María Eugenia Vidal y Enrique Sacco celebraron este sábado su casamiento en San Antonio de Areco, en la provincia de Buenos Aires. Contó con poco menos de un centenar de invitados. Fue un festejo familiar e íntimo.
La ex gobernadora y el periodista celebraron su casamiento con una ceremonia íntima, civil y religiosa.
María Eugenia Vidal y Enrique Sacco celebraron este sábado su casamiento en San Antonio de Areco, en la provincia de Buenos Aires. Contó con poco menos de un centenar de invitados. Fue un festejo familiar e íntimo.
La reunión comenzó pasadas las 19 en la estancia El Rosario, a unos 100 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, donde los recién casados propusieron para sus invitados un clima sencillo y alejado de la formalidad.
Vidal y Sacco dieron el sí el pasado jueves en el Registro Civil ubicado en la calle Uruguay de la ciudad de Buenos Aires, después de casi cuatro años de relación.
El reciente matrimonio se conoció en agosto de 2019 cuando fue invitado al programa de Mirtha Legrand, en medio de la campaña de la entonces mandataria bonaerense por la reelección.
“Nos casamos! Gracias a Dios por habernos encontrado. Gracias a Cami, Majo, Pedro, Agustín y Luna por habernos acompañado. Volvemos a creer en el amor y en la mesa grande de familia”, escribió la ex gobernadora bonaerense en sus redes sociales.
Además, antes de agradecer por el acompañamiento en este momento especial de su vida, expresó: “Nos elegimos con nuestros años de aprendizaje, en nombre de todo el futuro que soñamos por delante. Nos elegimos con nuestras responsabilidades y compromisos, para acompañarnos. Nos elegimos para compartir la vida. Nos casamos porque somos enormemente felices juntos”.
Sin invitados ni arroz, María Eugenia Vidal y Enrique Sacco se casaron el jueves en el registro civil de la calle Uruguay, en la Ciudad de Buenos Aires. La intención primaria era que la unión no tuviera trascendencia mediática, pero la presencia de ambos no pasó desapercibida y no pudieron cumplir ese cometido.
Vidal estuvo vestida a tono para la ocasión: un solero blanco, largo, de corte recto. Por su parte, Sacco apeló al tradicional pantalón y camisa en clave sport.