Los especialistas renales santafesinos advierten una caída global de indicadores en el área de la salud renal y consideran una estrategia para recuperar el ritmo de atención durante 2021.
Los especialistas renales santafesinos advierten una caída global de indicadores en el área de la salud renal y consideran una estrategia para recuperar el ritmo de atención durante 2021.
La actividad de trasplante y procuración de órganos bajó en la provincia, en toda la Argentina, y a nivel global durante 2020, aproximadamente entre un 40 y 43% menos que en 2019.
En diálogo con El Litoral, el Dr. Luis Gaite, representante del Equipo de Trasplante de la Clínica de Nefrología, explicó que este descenso ocurrió por la saturación de las camas y el personal abocado al control de la pandemia en terapia intensiva. “No es que se dejó de ver esta situación pero lógicamente los esfuerzos estaban dedicados a otra actividad más inminente”, indicó en tal sentido.
“A la par – añadió -, la incidencia de pacientes con insuficiencia renal que requirieron diálisis aumentó durante 2020, no por la pandemia, sino porque bajó la cantidad de trasplantes”. “Hubo un cierre voluntario y momentáneo de los centros que por bioseguridad no podían seguir activos y eso repercutió con más trabajo en los centros que permanecían activo; nosotros seguimos activos, aunque en nuestra clínica se hicieron cincuenta trasplantes que para nosotros, con una media anual de noventa, significó una reducción importante”, agregó el profesional.
El control y tratamiento de los pacientes renales también se complicó, por la logística sanitaria ligada a la pandemia. Al respecto, Gaite detalló que “la cantidad de trasplantes renales al año, groseramente, en Argentina, son 2000 y este año debe haber bajado a unos 1200, o sea que hubo unos 800 pacientes que no recibieron trasplante y requirieron el único otro tratamiento posible, que es la diálisis”. “Y las enfermedades de base no descienden”, destacó.
“Afortunadamente -dijo el médico- hoy podemos tener test rápidos de PCR para coronavirus en ocho horas, que es muy importante en nuestra área de trabajo”. Además, opinó que “la comunidad argentina es donante, la gente está muy adaptada a la comunicación y a los grupos específicos en las redes sociales”. Por eso, el especialista adelantó que para este año desarrollaron un plan orientado a potenciar los controles con telemedicina más orgánica y testear más frecuentemente testeos más frecuentes a los receptores. “Además, pretendemos reducir el tiempo de internación para reducir los riesgos de infecciones intrahospitalarias”, concluyó.