Por la circulación entre la opinión pública de una versión que señala que el humo en la atmósfera disipa las nubes y frena las lluvias, el Centro de Monitoreo Meteorológico y Climático - SAT emitió un comunicado a través de sus redes sociales en el que explica que el humo de los incendios no solo no disipa la formación de tormentas cuando hay condiciones, sino que, por el contrario, aumentan el ascenso de la masa de aire y los aerosoles se convierten en núcleos de condensación favoreciendo la formación de gotas en el vapor de agua.
“Es todo lo contrario”, advierten: “para que se forme una gotita de agua que pueda precipitar, tiene que tomar peso y eso se logra cuando se juntan las partículas higroscópicas, y el humo tiene esas partículas”, indicó el organismo.
“Que no llueva no tiene nada que ver con el humo; no llueve porque no alcanzamos a desarrollar una capa de nubosidad lo suficientemente profunda, bajo ambientes de aire muy seco (humedad muy baja) últimamente”, dijeron, y admitieron que “esta mecánica puede ser posible en incendios forestales de gran magnitud, como sucede en Australia, por ejemplo”.
Mirá tambiénQuemas: el Concejo de Santa Fe se suma al pedido de respuestas“Sumamos que continuamos con precipitaciones inferiores a la media mensual, como en estos tres últimos meses, no hay condiciones de humedad suficiente y que la misma ingresa del Atlántico, no está tan caliente como se espera, hay menos evaporación y esta no llega tan al oeste; lo que es parte de la mecánica de la Niña que todavía nos está afectando”.
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