Muerta es nuestra gran esperanza en las próximas décadas. ¿Cuál es tu opinión?
-En Argentina, nuestra matriz energética principal sigue siendo fósil. Se le está dando muchísima relevancia a Vaca Muerta cuando tenemos que estar hablando y apostando por una transición energética a energías más limpias. Teniendo en nuestro país unos recursos solares, eólicos tan importantes, deberíamos estar incentivando todo esto. Todo ello requiere cambios en las tarifas e impacta en el ciudadano. No se tiene que pensar en el corto plazo. Para hacer una transición tendrá que haber ajustes en los costos, en los incentivos para distintos tipos de energía. Esperemos que se pueda invertir (desde la gestión nueva de Javier Milei) en estos temas.
-Días atrás se difundió un estudio que afirmaba que las personas más ricas del mundo son las más contaminantes. ¿Es útil la tarea ecológica del ciudadano de a pie?
-Es bastante complejo porque el cambio tiene que ser cultural y eso va a llevar muchísimo tiempo. Somos una sociedad muy consumista. Estamos muy acostumbrados a satisfacer nuestras necesidades básicas con consumos de energía, de agua que son realmente desmedidos.
-¿Cuáles son los avances que ha podido hacer la RAMCC en la provincia de Santa Fe?
-Somos una red de más 280 municipios de Argentina en 19 de las 23 provincias. Cada vez son más los municipios que quieren unirse a la red. Esto es un esfuerzo sumamente relevante de los gobiernos locales porque no suele haber un presupuesto anual para cambio climático. Cada vez son más. Es un tema que lo están apropiando mucho más en sus agendas.